CAPITULO 40.
Sobresaltada, totalmente desnuda y empapada en sudor por el calor que desprenden nuestros cuerpos, observo a Niall, mantiene un brazo sobre mi abdomen, y duerme plácidamente. Sonrío, tiene la boca entre abierta sobre la almohada y parece feliz. Acaricio delicadamente su mejilla, con mucho cuidado de no despertarle. Me entran unas ganas terribles de besarle pero me reprimo y dejo que siga durmiendo. Sigilosamente y con cuidado retiro su brazo, y me voy levantando de la cama, necesito ponerme algo de ropa, y beber un poco de agua. Me pongo mi ropa interior y la sudadera de Niall. Salgo de la habitación y voy bajando por las escaleras intentando causar el mínimo ruido. Cuando llego a la cocina, bebo un poco de agua, voy a dejar el vaso sobre la encimera, cuando de repente me sobresalto por unas carcajadas. Debe de haber alguien en la habitación de invitados. Dejo por fin el vaso, y cuanto antes salgo de allí. Abro la puerta causando el mínimo ruido y cuando salgo al pasillo choco levemente con algo, o alguien. Me ruborizó y lentamente levanto la vista, Harry se tapa su miembro con las dos manos y huye hasta el cuarto de invitados. No puedo evitar soltar una leve risita por semejante espectáculo.
Despierto, unos enormes ojos azules centelleantes me miran posando toda su atención en mi, y siento unas leves cosquillitas sobre mi estomago, causadas por las caricias de Niall. Le sonrió y el me devuelve la sonrisa.
-Buenos días, amor. Se acerca hasta posar sus labios sobre los míos.
¿He escuchado bien? ¿Ha dicho ‘amor'? Se me derrite el alma al escuchar sus palabras, no doy crédito.
-Buenos días. -Respondo sin dejar de sonreír.
-¿Has dormido bien? -Asiento sonriente. El me devuelve una sonrisa.
-No sé en que momento de la madrugada me levanté y fui a beber, al salir de la cocina me encontré a Harry totalmente desnudo. -De nuevo no puedo evitar reír al recordarlo, Niall también ríe.
-Creo que todos en esta casa hemos estado alguna vez en esa situación.
Mantenemos las miradas fijas, en ningún momento ha apartado su mano de mí, las caricias siguen por mi costado, alrededor de mi ombligo y parecen no cesar. Cierro los ojos y trago saliva, cómo me gustaría que este momento se congelara y no terminara nunca. Para mi desgracia de nuevo hoy ellos tienen que partir, de nuevo se aleja de mi.
Paso una mano por su nuca, me acerco hasta el y le beso, lentamente como si no quisiera que terminara jamás. Acaricio su pelo y él pasa su lengua por mi labio inferior, después tira de él delicadamente, provocándome un gemido. Sonríe sobre mi boca, me da un último beso y sale de la cama delicadamente.
Siento como me ruborizo al ver su despampanante trasero, sonrió mientras saca unos calzoncillos limpios y se los pone. Me incorporo y me acerco a su espalda, le abrazo y le beso. Primero beso su hombro, después asciendo hasta su cuello. Gira su cuello hacía mi y me besa en los labios. Al girarse puedo ver como está excitado, me desea y eso hace que me ruborice aun más. Sonríe, me coge en volandas, totalmente desprevenida. Comienzo a dar patadas y a pedir que me baje, no lo hace y se ríe mientras salimos del cuarto. Vuelvo a suplicar que me baje y le golpeo el pecho, no muy fuerte, pero igualmente no consigo que me baje. Entramos en el baño, cierra la puerta tras de él con una patada y me deja sobre el lavabo. Se acerca a la bañera y deja correr el agua. Hago el intento de bajarme, cuando me agarra de las caderas y me pega a el.
-Me encanta cuando te ruborizas. -Susurra en mi oído. Besa mi cuello. -Cuando te sientes desprotegida. -Vuelve a besarme.
Agarro su cara entre mis manos y le miro fijamente. El sigue excitado, y su respiración es entrecortada. Me acerco mas a él, nuestros labios, y narices se rozan. Ahora mi respiración también es agitada. Deslizo mi mano hasta su nuca y me besa vorazmente, su lengua invade mi boca y siento como le deseo yo a él también. Agarra mi pelo y tira delicadamente de el hacia atrás dejando acceso a mi cuello. Jadeo cuando noto su aliento por mi cuello, como sus labios rozan mi piel sin besarla. Alzo mis caderas a él y entonces besa, muerde y lame mi cuello.
