Cap 25.

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Todo estaba saliendo mal. Los chicos tardaban más de la cuenta y yo no podía controlar la situación tal como estaba. Estos hijos de puta me tenían bien agarrado. Juro que los mataba con mis propias manos en cuanto tuviera oportunidad.

- ¿Que tenemos por aquí, eh?

- ¡¡Ni me toques, cabrón!!

- Uhhh, pero que mal hablado. Tendremos que hacer algo con esa boquita.

Se me acercó el muy cerdo y le escupí en la cara. Apenas se inmuto, tan solo se aparto un poco sonriendo de medio lado y con la manga de su camisa se limpio mis babas.

- Más vale que pongas de tu parte si no lo vas a pasar muy mal. - dijo el cerdo que me sujetaba por detrás chupando mi oreja con su asquerosa lengua.

- ¡¡Lo vais a pasar mal vosotros en cuanto me solteis!! ¡¡Os voy a cortar las pelotas!!

- Imagina que somos ese cliente que has perdido. Venga, pequeña puta, seguro que la mamas de maravilla.

El de atras me dio en las piernas haciéndome caer al suelo de rodillas. El que tenía delante se empezó a desabrochar el pantalón, si se atrevía a metermela en la boca, saldría escarmentado porque pensaba mordersela tan fuerte como pudiera.

- Eso, ven aquí que te la voy a chupar de una manera que no olvidarás en la vida.

- ¿Crees que soy idiota? Se me ocurre algo mejor. ¿Tú qué dices? - dijo mirando al otro.

- Que tiene un culo precioso para pasar un buen rato.

- ¡¡No sabéis con quién os estáis metiendo!!

Me hicieron caer de cara contra el suelo. Me queje por el golpe. Vi los pantalones del que tenía delante, ahora a mi lado, caer al suelo junto a sus calzoncillos. El otro apretaba mi espalda contra el suelo sin dejar que me moviera. Los insulte todo lo que pude e hizo lo posible por levantarme pero con mis manos esposadas era imposible hacer nada. Pataleé, pero si no. 

Mi movil empezo a sonar, pero no les importo.

Al menos los imbéciles ya habían cargado la furgoneta. Ahora solo me quedaba esperar a que vinieran, si es que no se quedaban esperandome toda la noche donde les dije.

Tom. No, él no esperará. En cuanto vea que no voy ni contesto vendrá.

O eso quería creer. Como me tocaran un puto pelo estos gilipollas, les haria lo mismo a los tres. A Tom, a Georg y al Chino. Así se acordarian de mí.

- Bonito culo. ¿Cuanto cobras por rompertelo? - me habían bajado los pantalones.

- ¡¡Tu puta vida es el precio como lo toques!! - los dos empezaron a reír como locos.

Me empezaron a tocar metiéndome mano por todos los lados, ya no sabía cual de los dos eran porque no podía verlos.

Ya está. Me la iban a meter y nada les iba a interrumpir.

¡¡Joder, por dios, por la virgen o por quien sea, coño, que vengan. Que vengan!!

Mi movil empezo a sonar de nuevo. Una y otra vez. Sin parar.

- ¿¿Cross?? - dios,por fin.

- ¡¡Aquí!! - grité tanto como pude.

- Callate. Joder... No estabas solo,  hijo de puta. - me dieron una patada en el estómago haciéndome caer sobre el suelo.

- ¡¡Bill!!

Solo vi a Tom correr hacia a mi. Lo demás eran insultos, golpes y cuerpos de un lado a otro. Lo primero que hizo fue ponerme de pie y vestirme.

Cross.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora