Paz Robada® (Zashley)

Capítulo 22

Hacía ya mucho que no dormía tan bien. Tuvo que admitir Ashley. Hacía ya mucho tiempo que no se despertaba con esa seguridad de amor y protección.

Recordaba que no había estado muy segura de aceptar dormir abrazada a él, pero también recordaba que se había quedado profundamente dormida, y sin pesadillas gracias al calor de Zac.

Al despertarse lo había mirado dormir justo como la noche pasada, y Ashley había sentido una oleada de amor que la llenaba.

Zac era tan varonil y tan guapo, pero dormido le recordaba a un hermoso niño pequeño. Era demasiado infantil, y a ella la enternecía demasiado.

Con una enorme sonrisa Ashley se había bañado y vestido para bajar a hacer el almuerzo.

Sabía de sobra que Zac siempre despertaba con apetito de más. Nunca había conocido a nadie que comiera tanto como él, bueno, tal vez su hermanito Tyler que era indudablemente un glotón, pero ni siquiera se le acercaba a Zac.

Pero antes de comenzar, le dio de comer a Browser, y le abrió la puerta para que saliera a jugar.

–No vayas muy lejos, amigo– le dijo sonriente.

El perro lanzó un ladrido amistoso como respuesta, después salió disparado al pasto a revolcarse.

Ashley sonrió. Adoraba a ese perro, y cómo no hacerlo si Zac también lo adoraba. Era como un hijo, un perrhijo.

Cuando Zac despertó se quedó boquiabierto ante el banquete que Ashley le había preparado.

Había emparedados de pavo, huevo revuelto con tocino, chilaquiles mexicanos, panqueques con mermelada, magdalenas con mantequilla, pan tostado, café, jugo de naranja y licuado de frutas.

Zac se sentó y lo devoró todo en un instante, a diferencia de Ashley que comió sólo un emparedado y jugó.

–Creo que regresaré rodando a la próxima temporada– comentó Zac satisfecho.

Ashley rió y negó.

–Claro que no, tienes muy buen metabolismo, esto no es nada, Efron– sonrió.

Zac soltó una carcajada.

–Cierto, soy un jodido suertudo– le guiñó un ojo.