Cap 6.

1.6K 197 38
                                    

- Veamos. Vosotros iréis primeros, os colocareis en el cruce con la general. En cuanto pasen los camiones dais el aviso. Cross. - dijo mirándome. - Georg, Jost y tú esperareis en el siguiente cruce que está exactamente a cinco minutos del primero. En cuanto os den el aviso cortáis la carretera con las señales haciéndolos parar. Cogéis los camiones y venís para aquí con ellos sin deteneros. Ser rápidos y no tendremos problemas.

- ¿Y el coche? - subnormal. Jost siempre dando la nota.

- ¿En serio me lo estas preguntando? - le dijo el Cabeza negando. - Aquí estaremos esperando con todos los hombres y unos cuantos toros de carga para descargar todo. Chino, Andi y Marcus. Os llevareis los camiones y ya sabéis lo que hacer con ellos.

- Sí, jefe. - contestaron a la vez.

- Bien. Pues adelante.

Todos salimos de allí dirigiéndonos a nuestros puestos.

Apenas eran las once de la mañana, pero teníamos aviso de que los camiones pasarían por ese tramo de la autovía que vigilaríamos sobre las doce.

Me desperté hecho mierda. Con una resaca de un par de cojones, pero con una de las pastillas de Andi estaba como nuevo, mas despierto que ninguno. Primero que nada fui a avisar a Sheila de que se tendría que encargar de los críos. Y después fui a la oficina donde nos había reunido el Cabeza.

Jost era subnormal. Preguntar por el coche robado cuando sabe que siempre nos deshacemos de ellos. ¿Que importaba dejarlo tirado en medio de la autovía? Nada.

Iba vestido como solía hacerlo para trabajar. Pantalones negros, vaqueros pero elásticos y una chaqueta con capucha. Así la braga me tapaba el rostro y la capucha el pelo. Cuando menos nos vieran, mejor. Casi todos íbamos igual, pero cada uno con su estilo.

La cosa era fácil. Coger los camiones y traerlos a la comunidad. Simple. Y entre los tres podríamos deshacernos de los camioneros rápidamente. Tres camiones, uno para cada uno. Claro, contábamos con que íbamos armados. Nunca solíamos usar las pistolas, pero venían bien para acojonar.

Georg iba conduciendo, yo de copiloto y detrás Jost. Ya habíamos dejado a los otros en sus puestos y nosotros ya estábamos aparcando el coche fuera de la autovía, al lado del cruce por donde saldríamos con los camiones. El cruce iba directo a un camino que por este siguiendo unos 15 kilómetros, llegábamos a la comunidad.

- No entiendo para qué quiere camiones cargados de maderas. - dijo Jost. Georg y yo guardamos silencio. Georg porque no sabía tampoco para qué eran. Yo porque simple vagueza. - ¿Hola? Cross, tu tienes que saberlo por cojones.

- Aja. - dije sin hacerle mucho caso. Le escuché resoplar y baje del coche.

Abrí el maletero cogiendo el montón de señales, le di unas cuantas a Georg y empecé a caminar hacia atrás. Poniéndolas, avisando de que redujesen la velocidad y al final que se detuvieran. No había mucho trafico así que nos dediques a decir a los vehículos que paraban que siguieran su camino. La gente se asustaba al vernos, normal. Tres tíos encapuchados en medio de la carretera, no era para menos.

Pasaba de Jost, y seguiría pasando todo lo que pudiera.

- ¿Quieres? - Georg me ofreció un cigarro el cual cogí. Le ofreció a Jost pero se negó con mala cara.

Estaba enfadado por ignorarlo y eso me gustaba y me hacía gracia. No había nada que me gustara mas que joderlo sin necesidad de abrir la boca.

Mi móvil sonó en mi mano, leí el mensaje. Ya venían. Devolví un "ok" como que lo había recibido y nos pusimos manos a la obra.

- Es la hora. - avise.

Yo me puse en un extremo, Georg en medio y Jost al otro lado. Cada unos nos ocuparíamos de uno, cogeríamos los camiones y saldríamos de allí echando ostias.

Cross.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora