"Soy Sophia Valarth, tengo 20 años y hace unos meses tuve un pequeño problema del corazón que me hizo ir al hospital, pero eso no fue todo, mi cerebro hizo un tipo bloqueo borrando (o mejor dicho, ocultando) parte de mi memoria, en el trascurso de mi recuperación supe que ahora cuido a 4 niños que son maravillosos y en el poco tiempo que he estado con ellos ya los adoro"
Desde la última vez que platique con Tony sobre mi familia no hemos vuelto a tocar el tema, y creo que es mejor así, en el tiempo que he estado ingresada en el hospital nunca ha venido nadie a visitarme que no sea Tony, los niños y sus papás.
- ¿Cómo te has sentido? – me pregunto una enfermera que vino a revisarme.
- Me he sentido mejor – dije sonriendo a lo que la enfermera me correspondió la sonrisa.
- Es normal, descuida, de aquí en adelante todo depende de ti-
- Usted cree que ¿pueda recuperar mis recuerdos? – era una pregunta que estuvo rondando mi cabeza todo este tiempo y quería saber la verdad, aunque doliera, la enfermera me miro a los ojos y suspiro.
- Es difícil saberlo, muchos no la recuperan, pero viven felices con los nuevos recuerdos que crean y otros la recuperan y son infelices, creo que todo depende de la persona – no sabía si eso me tenía que animar o hacerme sentir peor – sabes, te he estado observando todo este tiempo, se ve que eras o mejor dicho eres una persona muy fuerte, cualquiera de las dos situaciones que te sucedan las sabrás manejar con la mejor cara.
- Gracias enfermera – ella asintió y salió de mi habitación dejándome, aunque fuera, un poco mas tranquila.
Una semana después el doctor me dio de alta viendo mi gran avance, no sin antes decirme que constantemente iba a tener que ir a hacerme chequeos médicos, al menos una vez al mes para monitorear mi bloqueo mental y mis problemas de corazón.
- Doc. gracias por todo, créame que estoy agradecida con usted –
- Es mi trabajo señorita Valarth, la estaremos esperando con buenas noticias – el doctor me tendió la mano y se la estreche.
- Eso espero doctor, nos vemos – tomé mis cosas y empecé a caminar rumbo a la salida donde me esperaba Tony y los padres de los niños.
Saliendo del hospital mi amigo me dijo que nos fuéramos a la casa que compartíamos juntos pero mis jefes se ofrecieron a que viviera un tiempo con ellos, agradecida acepte la oferta de irme con ellos, al llegar a la casa de los Macorth sentí un aire familiar, sabía que había estado ahí, pero no recordaba momentos exactos, pero tenía esa vibra de un hogar que yo anhelaba.
Después de un suspiro nostálgico entre a la casa y simplemente al abrir la puerta me atacaron serpentinas y confeti ¨ ¡ah confetis asesinos!, puaj creo que me las tragué¨ empecé a toser tratando de expulsar todos los papelitos que había comido ¨oh dios mío creo que mi panza se llenó de confeti¨.
- ¡OH NO! ¡Ahogamos a Sophia! ¡Te dije que no al confeti! - dijo la pequeña Suzi, deje de toser y levante la vista, todos los niños estaban a mi alrededor, eso es aterrador.
- Niños... necesito espacio personal- dije poniéndome derecha, los niños solo me miraron un rato y luego me abrazaron, sonreí y les correspondí el abrazo.
- Te extrañamos mucho - dijo Pierth, se separaron de mi para dejarme verlos.
- Y yo a ustedes, a ver si me acuerdo, tu pequeña hermosura eres Suzi ¿verdad? - la pequeña asintió- muy bien y tú eres Pierth, tu Luca y tu Margaret, ¿lo recordé? - los tres pequeños asintieron- ¡oh si bitches me acorde! - grité de emoción, los niños se empezaron a reír de mi reacción.
- Ya extrañábamos tus chistes sin sentido- dijo Margaret, ¨ ¡¿QUE?! Mis chistes tienen sentido, pero ¿Cual chiste? no he dicho ninguno, ¿o sí? No, no he dicho ninguno¨, no le di importancia y los seguí abrazando.
- Niños tenemos que ir a un viaje de negocios, pórtense bien, regresaremos pronto, los amamos- dijeron los padres de los niños agarrando unas maletas, voltee a ver a los niños, aunque los quería no sabía sobre cuidar a otras personas, muy apenas me cuidaba a mí misma y no lo hacía bien.
-Está bien, no se preocupen Sophia nos cuidara- dijo Luca emocionado, yo solo sonreí, por mi cabeza solo pasaba ¡NO ME DEJEN SOLA CON ELLOS!
- La última junta es el 31 de octubre, estaremos regresando al día siguiente, asi que nada de hacer travesuras ¿Está bien? – dijo la señora y todos respondieron en unisonó que sí.
-Adiós Sophia, cuida a los niños- dijeron los padres antes de salir por la puerta, me quede viendo un momento por donde habían salido, hasta que reaccione, se iban a ir un mes y yo tenía la responsabilidad de cuidar bien a los niños, de llevarlos a la escuela, de revisar sus tareas, de hacer que duerman temprano, entre otras cosas todo un mes completo.
- ¿Dijeron que regresaban en noviembre? - pregunte atónita a lo que los niños respondieron que sí, me había quedado en blanco y en mi cabeza solo se repetía ¨UN MES, UN MES, UN MES¨
Parpadeé varias veces para darme cuenta donde estaba y todos me miraban raro, solo pude sonreír, uy que pena.
- ¿Seguros que Sophia está bien? - dijo Pierth mirándome raro, a lo que los demás niños asintieron con la cabeza.
-Em... si... o eso dijeron los doctores- dijo Margaret sonriendo nerviosamente, bueno todos tenemos un momento donde nos perdemos en nuestros pensamientos, es algo normal ¿No?
-Si ellos dicen- dijo Luca para después darse la vuelta e irse a jugar video juegos, los demás hicieron lo mismo dejando solo a Suzi.
-No actuaras raro de nuevo, ¿verdad? - me reí y negué con la cabeza, la pequeña me sonrió y tomo mi mano, sentía una calidez incomparable – te daré un tour para que te acuerdes de las cosas – sonreí por la preocupación de la niña.
Cada vez que pasábamos un pasillo sabía que había estado ahí, pero no me acordaba de nada, era tan frustrante, así fue todo el recorrido con Suzi.
-
Ya era de noche y los niños estaban todos amontonados en la habitación que me había preparado para mi estadía, era un cuarto pequeño, pero tenía esa sensación acogedora que me reconfortaba, el cuarto contaba con una ventana grande que estaba a lado de mi cama, del otro lado estaba un closet y la pared atrás de la cabeza era de color azul con flores, también había dos lámparas de cada lado de la cama, era perfecta.
- Es hora de irse a dormir porque mañana van a la escuela –
- No queremos, ¿podemos quedarnos contigo? – me reí y negué.
- Vamos, solo hoy, déjanos dormirnos contigo – todos hicieron carita de perro que me conmovió el corazón.
- Pero ¿Dónde dormirán? –
Antes de darme cuenta estábamos todos acomodados, en mi cama estaba Suzi conmigo, a un lado dormía Pierth y en los pies dormían Margaret con Luca, ver la escena era gratificante, estaba agradecida por esta vida que se me estaba permitiendo tener.
Muy bien Sophia, es hora de empezar de cero.
*Les adjunto el cuarto del cual me inspire para la habitacion de Sophia.
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La Nana (en edición)
Teen FictionUno cuando necesita dinero puede hacer lo que sea, unos roban, otros entran a un trabajo, otros se vuelven oportunistas, pero en mi caso, me volví una niñera, mejor dicho una NANA, ya que los cuido las 24 horas del día los 7 días de la samana, la ve...