Estaba agotado, tanto físicamente como mentalmente. Era demasiado para un puto día. Muchas cosas, muchos sentimientos y... Mucho de todo para la vida tranquila, entre comillas, que yo estaba acostumbrado a llevar aquí. Así que yo me fui a la cama dejando a Tom viendo la televisión. Necesitaba pensar y aclarar todo. Estar seguro de lo que iba a hacer, de la decisión que tomaría.
O era todo o nada.
Todo era como una película a cámara rápida, tenía la sensación de haber pasado días con Tom, incluso semanas cuando solo eran horas, ni siquiera llegaba a un día, ni veinticuatro horas con él. Pero tenía algo claro, y es que si daba el paso, si me arriesgaba, si me lanzaba a eso, no sería como él, no sería como mi padre. No sería así, ni tampoco dejaría que él me manipulara ni me cambiara a su antojo. Yo era como era, o me aceptaba así o se podría ir por donde había venido. Igual que yo haría con él.
Algo tenía ya a mi favor para empezar con esta locura con la que siempre he estado en contra. Y es que jamas pensé que alguien llegaría así, de la nada y moviera todo mi mundo. Tenía a mi favor que mis juegos con Georg y Gustav habían acabado, y eso estaba bien para empezar con Tom. O eso creo. Pero, joder, la necesidad era la necesidad y ya me moría por echar un puto polvo. Pero con Tom quería que las cosas fueran despacio. Ponerle a prueba. Estar seguro y que me demostrara que en lo que estaba apunto de meterme merecería la pena.
Por la mañana me desperté cuando aun Tom estaba dormido sobre su cama. No se si dormía como yo o lo hacía porque yo lo hacia, pero me pareció raro que también hoy durmiera vestido sobre la colcha. Yo solía dormir así por vagueza y cansancio por trabajar, pero al menos yo anoche iba cómodo. Él se durmió con los vaqueros, que muy cómodo no se veía y mas siendo tan anchos. Me duché, vestí y me maquille, y prepare el desayuno, hice el intento de las tortitas que él hizo la mañana anterior, pero la cagué bien cagada, incluso me cargue la sartén arañandola con el tenedor intentado dar la vuelta a la mierda de la masa pegada. Acabe haciendo tostadas. Cuando lo vio Tom se partió el culo en mi cara y me dijo que me enseñaría a hacerlas. Nos sentamos a desayunar tranquilamente y cuando me levanté para recoger todo, tocaron a la puerta.
- Voy yo. - dije mientras que Tom terminaba de tragar. Era un puto saco sin fondo, comía tres veces más que yo. - ¡¡Hola, princesa!! - cogí a Sara en brazos y la abrace con ganas.
- Hola, Cross. - me abrazo por el cuello y me dio un beso en la mejilla. - ¿Donde esta Tom?
- Desayunando, ves. - deje que pasara, Sheila me hizo un gesto con la mano para que saliera. Cerré un poco la puerta sin llegar a cerrarla por completo y me quedé afuera con ella. - ¿Que pasa?
- ¿Como estas? No lo vi, pero ya me entere de todo. Menos mal que estaba...
- Tom.
- Eso, Tom. Menos mal que estaba ahí. El cabeza reunió a todos y no veas lo enfadado que estaba. - fruncí un poco el ceño, pero me lo podía esperar. Para el Cabeza teníamos que ser una familia, si nosotros nos arriesgábamos para traer comida a todo el mundo, lo menos que podían haber hecho era intervenir. Así que me imagino que pondría el grito en el cielo.
- ¿Sara ha dormido bien?
- Sin problemas. Estaba muy contenta y... oye, ¿es verdad eso de que el nuevo es su hermano?
- ¿Eh? ¿Quién ha dicho eso? - ¿Sara lo sabía?
- Me lo ha dicho ella. No paró de hablarme toda la noche de él, diciéndome que fueron a comprar ropa y columpios y... no se. Es verdad, ¿no?
- Amm... - me rasque la nuca. - Si, bueno. Es verdad. Pero no lo digas.
- Lo se. Tranquilo. Me alegro por ella, por lo menos no está sola.
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Cross.
FanfictionContenido adulto +18 TWC-NR - Cuando la vida es difícil, tienes que buscar la manera de sobrevivir. Esta es la historia de una comunidad en la que los robos, atracos y asaltos es la forma de vida. Su única sa...