CAPITULO 15.
Me mira, con una mirada intensa, con brillo en los ojos. Río y me dirijo hacia la puerta.
Entré y encendí la luz, dejé el bolso encima de la mesa y me dirigí a la cocina.
Sentí como unas manos se posaban en mis caderas, giré un poco la cabeza, y sentí su respiración sobre mi cuello. Al momento sentía como mi pulso se aceleraba.
Me giré quedándome frente a el, lo miré a los ojos y coloque mis manos sobre su pecho, poco a poco fui subiendo mis manos hasta su nuca, y comenzaba a jugar con sus cabellos. Cerró los ojos y me acerque a sus labios, le di un corto beso, y después otro.
-Te quedarás a dormir. –Sonreí sobre sus labios.
-Paula yo… -Se separo un poco de mi. No lo dejé, apoye mis dedos índice y corazón sobre sus labios.
-Shh, no era una pregunta, era una afirmación. –Volví a darle un corto beso seguido de otros más, hasta que mordí su labio inferior.
Me acercó mas a el y comenzó a besarme apasionadamente. Gemí y rocé mi lengua con sus labios abriéndolos un poco mas hasta rozar mi lengua con la suya obteniendo más sabor por su parte.
Comenzábamos a andar a tientas por la casa dirigiéndonos al cuarto que estaba en la primera planta, cuando llegamos, me apoyó contra la puerta, que estaba cerrada. Derepente comenzamos a escuchar extraños ruidos se separó de mi, yo aun con los ojos cerrados intentaba mantener la respiración, cuando mas o menos recuperé la respiración le miré fijo a los ojos y vi como intentaba aguantarse la risa. Le cogí de la mano y corriendo subí hasta mi cuarto.
Una vez dentro cerré la puerta detrás de nosotros, y me recosté sobre ella dejándome caer.
-No puedo creérmelo. ¿En serio? –Comenzamos a reír.
-En serio. –Contestó más calmado. Me levanté y me senté a su lado en la cama.
Apoyó una mano en mi cintura, se acercó mas a mi, hasta rozar sus labios con los míos, notaba su respiración, sonrió, y comenzó a besarme, empujándome poco a poco hasta estar tendida sobre la cama.
Subió la mano hasta dejarla sobre mi mejilla, sin parar de besarme, yo subí mi mano hasta el cuello de la chaqueta y se la fui quitando lentamente.
Se separó de mí despacio, aflojó la corbata que finalmente termine por quitársela, sonreí, le agarré de la nuca y lo acerqué de nuevo a mí.
Volví a besarle, tan solo como si no hubiera mañana, como si no hubiera nada ni nadie que pudiera separarnos, y con un movimiento ágil logré colocarme encima de el.
Sin separarme de el comencé a dejar un rastro de besos desde su mandíbula hasta su cuello.
-Paula… -Comenzó a subir su mano que estaba en mi cadera, por mi espalda desnuda, hasta mi hombro, deposito un terno beso en el, y fue retirando poco a poco el tirante del vestido. Comenzó a subir con tiernos besos por mi cuello. Me separé, sentándome a horcadas sobre el.
-No sigas, si no quieres lamentarlo. –Pasé mi cabello hacia un lado he hice el intento de levantarme.
Me cogió por la cadera, y me presionó contra su miembro.
-Paula, te deseo. –Dijo agitado, y se acercó a mí.
Le dí un corto beso, y logré zafarme de el.
-Has traído, ya sabes… ¿Preservativos? -Me dirigí hacia el armario, y abrí uno de los cajones, saqué un pijama y lo tiré encima de la cama. Me volví y vi a Niall apoyado sobre sus codos observándome.
