~Edward~
-Amor tranquila, respira, ya va a pasar- puse mi mano sobre su frente limpiando su sudor, cuando me hablaron al hospital para decirme que Sophia estaba en labor de parto salí corriendo, YA IBA A NACER MI BEBE
-Para ti es fácil decirlo ¡AAAAAH! tu no estas sintiendo estos dolores ¡AAAAAH YA SAQUENLA! Edward diles que la saquen ya, ya no soporto el dolor- me mataba ver a Sophia sufriendo dolor
-Amor falta poco, solo resiste un poco mas- Sophia me miro como si me quisiera matar con la mirada
-Si no me ayudaras a sacarla ¡¿QUE HACES AQUI?!- Sophia estaba alterada por el dolor, pero era algo normal con los primeros partos
-Amor tranquila, solo están esperando al doctor para que de ordenes, tu tranquila- la mire con ternura, imaginándola en un par de horas mas cargando a nuestra bebe, solo de pensarlo se me llenaba el alma de alegría
-Tu eres doctor da ordenes- los enfermeros solo me miraban esperando algo
-Maritsa puedes buscar rápido al doctor Narváez, dile que es urgente- la enfermera salió corriendo de la habitación mientras que los demás seguían equipándola con todo lo que se pudiera ocupar para el parto
-Amor que ya me pongan la epidural quiero dejar de sentir este dolor- Sophia me miraba con ojos suplicantes, le bese la frente la tranquilizarla
-Primero te tienen que dilatar para después ponerte la epidural, solo esperemos tantito mas a que el doctor llegue-
-No hace falta esperar mas ya estoy aquí, muy bien veamos como esta esto- levanto la sabana donde Sophia estaba expuesta- muy bien necesitare todo lo necesario para dilatarla- los enfermeros se movían rápido acomodando todo al rededor del doctor - muy bien pequeña esto puede que te duela-
-¡AAAAAH!- el grito de dolor me Sophia me rompió el corazón, desearía yo sufrir ese dolor y no ella
-Muy bien, estas de cuatro centímetros, esperaremos a que te dilates mas para empezar- el doctor se quito los guantes de látex y bajo la sabana tapando a Sophia
Sophia cada vez se queja de mas dolores de parto, las contracciones son cada vez mas seguidas, después de unos minutos el doctor vuelve a levantar la sabana de Sophia y la checa
-Muy bien Sophia estas de ocho centímetros, Martinez ponle la epidural, empezaremos con el parto en unos momentos- el enfermero le puso la inyección y Sophia se tranquilizo, hasta sentía que podía escucharla cantar la canción de Aleluya en forma de agradecimiento
Puedo notar como se va relajando, supongo que los dolores van cesando, le beso la frente y ella solo sonríe
-Seremos papás en poco tiempo amor- ella asiente emocionada
-Conoceremos a la pequeña Jade- sophia toma mi mano y la agarra fuerte -prométeme que no me dejaras sola en el parto- en su mirada se veía miedo, le bese nuevamente la frente
-Te prometo que no te dejare ni un minuto sola- ella sonrió y cerro los ojos tranquilizandose, después de media hora regreso el doctor para empezar con el parto, a mi me sacaron para vestirme adecuadamente para estar en el momento apoyando a Sophia
-Sophia necesitaremos de tu ayuda, cuando veas esa luz roja vas a pujar con todas tus fuerzas, ¿entendido?- ella solo asintió y fue cuando se encendió la luz roja, ella pujo con todas sus fuerzas, y así fue durante una hora y media de parto
~Unas horas mas tarde
Mi pequeña Jade es una preciosidad, tiene el color de ojos de mi Sophia al igual que sus chinos, unos chinos color cobrizo, su piel tan blanca como la porcelana, era todo un angelito, nuestro angelito, mirarla en los brazos de Sophia durmiendo es tan hermoso, no puedo dejar de mirarla, siento que si lo llegara a hacer ella dejaría de saber como respirar
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La Nana (en edición)
Novela JuvenilUno cuando necesita dinero puede hacer lo que sea, unos roban, otros entran a un trabajo, otros se vuelven oportunistas, pero en mi caso, me volví una niñera, mejor dicho una NANA, ya que los cuido las 24 horas del día los 7 días de la samana, la ve...