Capítulo 24. "Please Forgive Me."

354 11 3
                                    

CAPITULO 24.

Cuidadosamente, voy limpiando todos y cada unos de los cortes ensangrentados. Vuelvo a colocarme el pijama, y hago una pequeña mueca cuando roza con una de las heridas.

Los pequeños nudillos de Xenia golpean en la puerta. Joder, es que no podré hacer nada para evitar que me acribille a preguntas estúpidas. Por mucho que se interese en mi, jamás podrá sentirse como yo, nunca podrá llegar a entenderme.

-¿Estás bien? –Suspiro y no contesto. Idiota, pues claro que no estoy bien. Definitivamente sabe hacer muy bien su papel protector, parece que haya decidido convertirse en mi sombra.

Abro la puerta y salgo del baño con Xenia detrás de mí siguiéndome hasta mi cuarto.

-Sé como llegar yo solita. –Me meto en la cama, tapándome con el edredón hasta mi barbilla. –Ya te puedes ir, no me voy a cortar. –Enarca una ceja. –Tampoco voy a vomitar delante de ti.

-Ya lo sé, y si así fuera no te iba a dejar. –Le sonrío irónicamente.

-Quiero dormir, y contigo ahí pasmada pues como que no. –Cojo mi móvil y hago el intento de ignorarla. Miro el móvil con el ceño fruncido, y recuerdo por que no lo he cogido durante todo el día, si no hay cien llamadas perdidas y mensajes, no hay ninguna. Suspiro.

-Me da igual lo que digas, pienso quedarme pasmada aquí hasta que digas por que haces eso.

-No. –Respondo secamente.

Comienzo a mirar las llamadas perdidas que no me dio tiempo a mirar antes. Liam. Niall. Xenia. Mi hermana. Mi madre. Dos números desconocidos a los cuales miro con el ceño fruncido. Mi jefa. Compañeras del trabajo. Quizá cincuenta mensajes de más llamadas perdidas, después de ello, mensajes de Niall que no abro. De mi madre. Xenia. De uno de los mensajes desconocidos… Este último, me llama la curiosidad y lo abro.

“Me ha encantado conocerte, eres preciosa. Jeff xx ”

Suspiro cuando Xenia se sienta a mi lado. Apago el móvil y lo dejo donde antes.

-Niall me ha llamado, dice que a el tampoco le coges las llamadas, tampoco contestas a sus mensajes. –Me encojo de hombros.  -Sabes, ha querido suspender uno de sus conciertos para venir.

-Ah, ni me contó que tenía un concierto.

-Quizás sí, solo que te diste por desaparecida y nadie puedo contactar contigo. 

-Por mi que lo hubiera suspendido, ese y todos, que se hunda en la miseria. ¡Lo odio! –Grito exasperada.

-Así que es por él, todo esto. ¿Que ha pasado?

-Ni te importa. –Volteo los ojos.

-Si me importa y demasiado. Si no, ¿Qué hago aquí? Ahora mismo podría estar con Alex. El otro día me dijo que me fuera a vivir con el. –Sonríe. Y en este momento la odio a ella también.

-¡Pues vete! –Me levanto y la empujo para que se levante ella también. –Vete, corre, ve con el. Joder. ¡Los odio a todos! –La vuelvo a empujar para que salga de la habitación.

-¿Sabes? No creo que nos odies. Me hablas y me tratas así, por que te sientes mal contigo misma. –Sonríe. –Es más. Ni siquiera odias a Niall, yo creo que lo amas tanto que llegas a odiarlo. Te niegas a quererle, y no eres capaz de darte cuenta que el te ama a ti. ¡Que os amáis! –Grita y hace pequeños gestos con las manos. –Niégalo si quieres, pero es así.

Ya no quiero escucharla más, cierro la puerta y vuelvo hasta la cama. Pues sí, claro que lo negaré. Eso no puede ser así, jamás. ¡Por dios! Me ha engañado con otra ¿Cómo voy a quererlo? Es imposible. Me frustra tanto pensar en el. No todo era tan difícil antes. Maldita sea lo que daría por estar sola ahora mismo y volverme a encerrar en el baño.

It's gotta be you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora