Capítulo 29. "Never let me go."

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CAPITULO 29.

Llego a casa acompañada de Liam. Se ha ofrecido a traerme después de haberme derrumbado en el bar. Todos me miraban extrañados, preocupados. No entendían como ahora estaba feliz y al cabo de unos segundos las lágrimas rebosaban por mis mejillas.

En el coche, tampoco he dejado de llorar. Liam a mi lado ha intentado sacarme porque lloraba, pero no le dije nada. Incluso se ha ofrecido a quedarse conmigo. Me he negado rotundamente ya que mañana viajan a Ámsterdam.

Justo antes de dormir tengo la tentación de llamarle, contactar con Niall, escuchar su voz. Pero me resisto y estoy segura de que si lo hubiera intentado el me hubiera ignorado por completo.

(…)

Tres días después, he intentado seguir normal, con el trabajo, y en casa con mi madre, hermana y Xenia. Por suerte ellas no han notado nada. Aunque dudo que Xenia no lo haya notado, estoy segura que sabe algo pero no dice nada para no agobiarme, y se lo agradezco. Llamé a Jeff y quedé con el para comentarle que me encantaría formar parte del grupo, por ahora solo hemos ensayado una tarde, y me han tratado genial desde que llegué.

Soy masoquista. El día después de que mandara todo a la mierda, me dirigí a un fotógrafo para que sacara una foto nuestra, de Niall y mía en la que salgamos juntos. Le puse un marco, y duermo con ella todas las noches, dejando que el sueño venza mis lágrimas.

Hoy, me cuesta levantarme de la cama, no quiero salir, pero ayer me lo propuse y hoy tengo que armarme de valor y hablar con Niall. Si no quiere, insistiré hasta que mis fuerzas me traicionen pero no quiero dejarlo ir, no quiero ver como se derrumba mi mundo por una maldita estupidez.

Me visto rápidamente, el tiempo me pisa los talones, y he de darme prisa si no quiero llegar tarde. Paso con la velocidad de un rayo delante de Xenia, me despido, y le doy un beso en la mejilla. Salgo de casa y con paso ligero me acerco a mi trabajo.

Cuando llego me pongo tras el mostrador, junto a una compañera. Es extraño, por que mi jefa siempre que llego, sale y me saluda amablemente, y hoy no lo ha hecho. Casi mejor así no tengo que aguantar su voz chillona.

Cuando van a dar las once, como siempre algunas de mis compañeras han conseguido el permiso y pueden salir durante quince minutos. Me acerco hasta el despacho para solicitar mi permiso, cuando justo en ese momento sale mi jefa y se dirige a mi sonriente.

-¡Paula! –Sonríe. –Tengo que pedirte un favor, ¿Puedes venir conmigo al despacho? –Asiento y la sigo hasta su despacho.

Dentro, me ofrece asiento delante de ella.

-Bueno… ¿Qué tal, Paula? –Comienza a ordenar algunos papeles que tiene delante.

-Muy bien, señora. –Le sonrío.

-Veras, quería pedirte algo… Dentro de tres días es el cumpleaños de mi hija menor, ¿Y a que no sabes qué? –Niego con la cabeza. –Ella es fanática de estos chicos… -Queda pensativa. –One Direction. Sí, ellos. –Afirma y sonríe. Le devuelvo la sonrisa. –Yo quería saber si tú, como eres la novia de uno de ellos, podrías conseguir que vinieran a verla. –Me agarra mis manos. –Créeme, harías su sueño realidad.

-Pero… Yo no puedo hacer eso, ellos están de acá para allá estos días…

-Bueno eso no es problema. He oído que justo el día del cumpleaños de mi hija, ellos vienen hasta Londres, ya que tienen un par de días libres. –Me sonríe mostrándome toda su dentadura perfectamente blanqueada.

No puedo dar crédito a lo que me está pidiendo. Yo ni siquiera sabía que ellos vendrían. Hablé con Liam y Harry cuando ellos llegaron a Ámsterdam pero no me mencionaron nada de ello.

It's gotta be you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora