Propuesta de matrimonio!!

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Estábamos caminando Edward y yo por el parque donde habíamos estado la noche anterior, Edward iba muy serio y nervioso, lo que me estaba poniendo los nervios de punta, ninguno de los dos hablaba, solo caminábamos tomados de la mano sin pronunciar ninguna, ABSOLUTAMENTE ninguna palabra

-Edward ya ¿qué pasa?, ¿por qué estas muy serio?, me estas poniendo de nervios, ¿paso algo malo con tu trabajo?- dije desesperada, Edward volteo a verme y negó con la cabeza, sonrió y suspiro

-Todo está bien, perdona amor por ponerte tan nerviosa, pero lo que te tengo planeado es una sorpresa y me pone nervioso que no te vaya a gustar- dijo Edward para después checar su reloj – son las 7:30, ya es hora – dijo mientras me daba vuelta y me colocaba un pañuelo negro en los ojos – amor… ¿confías en mi?- asentí y empezamos a caminar, de la nada empezó a escucharse música

-Ed., ¿qué es esa música?- dije aun caminando, mientras más caminada se escuchaba cada vez más fuerte la música, hasta que pude deducir mi canción favorita de los claxon ¨Cualquier forma de amor¨  –Ed. ¿dónde estamos?... Edward… amor, ¿en dónde estamos?- me voltee y me di cuenta que ya no estaba detrás de mí, ¿Dónde estaba? ¿Se le habrá olvidado que tengo el pañuelo en los ojos? Con mis manos trate de buscar el nudo, acaso de pequeño Edward fue un niño explorador, este nudo está muy complicado, y ¿si lo secuestraron unos ponis voladores y no lo vuelvo a ver porque tengo el pañuelo en los ojos?, hay dios, mendiga música no me deja pensar bien, de la nada sentí unas manos que me quitaban el pañuelo, pensé que era Edward, pero no, frente a mi estaba mi hermana

-Ven toma mi mano, daremos un pequeño recorrido- dijo Isabella con una sonrisa mientras empezábamos a caminar

-Pero Edward… no sé donde esta, debo buscarlo- dije tratando de zafarme del agarre de mi hermana pero todos mis esfuerzos eran en vano

-Edward está bien, tú solo confía en mí- dijo Isabella para después seguir caminando,

Mientras íbamos caminando de la nada apareció frente a mi Tony con un cartel que decía *Una noche en un hospital…* lo mire extrañada y mi hermana me obligo a seguir caminado, aproximadamente un metro después apareció Pierth con otro cartel que decía *Dos jóvenes encontraron el amor…* seguimos caminando, era extraño ¿Por qué traían carteles?, apareció Luca con otro cartel que decía *que a pesar de conocerse poco…*  estaba nerviosa, algo dentro de mi estaba floreciendo, ¿emoción? Apareció mi madre con mi padre abrazados con otro cartel en manos que decía *Supieron que eran el uno para el otro…* me sonrió y se fue, estaba en shock, deje de caminar y voltee a ver a mi hermana quien tenía lagrima en los ojos, en sus manos tenía un cartel que decía *Ve a las fuentes, hay una sorpresa para ti*, leía y releía el cartel sin comprender, pero fue entonces cuando todo se junto *Una noche en un hospital, dos jóvenes encontraron el amor, que a pesar de conocerse poco, supieron que eran el uno para el otro*  se trataba de Edward y de mi, mis ojos se llenaron de lagrimas y corrí a las fuentes luminosas, al llegar ahí se encontraba Edward hincado frente a él, con pétalos de rosas, se encontraba escrito la palabra *¿TE CASARIAS CONMIGO?*, era una imagen hermosa, cuando quede frente a él las lagrimas salieron más frecuentes

-¿Qué es esto?- dije entre lagrimas, Edward sonrió y me tomo de las manos

-Mi propuesta de matrimonio no fue de las más románticas como creo que te hubiese gustado, todo esto lo estuvimos planeando Margareth y yo durante mucho, pero no sabíamos cuando, ni mucho menos si ibas a aceptar- dijo Edward mirándome a los ojos, de mis ojos salían mas lagrimas, eso explicaba porque tantos secretos entre Margareth y él, estaba emocionada, esto era lo más tierno que pudieron haberme hecho, saber que tuvieron el tiempo de pensar en cómo organizar esto, era un bello detalle de parte de los dos – mi amor… una vez a ti se te salió el impulso de decir que te querías casar conmigo, bueno, ahora quiero que sea mi impulso, esa noche en el hospital no me tocaba quedarme como guardia, pero algo en mi me decía que tenía que quedarme, antes de toparme contigo… yo había tenido el más bello presentimiento de que algo bueno, al fin, me iba a llegar, y fue cuando me tope contigo, ver esos ojitos en la obscuridad era hermoso, no tenia como describirlo, cuando casi te besaba esa noche te juro que me sentía vivo, anhelaba poder sentirte a mi lado y nunca dejarte ir, cuando supe que estabas mala del corazón… me sentí morir en vida, al fin había conocido a alguien que me complementaba, que con solo verla me sentía feliz, completo,… lleno, saber que yo iba a poder salvarte fue la bendición más grande de mi vida, pero cuando te vi indefensa, casi muriendo en mis manos, juro que hubiese deseado no estar en mi lugar, deseaba no perder a otra persona importante en mi vida, fue hermoso cuando después pude verte viva, con una sonrisa en tu cara, y mucho más cuando aceptaste ser mi novia, ese dia fue el más memorable de mi existencia, y hoy frente a todos, familiares, amigos, conocidos, y personas adicionales que nos ven, te quiero decir, prometo cuidarte, honrarte, y venerarte todo el resto de mi vida, cuidarte cuando estés enferma, hacerte sonreír cuando más lo necesites, ser tu compañero de travesuras y logros, estar en las tristezas como en las alegrías, mimarte cuando más lo requieras, pero tú, ¿me harías el gran honor de ser mi esposa?- dijo con lagrimas en los ojos, de un bolsillo de su pantalón saco una cajita negra de terciopelo, lo abrió y había un bello anillo con diamantes entre calados, me tape la boca y seguí llorando, sus palabras me habían llegado al alma, tanto que hacían que mis lagrimas no paraban de salir, supongo que en este momento estaba toda una desastre, con el maquillaje corrido pero no me importaba, el hombre al cual amaba me había dicho las cosas más hermosas que mis oídos hayan podido oír

La Nana (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora