CAPITULO 9.
Me quedaba poco para llegar a casa, y a un par de minutos vi como dos chicas me miraban de arriba debajo con cara de desprecio. Al pasar por delante de ellas escuche un ruido extraño suponía que me habían echo algunas fotos, me gire y las mire y justo me hicieron otra foto, sin hacerle mucho caso seguí por mi camino.
-He vuelto. –Grité al entrar en casa.
Rápidamente mi madre salió de la cocina y me abrazó con fuerza.
-¿Dónde has estado hasta tan tarde? ¿Por qué no has avisado? ¿Qué te ha pasado? …
-Respira mamá, estoy bien. –Sonreí y vi que Xenia bajaba por las escaleras a toda prisa.
-Perdón, pero te la robo un segundo. –Me cogió de la mano y me llevó hasta arriba.
-Me vas a matar.
-Lo siento, pero tienes que ver como están las redes sociales. –Se quedo fijamente mirándome asustada. -¿Y eso? –Dijo señalándome a la cara.
-Xenia, mejor voy a ducharme, después te cuento. –Miré en el armario y cogí lo primero que pude.
Justo al salir de la ducha oí como mi madre me llamaba así que baje las escaleras.
-¿Si?
-Cogí una galleta que había por allí.
-Necesito que vayas a comprar unas cosas.
-Pero mamá…
-Por favor. –Me ofreció un papelito donde venia la lista.
Subí al cuarto por si Xenia quería acompañarme y no se negó.
Cuando termine de hablar con Xenia entré en el baño para quitarme un poco de humedad en el pelo, salí dejando a Xenia para que se preparase y la espere abajo.
Ya había terminado Xenia, cogí mi abrigo y la lista y salimos hacia la tienda más cercana.
Cruzando un parque, a pocos minutos de llegar a la tienda Xenia paró en seco y me miro.
-Te estoy esperando.
-¿Esperar? ¿Lo que?
-No te hagas la tonta. –Siguió andando.
-Contigo no hay quien pueda, pues veras, primero fuimos al cine…
-Ah y... ¿Hay es donde os hicieron fotos?
-¿Cómo lo sabes?
-Estas en todas las redes sociales, vas a ser famosa. –Rió.
-Dejémoslo hay. –La mire mal. –A ver, después me llevó a una discoteca, nos encontramos con Louis y su chica, bailamos, y bueno, una chica de buenas a primeras se me acercó insultándome, tuvimos una pelea, y de hay vienen las heridas.
-Pero que puta.
-¿Quien?
-La chica esa. –Reímos. -¿Y después?
-Pues me quedé dormida supongo, y me llevó a su casa me curo las heridas y nos besamos.
-¿PAULA?
-Me llamo. –Ella paró de nuevo pero yo seguí andando.
-Espera, espera ¿Os besasteis?
-Si, no te pares, tengo prisa.
-Eh, pero explícame como fue el beso, tengo curiosidad.
-La curiosidad mató al gato. –Entramos en la tienda.
