Instituto De Homosexuales

Hablar con la verdad. Capítulo 20.

N/A: Este capítulo tiene una pequeñísima escena de violencia (aunque tampoco es una violencia muy fuerte), algún que otro comentario homofóbico y escenas de gritos y tal. Las mayúsculas en los diálogos indica que la persona que los dice prácticamente se está desgarrando la garganta, háganse a la idea xD. Los dejo leer. Enjoy!

Laila.

Intento dormir cambiando de posición por enésima vez. Da la impresión que el colchón se ha vuelto duro, la almohada de hierro y el aire se puede palpar de lo sólido que lo siento. El calor incesante de principios de noviembre está molestando a todos los alumnos del instituto y los exámenes no ayudan para nada. Los profesores están muchísimo más insoportables, el uniforme se pega al cuerpo de muchos de nosotros por culpa del sudor y el Sol es tan molesto como Destiny cuando no tiene sexo por días o Caleb hablando de su novio.

Y, como si ayudara de alguna manera a mi situación, mañana es el último día de plazo que tengo para contarle a Harper que soy lesbiana, que tengo novia, y que le pedí a los de quinto y sexto año que ocultasen su sexualidad a mi hermana cuando ella llegara al colegio. Además de que éste lugar también es llamado Instituto de Homosexuales, a pesar de que también hay personas pansexuales, bisexuales, asexuales, transexuales...

Cassie se muestra igual de cariñosa que antes de que lo nuestro terminara por segunda vez. Le prometí, de alguna manera, que le contaría todo a Harper. A pesar de que sé que si yo no digo nada, ella me dejará, no puedo imaginarme a mí misma, plantada delante de mi hermana, contándole lo que con tanto esfuerzo traté de ocultar.

El cuello me suena cuando me levanto de la cama la mañana siguiente. Siento que mi cuerpo está inmovilizado y apenas si tengo fuerzas para asistir al piso de Harper, contarle todo y que me vea con desprecio.

Jessie está al tanto de todo porque se lo conté. Me observa con pena cuando me presento en la pequeña cocina y me tiende un café o un té, no me doy cuenta de qué es ni siquiera por el aroma. Estoy cansada.

— ¿Cómo...? ¿Cómo se lo vas a decir? — me pregunta cuando nos sentamos en el piso del pequeño saloncito.

—No lo sé. ¿Cómo le dices a alguien cercano que eres lesbiana? — pregunto, aunque sé que no me va a responder.

Nos quedamos calladas. Es sábado y no hay clases, pero de todas formas ambas estamos cansadas. Ella porque tuvo sexo durante la noche con Jane, yo porque no he podido dormir. Me hubiese consolado que la culpa la tuvieran los gemidos de la pareja, pero en realidad no fue hasta que ellas dejaron de chillar que yo me acosté en la cama.

Jane sale de la habitación de su novia medio desnuda, pero sin vergüenza. Se sirve café y luego vuelve con nosotras, con una mueca en su cara. Me observa y me toma la mano.

—Sé que será difícil, Laila, pero debes decirle. Y no porque Cassie así lo quiera, sino porque ella merece que seas sincera— me dice. — Es tu hermana.

Asiento con la cabeza, pero no le contesto. Ella me abraza y siento un poco más de energía para hacer lo que estoy a punto de hacer, pero pronto se desvanece. A pesar de ser consciente de que hay mucha gente que me quiere y me está apoyando, no puedo detenerme a pensar en ellas, porque en este momento lo único que me importa es Harper.

Me levanto del piso y ellas me miran extrañadas. Probablemente no pensaban que iría a ésta hora de la mañana o que tardaría tan poco en levantarme del suelo.

—Laila, estamos aquí. No lo olvides— dice Jessie, y es la primera vez que la escucho decir algo de corazón, sin filtros.

—Suerte— susurra Jane y me sonríe tímidamente.