Capítulo 1

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—¡Alissa! ¿Ya te vas a clases? —me preguntó mi padre desde el sofá, al ver que iba bajando las escaleras con mi mochila.

—Si, hoy entro más temprano —le sonreí al terminar de bajar.

Mi padre se puso de pie y vino hacía mi.

—Bueno. Que tengas un buen día —me besó en la frente.

—Tú igual. Te quiero —le dije al abrir la puerta de entrada.

—Y yo a ti —me respondió con una sonrisa.

Salí de mi casa y me subí a mi auto para ir a buscar a Luna y a Triss. Me esperan todos los días en un parque que hay cerca de mi casa para irnos a la Universidad. Las llevo porque ninguna tiene auto.

Al verlas sentadas en una banca hice sonar la bocina del auto para que se den cuenta de que llegué. Luna fue la primera que se puso de pie y corrió para poder sentarse adelante, como siempre. Y lamentablemente Triss se va atrás.

—Hola chicas —las saludé cuando las dos ya estaban en el auto.

—Hola —respondieron al unísono Triss y Luna.

—Alissa ¿Terminaste la tarea que nos dejaron ayer? —me preguntó Luna que iba adelante.

—Emmm sí, creo.... es que me quedé dormida... —dije mientras doblaba en una calle.

—Bueno, si la hiciste... ¿Me puedes dar la última pregunta?, no la entendí.

—Claro. ¿Y tu Triss, la hiciste? —le pregunté mirándola por el espejo retrovisor.

—Sí, sí. Pero también me faltó la última pregunta —dijo rascándose la cabeza.
Yo asentí.

Llegamos a la Universidad, estacioné el auto y nos bajamos para empezar a caminar hacia la entrada. Nuestra Universidad es una de las más importantes de Canadá, y somos muy afortunadas de estar dentro. Aparte de que es inmensa, siempre te pierdes al principio, pero es cuestión de costumbre. Yo llevo dos años aquí y ya me sé cada rincón que existe.

Entramos por la puerta principal, ya que en el salón que nos toca de clase está en el mismo pasillo de la entrada principal.

Justo cuando entramos al salón, tocaron el timbre para iniciar las clases. Inmediatamente llegó el profesor y empezó la clase.

—¡Quiero sus cuadernos en mi escritorio para revisar la tarea! —dijo borrando la pizarra.— Voy a darles un anuncio.

Toda la clase dejó sus cuadernos en su escritorio y guardaron silencio inmediatamente. Siempre es así el profesor Louis, es muy serio y estricto.

El profesor Louis se puso al medio del pizarrón para que pudiéramos observarlo.

—Bueno. Lo que les quiero decir... más bien no es un anuncio, sino que es una oportunidad muy buena para uno de ustedes. Vale notas extras y da dinero —toda la clase puso más atención al oír la palabra dinero.— Como algunos saben, un alumno de fotografía sufrió un accidente en moto. Lo que lo dejó en silla de ruedas... pero es temporal. Y la clase de enfermería le da el privilegio a uno de ustedes a ser su enfermero o enfermera. Las condiciones son —tomó un papel de su escritorio y lo comenzó a leer.—Es un trabajo que dura los siete días de la semana.—La cara de muchos cambió.—En la semana trabajan en las tardes. Y los fines de semanas medio día. Tiene que tomar algunos medicamentos y hacer ejercicios para piernas y pies. Se les pagará bien. Los interesados se acercan a mí.

Nadie se acercó. Todos se pusieron a hacer otras cosas.
A mí me interesa demasiado. Estoy apunto de ir a inscribirme, necesito el dinero. Mis padres no me pueden pagar el auto toda la vida...

—¿Alguna le interesa? —les pregunté a las chicas que estaban sentadas conmigo.

—Nah, no tengo el tiempo —dijo Luna. Obviamente, solo pasa en fiestas.

—Yo lo haría... pero no, no me interesa. ¿Y a ti? —me dijo Triss.

—Sí. Me ayudaría bastante con el auto.

—Pero ¿No te lo dieron tus padres? —me preguntó Luna.

—Sí... pero me gustaría ayudarlo, además tengo tiempo, tendré notas extras y me pagarán. Está muy bueno.

Las dos me miraron con cara de que estuviera loca. Pero en realidad me interesa mucho.

—Saben... lo haré — me puse de pie para dirigirme al escritorio del señor Louis que revisaba nuestras tareas.

—Señorita Alissa —dijo cuando me posé frente de su escritorio —¿Está interesada?

—Sí. Me interesa. Quiero hacerlo.

—¿De verdad? ¡Vaya! ya estaba perdiendo las esperanzas de que alguien se interesara.

—Sí...

—Bueno. Tienes que ser enfermera del estudiante Shawn Mendes —sacó una carpeta de su maletín y me lo dio —Ahí sale todo lo que tienes que hacer. Entenderás todo, sale su dirección, todo.

—¿Hasta cuándo tengo que ser su enfermera?
—Hasta que se recupere.... serían unos dos meses... máximo o quizás menos —no sé si sería bueno estar con él dos meses... pero en fin. Son solo unas horas al día —¿Lo aceptas?
Dudé un poco.

—Sí, sí. Gracias.

—Muchas gracias a ti Alissa. Empiezas mañana mismo.

—Okay.

Ufff tengo empleo. Bueno, empleo temporal...

—¿Serás la enfermera? —me preguntó Luna cuando me senté.
—Sí.
—¿Y cuánto te pagarán? —preguntó Triss.

—Emmm no lo sé. Ve en la carpeta —le di la carpeta a Triss y la empezó a revisar.

—Wow —dijo. Luna también empezó a mirar.
—¡Mierda! Alissa, podrás pagar tu auto en un mes.

—¿Qué? No creo que paguen tanto —le quité la carpeta para ver yo.

Vi... y wow.

—Madre mía..... y es ¡semanal! —nunca creí que pagarían tan bien.

—Se me había olvidado decirte que el número telefónico que sale ahí es de la mamá de Shawn. Llámala al llegar a tu casa —me dijo el señor Louis que vino hacía mi lugar.

—Ya. Muchas gracias.

—¿VAS HACER LA NIÑERA DE SHAWN, SHAWN MENDES? —preguntó alterada Luna.

—Emmm sí. ¿Qué tiene?

—Es uno de los chicos más buenos de esta Universidad —dijo ella con los ojos cerrados, como si fantaseara con él.

—No he oído hablar de él y no lo he visto nunca.

—Si lo ves sin sudadera sácale una foto por favor —dijo rogándome Luna.

Me reí.

—Sí, claro.

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Inválido Amor - Shawn Mendes  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora