~Cuando uno está necesitado de dinero, puedes trabajar de lo que sea, pero la verdad nunca creí terminar como una nana, quiero decir, yo era de las personas que no tenían paciencia con los niños, pero la situación me llevó a tal extremo de venir aquí como niñera, pero si soy sincera, fue la mejor elección que pude haber tomado en ese momento.
Soy Sofía Valarth y está es mi historia de cómo mi vida cambió después de conocer a estos maravillosos niños.~
Había ido a pedir trabajo como mesera, pero sentían que la rubia con pechos grandes le quedaría mejor el traje de mesera, después fui a una tienda para ayudar de empacadora, pero en pocas palabras me dijeron que no era tan bonita a la vista de los clientes y no entiendo porque, tal vez sería por mis converse desgastados y mi suéter de "i hate you bit**" pero, no creo.
Ahora iba rumbo a pedir trabajo a otro lugar que había encontrado mi amigo en un periódico, estábamos en una zona exclusiva, posiblemente por aquí vivía un famoso, debía estar atenta, tal vez si conseguía una foto la podría vender y ganar dinero.
- ¿Estás seguro Tony que es por aquí? - pregunte mirando a los alrededores buscando a algún famoso, debía estar preparada y con cámara en mano.
-Pero que mujer más desconfiada, claro que es por aquí- dijo Tony manejando, la gente de la zona nos miraba raro, y no era de extrañarse, con la pobre camioneta toda oxidada de mi amigo quien no voltearía.
"Calle Shater en esquina Colton" volví a leer el anuncio en mis pensamientos, era poco creíble que unas personas que vivieran en una zona exclusiva pusieran un anuncio en el periódico, pero como bien dicen, los ricos son extraños, en mi mente solo podía pensar en algo "no encontrare nada, lo más probable es que alguien más haya venido, es decir, el periódico ya es viejo, es imposible que siga desocupado el trabajo".
Tony siguió manejando hasta toparse con la calle Shater, mi cara cambio totalmente y se formó una sonrisa, lo último que tenía que perder era la esperanza, voltee a ver a Tony que estaba igual de ilusionado que yo, como loca empecé a buscar la calle Colton.
-Amber... Bertha... Colton... ¡COLTON! - dije ilusionada, frente a mi estaba una casa enorme, mi sonrisa era inmensa - ¡DETENTE, DETENTE ES AQUI! - mi amigo estacionó la camioneta, mi corazón latía a mil por hora, aunque en el anuncio no venía de que era el trabajo, fuera lo que fuera lo haría, ¿que podría ser lo peor que estar sin dinero?
-Querida es el momento de la verdad, ve, yo te esperare aquí por cualquier cosa, y recuerda, sonrisa grande y da una buena imagen, te ira bien, ¡TU PUEDES CAMPIONA! - asentí y me baje de la camioneta con mi confianza al tope, estaba con un nudo en la panza de los nervios, pero eso no me iba a impedir conseguir el trabajo, me acerque a la casa con determinación y cuando apenas iba a tocar la puerta está se abrió de un portazo.
-No los soporto, es que ustedes son unos demonios, nadie jamás podría soportar cuidarlos, ¡RENUNCIÓ! - dijo saliendo una mujer vestida como Mary Poppins, o tal vez si era ella, demonios, perdí mi oportunidad de cantar y bailar supercalifragilisticoespialidoso.
Note como la señora, que aún se iba quejando, se subía a un carro que se había estacionado detrás de la camioneta de Tony, y arrancaba rápidamente, en mi cabeza repetía la frase que había dicho "Ustedes son unos demonios" ¿A caso la familia será tan mala?, mi panza empezó a doler más de los nervios, ¿A dónde me iba a meter?, pero debo concentrarme, necesito el dinero cueste lo que cueste, pero... ¡NO!, no debo de ser cobarde, yo puedo.
-Sí, yo puedo- me dije en un susurro – Yo puedo- me voltee decidida con una mirada de triunfadora, este trabajo será mío.
- ¿Tu que puedes? - me dijo una voz chillona
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La Nana (en edición)
Roman pour AdolescentsUno cuando necesita dinero puede hacer lo que sea, unos roban, otros entran a un trabajo, otros se vuelven oportunistas, pero en mi caso, me volví una niñera, mejor dicho una NANA, ya que los cuido las 24 horas del día los 7 días de la samana, la ve...