Capítulo 45.

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CAPITULO 45.

Se acabó nuestra estancia en Edgeworthstown y nuestra gran experiencia en la cama de un Niall adolescente. Me he llevado una foto suya con el permiso de su madre, según ella tiene muchísimas más que ya me enseñara cuando nos quedemos más tiempo. Aun sigo sin poderme creer el pasado que compartimos juntos el y yo. Aquello fue como una pesadilla para mí, cada vez que me miraba al espejo y veía aquel desastre en mis pelos. Me costó acostumbrarme a mi melena corta, siempre la había tenido bastante larga.

-¿Prefieres que nos pasemos después por la casa de tus tíos?

-Si, necesito urgentemente una ducha.

-Que bien. -Sonríe pícaramente. -Me encanta ahorrar agua si es contigo.

Ignoro su comentario y me dispongo a mirar el paisaje. Sinceramente no me entusiasma hoy la idea de ducharme con el. A ver, me encanta ducharme con el y compartir nuestras cosas, pero hoy no, hoy no me apetece.

Llegamos a casa, y lo primero que hago es llamar a mi madre, le pido a Niall que vaya a la ducha pero no lo hace y va a su cuarto. Finalizo la llamada y voy en busca de ropa limpia. Niall sentado en la cama con el móvil, parece que esperando algo. Voy eligiendo mi ropa. Cojo un conjunto de ropa interior, pitillos negros y un jersey finito y suelto, rosa pálido.

-Voy a la ducha.

Sin esperar respuesta y ni si quiera mirarle voy hasta la ducha. Me deshago de mi ropa rápidamente y cuando ya estoy dentro de la ducha oigo la puerta abrirse. Suspiro. Oigo algunos ruidos más, supongo que es Niall desvistiéndose. De nuevo el sonido de la puerta, esta vez cerrándose me desconcierta. Cierro el grifo y abro un poco la mampara. No hay rastro de nadie, sin embargo hay toallas limpias y las que había antes han desaparecido. Me encojo de hombros consciente de que nadie me ve. Ahora me siento mal, es como si quisiera que estuviera Niall conmigo, pasándome la esponja, enjuagándome y repartiendo besos por mi cuerpo. ¿Que me pasa? Ni yo me entiendo. No sé ni lo que realmente quiero.

Salgo del baño ya vestida, y me cruzo con Niall en el pasillo. Me besa en la frente y pasa al baño.

-¡Espera! -Grito antes de que cierre la puerta. -Si no quieres, no tienes por que venir. -Frunce el ceño. -Quiero decir que puedes quedar con tus amigos, con tu hermano o puedes quedarte jugando a la play mientras yo voy a ver a mis tíos.

-No, quiero acompañarte.

-¿De verdad es lo que quieres? No parecía lo mismo cuando te lo comente ayer.

-¿Por qué lo dices con ese tono? -Es ahora que lo dice cuando me doy cuenta que lo he dicho un poco borde.

-No te estoy diciendo que vengas, yo solo te dije que iba a ir a verlos.

-Entonces ve. -Dice un poco más alto de lo normal, le he molestado. -Es mejor que te ahorres tantas palabras y que me digas simplemente que no quieres que vaya. -Vuelve a subir el tono, cerrando la puerta.

El sonido del portazo retumba en mis oídos, me quedo petrificada frente a ella. No entiendo nada, todo esto ha sido tan raro... Cojo mi bolso, y mientras salgo del edificio le escribo un mensaje.

“Lo siento."

Después de enviar ese mensaje llamo a mi tía y le cuento que estoy llegando hasta su casa, la pequeña Amelie debe de estar a su lado, le oigo gritar mi nombre y ya me imagino que debe estar saltando y correteando por el salón, sonrío y al colgar, apago el teléfono.

Cuando llego Amelie salta a mis brazos, no tardamos en ponernos al día de las cosas que han pasado hasta ahora. Incluso le cuento que antes de venir Niall y yo habíamos tenido una pequeña bronca, mi tía no dudó en dejar que me quedase en su casa siempre que quisiera. Me apoya mucho en mi relación con Niall aunque no se crea del todo que esté saliendo con un famoso. Yo tampoco lo creo, es decir la vida que comparto con el suele ser privada y pocas veces nos hemos encontrado a la prensa.

It's gotta be you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora