Capítulo 27.

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CAPITULO 27.

Cuando me alejé, sus labios trataron de seguir. Lo calmé con otro beso que se encargó él de profundizarlo. Entreabrí mis labios dejando paso a su lengua. Me besó con fuerza y el tiempo suficiente para que yo pudiera saborear más de él en mi boca, que de mí misma.

Justo en ese momento, llaman a la puerta. Maldigo por lo bajo, y nos separamos a duras penas. Me falta el aire, y muero por besarlo de nuevo.

-¿Esperas a alguien? –Niego y quedo pensativa.

-Debe de ser Liam. ¿No? –Me voy levantando y me dirijo a la puerta.

Antes de abrir la puerta, acaricié mis labios. Parecían hinchados después del beso. Me resisto a humedecerlos, y abro lentamente la puerta. Liam sonriente se acerca a mí, le devuelvo la sonrisa y me abraza con fuerza. Es grande, y en cierto momento creo que puede cubrirme entera. Sus hombros anchos y su cadera estrecha hacen que tenga un cuerpo ideal, y fornido. Definitivamente es un chico perfecto. Tiene todo lo que una chica podría desear. Ternura, simpatía es amable y gracioso. Y por no hablar de lo atractivo que es.

-¿Qué tal está mi pequeña? –Me sonrojo al recordar cómo entró Niall esta mañana en mi habitación y me saludó de esa forma. No me importaría escucharlo otra vez de sus labios. 

-Perfectamente. –Le sonrío, y después miro a Niall. Parece estar cabreado y ha vuelto al móvil. -¿Quieres algo? –Le pregunto aprovechando que estamos justo al lado de la cocina. Cierro la puerta y me dirijo hasta la cocina.

-Está bien. –Me acerco al frigorífico y cojo tres botellines de Carlsberg. Le paso uno a él, y los otros dos los llevo al salón.

Nos acercamos al salón y nos sentamos en el sofá. Dejo una Carlsberg al lado de Niall, y de la otra bebo un trago.

-Ayer todos estábamos muy preocupados por ti, cuando Niall llegó con la noticia. Me alegro de que solo haya sido un susto, y estés bien. –Sonríe y da un largo trago.

-Me hubiera gustado haber ido a veros. –Le devuelvo la sonrisa. Resopla.

-Mejor que no, tenemos la casa patas arriba. Mañana nos vamos a Ámsterdam.

Quedo pensativa, después de haberme dicho que se iban de nuevo. Dirijo la mirada a Niall. Sigue con el móvil ni siquiera se ha inmutado en coger la cerveza. Como si supiera que le miraba, me dirige la mirada. Se encoge de hombros y sigue pendiente del móvil.

Miro a Liam con una sonrisa falsa en los labios, mientras me habla que tal le han ido en los últimos conciertos, y que tienen preparado para los siguientes. Apenas estoy pendiente de él. Mis pensamientos están ocupados por Niall, y su actitud. No puedo entender por que se comporta de esa forma. Justo antes de que llegara Liam nos estábamos besando. Y por ese pequeño instante pude creer que estábamos bien. Que nuestra relación estaba bien y podríamos seguir adelante. Pero la actitud de Niall me transmite poca confianza en ello. Mas aún cuando se levanta y coge su chaqueta.

-¿Te vas? –Corto a Liam, que estaba hablando en ese momento.

-Si, ya es hora. Tengo… Tengo que hacer algunas cosas. –Liam le mira con el ceño fruncido. Que Niall dude y que Liam le mire así, hace que desconfíe aún más.

-¿Ocurre algo?  -Les miro a los dos. Liam se encoge de hombros, y Niall parece ponerse nervioso.

-No, nada de que preocuparse. –Da media vuelta, y sale de casa.

Frunzo el ceño y miro a Liam que sonríe y da el último trago.

-¿Quieres más? –Miro la cerveza de Niall, intacta. Me estiro, la cojo y se la acerco. Él deja la suya, vacía sobre la mesa, y coge la otra.

It's gotta be you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora