¡Esto tiene que ser un sueño!

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Al despertarme me encontré nuevamente en una habitación blanca, genial, noten el sarcasmo.

¨Otra vez en el hospital, mujer tu solo te la vives aquí¨

Eit tuqui hace mucho que no se de ti, ¿que me cuentas?

¨Pues solo te diré, estoy en un hospital contigo ¡¡OTRA VEZ!!¨

Pff alguien se levanto con el pie izquierdo de la cama

¨Cuando vuelvas a decir cosas estúpidas te daré un golpe¨

Hay que ternura piensa que me puede golpear, owww cosa hermosa

¨Síguele Sophia¨

Esta bien me callo, no tengo ganas de pelear conmigo misma

-¿Puedo pasar?- Tony se asomo desde la puerta, verlo me levanto el corazón y sonreí ampliamente

-Claro, pasa- dije entusiasmada, el sonrió y paso

-Sabes sonriendo así, te pareces mucho a Isabella, a mi Bella- dijo Tony sonriendo tímidamente, escuchar eso me encogía el corazón

-Fui una estúpida por... tratar de recordar, por quedarme ahí y llorar- dije volteando la cara para que no viera las lagrimas que se empezaban a asomar por mis ojos, cristalizando toda mi visión, mi mente me reclamaba, por una parte quería recordar todo aunque sabia que saldría lastimada y otra parte estaba rota por saber que Tony estaba enamorado de mi hermana

-No eres estúpida, el doctor dijo que debió ser el shock y la depresión lo que te volvió a traer aquí, así que no te insultes- dijo Tony tratando de animarme, pero era tarde, sus palabras me habían lastimado

-Tony, dime ¿cómo era ella?¿Qué te enamoro de su actitud?- dije soportando el nudo de mi garganta que me quemaba como mil demonios

-Bueno ella era un sueño, o bueno para mí lo era, tenia una personalidad muy dulce, tierna, cariñosa, juguetona, risueña, era de las chicas que te sonrojaban si te miraban, tenía los ojos celestes como los tuyos pero su cabello café obscuro la volvía muy hermosa, me acuerdo que tú me dijiste que decidiste pintarte el pelo de castaño claro  para que no te confundieran con tu hermana, ella era especial y más cuando leía su libro favorito, que siempre que lo leía tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

¨Una vez que llegue temprano a tu casa para irnos a la escuela no me dijiste que te habías ido a un mandado a la tienda y que regresarías en unos momentos, así que llegue a tu casa y me encontré a tu hermana bailando la canción de Man, i feel like a women, fue muy sensual pero a la vez muy divertido, te aseguro que si estaba enamorado de ella desde el primer momento que la vi, después de eso aun mas, ella era la que alumbraba mis días con su sonrisa, y cuando me dijiste que ella se iba a la universidad porque la habían adelantado años sentí que moría, pero acepte que ella nunca se fijaría en mi, luego dos días después fue su accidente y me sentí como un muerto viviente, me alegro saber que tu habías salido casi sin lastimarte, pero me mato saber que ella se había muerto... simplemente no lograba soportarlo, creo que por eso me aleje un tiempo de ti, verte me recordaba a ella y odiaba eso- dijo Tony, voltee a verlo y me miraba con ojos rojos, quien sabe desde cuanto estaba llorando, pero su cara estaba manchada con marcas de lagrimas, instantemente levante la mano y le limpie una lagrima, me levante con los codos y me acerque a su cara quedando a pocos centímetros

-Por un momento puedes imagina que soy ella, que soy Isabella- le dije mirando sus labios, el solo abrió los ojos y la boca – Te lo pido, mírame como si yo fuera ella... solo... por un momento- el solo se me quedo viendo, así que yo fui la que lo beso, al principio no reacciono, pero al final me correspondió el beso, sabía yo que a quien él pensaba que besaba era a mi hermana, pero no me importaba en ese momento me besaba a mí, no a ella, nos quedamos unos minutos así hasta que nos separamos por falta de aire

La Nana (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora