Cap. 13 Parte 1

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Siempre se publica mal, a llorar. (?)

Supongo que es el adiós.

Desde que Sana quedó ilusionada con la idea de adoptar a un pequeño con Tzuyu (quien los odia), desde que Momo y Dahyun se besaron por primera vez, y desde que Mina durmió hecha un mar de lágrimas, pasaron dos semanas. Una última semana agitada para una mente débil y confundida, una mente que al intentar defenderse de sus propios sentimientos terminó recibiendo desprecio de sus cercanos.

Jeongyeon le quitó el celular a Momo a penas la vio y junto a Tzuyu leyeron el corto pero directo mensaje por parte de la japonesa. La morena no pudo pasar por alto eso, no pudo dejar pasar tal descaro por parte de Mina tras escuchar durante semanas lo mucho que Momo la quiere.

Esa tarde la encontró en el campus, cerca del comedor. La acorraló contra una de las paredes de concreto y la miró como si acabará de cometer el peor pecado del mundo.

- Que decepción, Mina. - Escupió Tzuyu, sacó con recelo tales palabras. - Te admiraba por siempre saber que hacer, por siempre pensar antes de actuar pero mírate, para no dejar de servirte como quieres a Chae andas actuando como perra con quién de verdad te quiere.

- ¿P-perdón? - Mina quedó en blanco. Sí Tzuyu piensa eso que mierda debería pensar Momo sobre ella.

- Piensa un poco, no eres idiota. - Habló la morena mientras presionó con cierto cuidado la frente de la mayor con su dedo índice. - Quien eres.

- Debo irme, yo no-.

Fue callada cuando Tzuyu apoyó ambas manos contra la pared, acorralando a una japonesa temblorosa, asustada.

- Ah, Mina... Espera. - Suspiró, Tzuyu bajó la mirada y cerró los ojos para calmarse. Sí Sana se entera de que fue brusca con Mina todo estaría peor. - No soy quien para entrometerme pero en serio, ya no te reconozco.

Soltó con desgano quitando las manos de la pared, tomó su mochila la cual estaba en el suelo y sin mirar otra vez a Mina decidió alejarse. Eso fue un lunes, los días siguieron pasando hasta que llegó el jueves y con ello, el momento de hablar con ella. Se armó de fuerzas mientras sus amigas disfrutan de la vida; quizá es su karma.

Fue difícil cuando la menor llegó sonriente y la saludó con un beso en los labios. Uno que pudo corresponder.

Mina comenzó a sudar, le temblaron las manos y su mirada se nubló a causa de las lágrimas. Tragó en seco e inició su andar siendo seguida por Chae quien no es tonta, percibió la atmósfera y solo esperó.

- Mina.

La mayor quiso hablar pero ninguna palabra salió de su boca, entreabrió los labios, inhaló pero nada salió.

Escuchó otra vez su nombre y sólo pudo bajar la mirada.

- Hoy hay una fiesta en la facultad de artes, y no te he visto muy animada. Podríamos ir o quizá podríamos ir a ver una película o-.

- Chaeyoung, perdóname.

- ¿Qué?

Nuevamente Mina tragó en seco, ahora miró a la más baja a los ojos aunque no duró mucho; siente vergüenza de si misma.

Chae sonrió con desgano al verla de esa forma, quiere contenerla pero no puede a menos que la japonesa que tanto le gusta sea sincera.

¿Tan difícil es hablar?

Chaeyoung dio un paso hasta Mina para poder abrazarla, besó su mejilla y escondió su rostro en el cuello de la más alta. Acarició su espalda con sus dedos como si se tratase de un cachorro, de un indefenso y desconsolado cachorro. O pingüino bebé en su caso.

No esperes nada bueno de mi. (Sana & Tzuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora