CAPITULO 8.
Después de unos minutos llegamos a casa.
-Paula. –Susurre varias veces y también la zarandee, pero no respondía. -Paula despierta. –Volví a zarandearla.
-¿Qué ocurre? Un poco más… –La dejé un poco mas, no mucho pero ella ya se había vuelto a quedar dormida, así que salí del coche y me dirigí a casa, abrí la puerta y luego fui de nuevo al coche, le quité el cinturón de seguridad y la saqué del coche en volandas.
Entré en casa con Paula en brazos, y la deje dormida en el sofá mientras iba a buscar algodón y algún desinfectante.
Cuando volví al salón me encontré a Zayn en el otro sofá fumando.
-¿Qué le ha pasado?
-Una pelea.
-Pues valla, si que ha acabado mal.
-Créeme en comparación con la otra muchacha no es nada.
-¿Cómo ha acabado la otra?
-Creo que medio inconsciente. –Emitió un silbido.
-Que fiera, habrá que tener cuidado. –Apagó su cigarro y subió arriba.
-Buenas noches Zayn.
Cogí un trozo de algodón y vertí desinfectante en el.
No sabia por donde empezar, tenía una herida en la ceja que le sangraba mucho, y luego tenía otra en el labio, su labio estaba inflamado y comenzaba ponerse morado.
Empecé por la herida de la ceja, daba pequeños toquecitos en la herida, y sentía como Paula se estremecia.
Tiré el algodón y cogí otro, para la herida del labio.
[Narra Paula.]
Sentía como Niall me curaba la herida y me causaba dolor y escozor.
El cogió otro algodón y lo dejo sobre mi labio unos segundos, el labio me ardía.
-Ah, Niall así no. –Le agarré la mano y la retiré. –Me duele mucho. –Me incorpore en el sofá y agache la cabeza.
-Deja que te curé. –Me cogió del mentón y me levanto un poco la cabeza. Volvió a posar el algodón en la herida, y yo me quejé de nuevo.
Niall estaba a muy pocos centímetros, soplándome la herida para que me causara menos dolor.
Me parecía irresistible, y no aguantaba las ganas de poderle besar, acabe con los pocos centímetros que nos separaban y le besé.
Sabía que aquello no era lo correcto, así que hice el intentó de separarme, pero Niall me cogió de la nuca y volvió a juntar nuestros labios, haciendo que el beso fuese mas intenso y cálido.
-Niall, no. –Me separé. –No es lo correcto.
-Tranquila. –Sonrió
-No. –Cogí los tacones, me los puse y me levante dirigiéndome hacia la puerta, tenia los ojos humedecidos, en breve se escaparon algunas lágrimas, las limpié.
-¿Dónde crees que vas? –Me agarró del brazo.
-Niall yo… -Se acerco a mi sonriente, y me abrazó, justo era lo que necesitaba.
Se separó de mí y en su rostro se dibujó una sonrisa.
-No te vayas, por favor. –No sé como, pero le devolví la sonrisa aun sin ganas. -¿Tienes hambre?
-Un poco. –Agaché la cabeza, sonriendo.
A Niall parecía no importarle mucho lo ocurrido, así que comencé a hacer como si a mi tampoco me importara.