La Nana (en edición)

El momento a llegado

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Para: Tony

¿Podrías venir hoy por mí?, recuerda que llegan a las 5 los papás

XOXO

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Han pasado 3 semanas desde que empecé a trabajar aquí con los niños y hoy van a llegar los padres, en estas semanas he conocido a los pequeños, y no son unos demonios como creía, sí, por supuesto que son traviesos y un poco desesperantes, pero no son malos, realmente tienes que conocerlos para poder descubrir su mejor lado.

Cada uno me mostró un lado magnifico que estoy segura que nadie que vino a trabajar aquí pudo ver de ellos, Luca, aunque es muy coqueto con todas las mujeres que ve, es un niño muy inteligente y astuto, le gusta que todo esté en orden y que claro, nadie toque sus cosas, hasta me sorprendió saber que puede hablar varios idiomas con fluidez y sabe de artes marciales.

Pierth me ha enseñado que las cosas más asombrosas las puede creer un niño con un poco de ingenio, es un niño brillante (por no decir que es un mini genio), imagina cosas sorprendentes y el mismo las crea, es extraño y raro a veces, pero eso creo que lo vuelve realmente especial y único, es como un Einstein en miniatura.

Margaret a pesar de que la conocí siendo una niña que se escondía detrás de su celular de ultima generación, con el paso de los días me he dado cuenta que es una niña estupenda, de que tiene un buen sentido de la moda y sabe diseñar, aunque yo creo que su futuro se va mas por los números, es excelente haciendo análisis del mercado, sabe un poco de empresas, sin dudarlo creo que será la única que siga los pasos de sus padres.

Suzi bueno ella es extraña y muy traviesa, por no decir también que berrinchuda, pero es un encanto de niña, tiene una audacia sorprendente, tiene una flexibilidad asombrosa, y sin contar que es una curiosa que le encanta saber cada vez más, a su corta edad sabe demasiadas cosas, incluso cosas que yo no sabía.

Esos cuatro niños son únicos y especiales, hacen que mi trabajo sea muy divertido y logran que tenga ansias de que llegue el siguiente día para ver con que nuevas aventuras me enfrentare, cuando estoy con ellos es inevitable no sonreír.

"Te recuerdo que no te puedes encariñar, te iras pronto y si empiezas a sentir cariño, tanto ellos como tú, van a sufrirán".

Aunque no lo quiera admitir (y no me gusta admitirlo) Tuqui tiene razón, no puedo encariñarme de los niños por mas maravillosos que sean, pero me es imposible, todos los días hacen algo que me sorprende cada vez más.

- Sophi, ¿crees que mamá y papá se vuelvan a ir por trabajo? - pregunto Suzi acostada en mis piernas, yo le peinaba el pelo con mis dedos, había una pequeña punzada en mi pecho a la cual no le quería prestar atención.

- Supongo querida, pero la verdad no lo sé, pero si se vuelven a ir, yo volveré a estar con ustedes - fingí una sonrisa, pensar que hoy me iba me partía el alma, aunque yo no quisiera, pero debía tratar de fingir que todo estaba bien.

- ¿Te iras hoy o mañana? - pregunto Pierth recostándose en mi hombro (me encantaba estar así con ellos), le toque la cabeza con una de mis manos y recargue mi cabeza con la suya, había una sensación de paz en el ambiente, pero a la vez una nostalgia sofocante.

- Hoy corazón, tengo asuntos que atender y lamentablemente no me puedo quedar, pero siempre que me necesiten estaré aquí - dije tratando de aguantar las lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.

-Te vamos a extrañar- dijo Suzi levantando su carita de mis piernas.

- Y yo a ustedes, pero como les digo, siempre que me necesiten me pueden llamar y vendré rápido, o si quieren hablar pueden hablarme por vídeo llamada, ¿les parece la idea? – les pregunte, ellos solo asintieron tristemente, era raro verlos tan decaídos, ellos no eran así.

- Sophia... eres una buena niñera - dijo Margaret dejando su celular a un lado, me sorprendió que me abrazara, nunca había demostrado afecto hacia mí, con gusto le correspondí el abrazo.

-Gracias Margaret- cerré los ojos fuertemente y una lagrima logro escapar de mis ojos, como pude la limpié rápidamente.

Los cuatro niños me abrazaron y yo a ellos, definitivamente me había encariñado con estos niños, había sido imposible evitarlo, y sabía que solo cruzando esa puerta los padres me tendría que ir y no sabía cuándo volvería a verlos o si me volverían a contratar.

Margaret se separó de mí y limpio mi lagrima que no me había dado cuenta habían empezado a salir una tras la otra, note un destello de tristeza en sus ojos, pero desapareció al parpadear, ella nunca dejaría que yo la viera llorar, tomo su celular y se fue a su cuarto y no volvió a salir.

Los niños miraron a su hermana irse así que ellos también lo hicieron, la única que se quedo fue Suzi, le sonríe y seguí peinando su pelo, en mi mente empecé a pensar en muchas cosas, pero a la vez en nada, era raro, no podía concentrarme en nada.

- Señorita ¿van a querer que haga algo de comer? – pregunto Robert desde la puerta de la sala de juegos.

- No creo que los niños tengan hambre ahorita pero tal vez para cuando lleguen sus padres se animen a comer algo – Robert asintió y se retiró dejándome de nuevo sola con Margaret.

- Sophi ¿Me vas a extrañar? – Suzi me miro a los ojos, note como sus ojitos se empezaban a llegar de lágrimas.

- Por supuesto pequeña, nunca olvidaría todos los días que estuvimos jugando, ahora quien jugara con el payaso Mircol – eso hizo sonreír a Suzi y me abrazo.

- Yo también te voy a extrañar – era un momento único, quería quedarme así mucho tiempo.

Fuera de la casa se empezaron a escuchar ruido y supe que lo esperado estaba por pasar, me separe de Suzi y le toque la cabeza.

- Suzi ve a hablarles a tus hermanos, diles que ya llegaron tus papás, que bajen a recibirlos – esta asintió y rápido corrió a avisarle a sus hermanos, agarre mi celular para checar si Tony había respondido mi mensaje.

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Para: Sophia

Ya voy para allá, no tardare

XOXO

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Era un hecho, hoy me iba y dejaba a los pequeños, ya fuera por un tiempo o por siempre, de las dos maneras se sentía un dolor inmenso en mi pecho, cada vez se volvía más sofocante, tome aire y camine hacia la puerta, era el momento.

Capítulo dedicado: MONICA NAOMI GONZÁLEZ (QEPD)