CAPITULO 33.
Cuando entro en la cocina ni se inmuta. Espero unos segundos pero el sigue haciendo lo que creo que es una pizza. Me acerco más a él, hasta quedarme a su lado. Estoy segura que sabe que soy yo aunque ni me haya mirado.
-Hola. -Le saludo. Pero el sigue a lo suyo sin prestarme atención. -¿Quieres que te ayude? -Termina por colocar una abundante capa de tomate. -No piensas hablarme por lo que veo. -Para llamar su atención cojo una loncha de Jamón York y doy un pequeño mordisco. Me mira ¡Por fin! Pero al segundo aparta la mirada y sigue con lo suyo.
Termino de comerme la loncha, arrepintiéndome de ello. Jamás me ha gustado esta especie de embutido.
-Tierra llamando a Niall Horan... -Creo ver que frunce el ceño, parece que se esté cabreando y a mi se me agota la paciencia.
Me acerco a el y poso una mano en su hombro. Noto como se pone tenso y se queda quieto unos segundos, sonrío y me acerco a su oído.
-Algún día tendrás que enseñarme a hacer esto. -Le susurro y se pone mas tenso aún. Gracias a que está en mangas cortas, puedo ver sus músculos contraídos. Carraspeo. -Me gusta tu camiseta. -Sonrío, el se aparta de mi. -Y esos pantalones te quedan genial. - Y no miento esos pantalones de cortos de chándal, le quedan extremadamente bien. Se ve tan sexy con ellos. ¡Por dios Paula! ¿En que estabas pensando? La verdad que la paciencia se me agota. -¡Pero bueno! ¿Es que no piensas hablarme? -El sigue a lo suyo ignorándome totalmente. Resoplo. -No me puedes ignorar de por vida.
Estoy muy frustrada. ¡Tiene que hacerme caso! Grito a mis adentros y sin pensarlo dos veces, cojo una loncha de queso que estaba a mi lado y se la lanzo, dándole en toda la mejilla. Me mira boquiabierto y muy furioso.
-¿Que haces? -Grita. -¡Estas loca!
-¡Por fin habl... -No me da tiempo a terminar la frase cuando el me ha llenado de tomate frito.
Furiosa cojo otra loncha y se la lanzo, acaba en su pecho vuelvo a coger otra loncha, esta de Jamón York que la coge al vuelo. Después cojo otro bote de tomate frito. Y antes de que pueda lanzárselo me rocía el de su bote. Estoy llena de tomate por todos lados. Incluso el pelo, pero no me importa por que en los labios de Niall se dibuja el principio de una sonrisa. Sonrío y le mancho de tomate. Formando una gran mancha en su cuello y camiseta. Río.
-Te ves tan bien. -Le sonrío mirándole de arriba abajo. El no me devuelve la sonrisa es mas ahora parece estar muy cabreado.
-Largo de aquí. ¡Ya! -Grita, y me asusta.
-Pero, Niall... Lo sien...
-Que te largues he dicho. -Vuelve a gritar.
Mis ojos se llenan de lágrimas. ¿Como ha podido gritarme así? Dios mío he visto como ha estado apunto de sonreír y en cuestión de segundos como me echaba de tal forma. Sollozo, y salgo corriendo hacia el coche, Xenia al verme sale y me mira. Le hago un gesto para que calle. Ahora no me apetece hablar.
Desde el coche veo como Zayn sale de casa en mi busca. Demasiado tarde, Xenia arranca y salimos de allí.
(...)
No me apetece levantarme de la cama. Habré recibido unas diez llamadas y ni me he interesado en mirarlas. Xenia ha venido a ver como estaba pero ha tenido que salir para cuidar de un bebé. Sola de nuevo.
Desganada me levanto y me dirijo a darme una ducha. La ducha acaba en baño y salgo por el simple hecho de que no me gusta ver mi piel toda arrugada.
Para algo me ha servido este baño, y es para tener las ideas claras, no puedo dejar todo así, como acabó ayer, y es que siempre acabamos igual, esta vez no pienso huir. Y le seguiré aunque el no quiera. Solo tengo que conseguir que me hable, y que las cosas no acaben peor que están, pero la verdad es que cada vez tengo menos esperanzas, y fuerzas para afrontar todo esto. Las discusiones con el me agotan, pero tengo que decirle que le quiero, después de ello, que pase lo que dios quiera.
