CAPÍTULO 80 - ¿LA DIFÍCIL?

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 Ella se preguntaba cómo llegó a suceder todo esto, todas las paredes blancas estaban manchadas de sangre, su pulcritud manchada en sangre y cuerpos humanos, sus compañeros de trabajo, y nadie pudo detenerlo, no pudieron defenderse, quien era el monstruo responsable de todo esto; ella yacía en la última habitación, la más grande de todas, la habitación de pruebas de armamentos, era tamaño de medio estadio de fútbol, todo subterráneo.

Las puertas se abrieron y ella volteó a verlo directamente a la cara con mucha rabia.

AMELLYN: Tenías que ser tú, el Soli Blanco.

SOLI BLANCO: Veo que te gusto mucho, tanto que me conoces a la perfección, ¿cierto?, por eso se que vas a ser muy difícil de dejarte atrapar.

AMELLYN: ¿Gustarme tú?, por favor, ¿ya te viste esas horribles... venas... pronunciadas y... varoniles...

SOLI BLANCO: ¿Es enserio?, eres una niña, somos unos niños, y tú, ¿ te estás excitando?, -ajajaja- a ver, qué pasa si, me pongo un poco más cómodo.

El Soli Blanco se quitó la casaca militar que traía puesto, dejándolo con un bividí blanco, y los tonificados y venosos brazos al aire libre y a vista de Amellyn, 

Era un niño aún, pero ya con bastante cuerpo como el de un adolescente, -¿esto te pone caliente ricurita?- preguntó en manera de burla.

-No, para nada- dijo con mucha seriedad Amellyn mientras lo retaba con la mirada, inmediatamente se elevó por los aires con las botas especiales que traía puesto, el Soli Blanco solo la veía volar por los aires cual ángel, ya que ella estaba completamente de blanco, -somos dos ángeles cariño, no quisiera matarte, pero bueno, que se hace- decía con la baba cayendo de su boca.

Amellyn descendió sobre  un delgado y enorme robot.

AMELLYN: Muere maldito error.

Acto seguido comenzó a dispararle con las armas de las manos del robot, si  piedad, la pequeña niña tampoco era una tonta, esta sería un épica batalla a muerte; y el Soli Blanco lo sabía bien, de repente sin pensarlo este se transformó en NIREX, gran sorpresa, por primera vez en su vida Amellyn veía un NIREX en su forma completa y bajo control ante ella, era hermoso y aterrador, no había cómo describirlo, era un NIREX que nunca antes había sido planeado que existiera, uno sin antecedentes o estudio alguno, el NIREX QUIMÉRICO.

Una enorme bota se lanzaba hacia ella, pero se encontraba dentro del robot, y sin más tiempo para poder describir aquella monstruosa maravilla creada por el hombre, usó uno de los brazos para golpearlo en la cara, el NIREX salió volando por los aires; inmediatamente el robot con Amellyn dentro se lanzó encima suyo golpeándolo repetidas veces, pero de repente el robot se apagó por unos segundos, tiempo suficiente para que este se la quitara de encima y le contraataque y le lleve al cielo a punta de fuertes golpes, luego la tomó de lo que parecía la cabeza del robot dispuesto a estampara contra el suelo y posiblemente ,matar a la tripulante con el impacto, pero el robot se volvió a encender.

El impacto fue muy duro, el robot cayó sobre sus manos, pero una de ella ahora estaba quebrada, al fin y al cabo era solo un prototipo, se arruinó, todo, pero no se daría por vencida, una enorme y afilada navaja brotó de su muñeca rota, la otra mano se estiró hasta alcanzar su cuello, lo tenía, lo presiono con tal fuerza que no escapase y lo atrajo hacia ella, mientras que con la otra mano apuntaba la afilada navaja hacia su vientre, -muerete de una vez- pensaba la niña.

Tan cerca de matarlo, pero el maldito se volvió humano otra vez, esquivando el ataque y escabulléndose de las manos del robot, nunca había visto tal control sobre un NIREX, saltó al cielo apoyándose en el brazo del robot, Amellyn no salía de su sorpresa e intentaba  volver a poner en posición de lucha a la máquina, pero el Soli Blanco se transformó en NIREX en el aire, y descendió con un certero puño hacia la cabeza del robot.

Antes de que este hiciera impacto Amellyn eyectó la silla de comandos por los aires junto con ella, el monstruoso NIREX destrozó con su puño la cabeza del robot, son to dentro, con todo el cuerpo, un puñete tras otro hasta aplanarlo por completo, mientras con sus dientes desgarraba las extremidades del robot.

Amellyn se dispuso a correr, sin antes dejar lasers, uno tras otro tras su paso, pero antes de que todos se activase el Soli Blanco ya los había pasado, era mas rápido y nunca quitaba esa macabra sonrisa de su rostro.

La logró atrapar, un golpe a su rostro, otro a su estómago, Amellyn estaba botando sangre de la nariz y algunas lágrimas de dolor, el Soli Blanco la miró, apretó sus mejillas con una sola mano, logrando que sus pequeños pero gruesos labios sobresalgan de su rostro, dispuesto a dar un último golpe... ¡¡LA BESÓ!!, y le dijo, tu si que fuiste mucho más complicada que Zuly, creo que te amo -jajajaja-; ven es hora de la tortura cariño.

SOLITARY - Sentimientos sin corazón, locura sin razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora