CAPITULO 44.
-No seas mala... Te deseo pero no voy a hacerte el amor, ahora no. -Hago un mohín y dejo que me bese, dejándome caer al suelo.
Voy desbotonando su camisa lentamente y dejo que caiga al suelo. No aparto mis manos de su piel, acaricio sus brazos, bajo por sus costados. El me observa y creo que sabe o intuye lo que quiero hacer. Me sonríe y le devuelvo su sonrisa, colando una mano por sus boxers, acariciando su miembro con ansia. Cierra los ojos fuertemente y deja caer su cabeza hacia atrás mordiéndose el labio. Agarra mi mano con fuerza.
-Para o no respondo. -Gruñe.
-Entonces no respondas. -Le sonrío.
Mi sonrisa dura poco ya que me coge en volandas y me mete en la ducha dejando caer agua fría sobre mí. Le miro boquiabierta, con el ceño fruncido, el ríe y yo le golpeo en el pecho para que me suelte. No lo hace, el agua se pone mas templada, y por fin Niall me suelta. Me mira, mira mi blusa toda empapada, pegada a mi, moldeándose a mi cuerpo.
-¿Ya no estás tan caliente? -Pregunta. Le fulminó con la mirada.
-Habla por ti, que en cuanto me viste querías follarme en tu cama. -Pega su cuerpo al mío.
-Cuida ese lenguaje. -Apoya una mano sobre mi mejilla y la acaricia. -Yo no quiero follarte, sólo quiero hacerte el amor. -Susurra sobre mis labios.
Intento besarle pero el se aparta sonriente. Niega con la cabeza, y me ayuda a sacarme la camiseta.
Estoy agotada, siempre lo estoy después de viajar. Sin embargo estoy frente al armario de Niall organizando mi ropa y decidiendo que me voy a poner para salir con él a cenar.
-¿Prefieres que nos quedemos hoy en casa? -Niall está tumbado en la cama, con su portátil aunque me presta más atención a mí, que al portátil.
-No, quiero ver a tu familia.
-Vamos a estar aquí muchos días, tendrás tiempo suficiente para verlos.
-¿Muchos días? Di una cifra exacta. -Le miro enarcando una ceja.
-No sé, tres semanas quizá. -Se encoge de hombros. Resoplo. -¿Por qué?
-Creía que iba a ser una semana o poco más. Al ver las pocas cosas que dejaste en casa para el viaje...
-Esta es mi casa Paula. Aquí lo tengo todo ahora mismo. -Queda pensativo. -Bueno, todo no, pero sí lo que necesito.
Intento reprimir un bostezo, pero es en vano. Para disimularlo vuelvo a dar la vuelta y sigo ordenando la poca ropa que he traído pensando que la estancia iba a ser mas corta. Quizá solo haya traído ropa para cinco días como mínimo. Vuelvo a bostezar, este bostezo es mas largo y tengo que llevarme la mano a la boca. Saco un body que aun no había estrenado, palabra de honor y de encaje, después rebusco mi falda color rosa pálido en la maleta. Me la había traído justo para el momento de ir a cenar con la familia de Niall.
-¿Que haces? -Pregunta levantándose y agarrando mi ropa. -No vamos a ningún lado. El body lo mete donde estaba antes y la falda la cuelga delicadamente en el armario.
-Vamos a ir a cenar con tu familia. -Digo volviendo a coger el body.
-No. -Dice rotundamente arrebatándomelo de las manos. -¿Alguna vez en tu vida me harás caso? Hoy nos quedamos aquí, tienes que descansar. -Cierra el armario, después la maleta.
-Pero habíamos quedado con...
Apoya un dedo sobre mis labios, los besa y noto como sus hábiles dedos van deshaciendo el nudo del albornoz. Me lo quita lentamente, dejándome desnuda ante él.
