Paula entendió el significado, al igual que yo— No te preocupes, papá—Dijo orgullosamente—Sé lo que hago.
Papá miró el brazo de Damián y murmuró— No sos la que me preocupa.
Luego de eso papá se fue de nuevo y Dami preguntó:— ¿Qué fue eso?
Lo miré como si fuese un idiota y saqué su brazo.
Paula rodó los ojos y dijo— Es la niña de papá. Está teniendo un momento duro adaptándose a la nueve y mejorada Mica.
— No es el único— Murmuró Gravano.
Le dí un codazo en el estomago tan fuerte como pude en mi camino a la puerta, forzándolo a inclinarse— ¿Qué tan duro fue eso? Pervertido.
De camino, Paula convenció a Damian para que pasemos por la casa de Flor. Traté de decirle que Flor, que incluso era más popular que mi hermana, nunca aceptaría ir a una noche de pelea, pero insistió. Por supuesto, mi amigo no discutiría si eso significaría aparecerse con ambas.
Cuando llegamos, Paula me arrastró fuera del auto—¿Para que me necesitas?
— Porque incluso si no quiere venir, me gustaría que te viese. No creería que pudiera hacerte ver tan linda.
— Flor— Gritó a la puerta oscura— ¡Estamos acá!
— ¿Qué queres decir con "estamos acá"?
Ahí fue cuando se encendieron las luces y alrededor de cien personas salieron gritando: —¡Sorpresa!
Sorprendida no alcanzaba a describirme. Era tan inesperado que ni siquiera supe lo que pasaba hasta que mi hermana se volvió hacia mí con cara de expectante diciendo: —Se que no querías una fiesta, pero te veías tan triste ayer, ¿Cómo no iba a hacerlo?
— ¿Me hicieron una fiesta sorpresa?— Le pregunté, todavía sin creerlo.
— Tuve que hacerlo, son diecisiete años, no podía dejar que sea sólo una cena. ¿Qué clase de hermana mayor sería?
A medida que la conmoción se desvanecía, me di la vuelta. Dami, Gonza, y Rama habían llegado a la puerta detrás de mí y me observaban con expresiones bastantes divertidas:— ¿Sabían sobre esto?— Pregunté.
— No nos dijiste que era tu cumpleaños— Dijo Dami, sonriendo. Los chicos parecían orgullosos de haber mantenido el secreto— Paula me encontró en los fuegos artificiales anoche.
Volví a mirar a Paula, incrédula — Pero no sólo invité a todos mis amigos— Dijo a la defensiva.— ¿Ves? Tengo a Damian ayudándome a obtener los nombres de tus amigos también.
Finalmente miré alrededor de la habitación y de seguro todos los chicos del parque se encontraban aquí. Incluso Occhiato. Y se veían muy emocionados de que me hubiesen sorprendido por mi cumpleaños. Era un poco abrumador. Quiero decir, sabía que eramos amigos y todo, pero ¿Una fiesta sorpresa? ¿Y Dami, Gonza, y Rama pasando por todos los problemas para traerme acá? No me di cuenta que era tan querida.
— ¿Y?— Preguntó Paula nerviosamente. Creo que tenía miedo de que estuviera enojada con ella.— ¿Qué te parece?
Seguí mirando al mar de gente sonriéndome y sentí un nudo en mi garganta— Creo que fue muy lindo de tu parte, Pau— Admití. Y luego, porque sabía que nos estábamos metiendo en una zona sentimental agregué:— Excepto la parte de engañarme para meterme en este vestido.
Todo el mundo se echó a reír— Y es por esto que amamos a Mica— Dijo Dami, despeinando mi cabello.
Esa debió haber sido la seña para que la fiesta comenzara, porque todo el mundo dejó de prestarme atención y comenzó a mezclarse. Golpeé la mano de mi amigo y él se rió de nuevo.—Feliz cumpleaños, Viciconte—Dijo, y luego desapareció entre la multitud.
Tan pronto como se fue comencé a contar mentalmente. Cinco... Cuatro... Tres...
— Oh ¡Dios mio! Mica, Pablo tenía razón sobre vos y Dami. Son tal para cual.
Le di demasiado crédito. La próxima vez tendría que empezar por el tres.
— Uh, Pablo no dijo que fuésemos el uno para el otro, si no que eramos muy amistosos. Y si, tenía razón, somos amigos.
— Pero podrían ser algo más. Estoy segura de eso. No creo siquiera que tomase mucho.
— Creí que era todo sobre Pablo— Argumenté, para motivar la charla.
— Pero Mica, ni siquiera te gusta Pablo, y tienes razón, es un poco escalofriante.
Eso me sorprendió.— ¿Por qué lo decís?
— Fui a invitarle esta mañana a la fiesta y lo encontré enterrado en una pila de libros acerca de trastornos en la personalidad. Le pregunté si quería ayudarme a planear la fiesta y dijo que estaba demasiado ocupado. Cuando le pregunte que hacía dijo: "Averiguando como hacer que Micaela se enamore de mí"
— ¿Qué?!
— Lo sé ¿Cierto? Pienso que habría sido súper romántico, si no estuviese leyendo un libro sobre psicópatas cuando lo dijo.
No sé que me pareció más inquietante, que Pablo estuviese tratando de averiguar como enamorarme, o que buscara consejos de Hannibal Lecter.*
— Pero Dami— Continuó Paula— Es perfecto. Es cierto que no es tan Zac Efron como lo es Pablo, pero sigue siendo bastante lindo y super popular. Además ya se gustan el uno al otro. Sólo necesitan un empujón en la acción romántica.
Suspiré y comenzó a hacer pucheros—¿Por favor?
— Podes tratar todo lo que quieras, pero no funcionará. Dami y yo sólo somos amigos.
Mi hermana lo tomó como luz verde para jugar a los casamenteros y salió corriendo. Cuando desapareció, suspiré de nuevo.
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Casualidad
FanfictionEl verano de los dulces dieciséis de Micaela es un verano de primero. Primer coche. Primer beso. Primer novio. ¿Primer acosador de asesino en serie?