Capítulo 9

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—Lo siento, me retrasé. Había tráfico... —le dije a la señora Karen cuando me abrió la puerta.
Me retrasé por unos diez minutos, de verdad había mucho tráfico.
—No te preocupes querida, tienes suerte de que hoy no tengo prisa. Hoy solo organizo lo de New York... —dijo caminando hacia el salón principal.
—Hola Shawn —solo lo saludé a distancia porque seguí a la señora Karen que fue al salón y Shawn estaba comiendo en la cocina.
Shawn me hizo con la mano un hola porque estaba masticando.
—¿Tus padres te dejaron ir? ¿No te hicieron problemas? —dijo al sentarse en el sillón. Le dio unos golpes haciéndome señal para que me sentara.
—No, para nada. Me apoyaron en todo momento. Trabajan todo el día... entonces...
—Ah claro, sí. Que bueno entonces. Mañana paso por tu casa, para que no traigas tu auto y lo tengas que dejar aquí, o si quieres lo dejas. Te lo guardo en la cochera.
La señora Karen es demasiado buena persona.
—Si puede guardarlo, lo traigo. No se haga problema en ir por mí...—le dije un poco avergonzada.
—Como tú quieras querida. Bueno entonces, tienes que estar aquí a las tres de la tarde. El vuelo sale a las cuatro —me explicaba. Yo le asentía al ir escuchándola.—Ya, los dejo que se me hace muy tarde —dijo cuando oyó que en la televisión dijeran la hora.

Al irse la señora Karen, Shawn estaba viendo la televisión en el sillón como siempre.
Parece que se le olvidó la tarde de películas... bueno, era de esperarse.
Yo estaba al otro lado del sillón.
—¿Qué decía el papel que te dio Aaron? —cortó el silencio Shawn.
Me quedé plasmada. Cómo supo del papel y ¿Por qué le interesa saber...?
No le quiero contar lo que decía...
—¿Qué? ¿De qué hablas? —me hice la tonta.
—No te hagas la que no sabes Alissa, te dio un papel cuando te besó la mejilla. Yo los vi ¿Qué decía? —dijo un poco desesperado.
¿Qué te pasa Shawn? ¿Por qué la preocupación? Le dije en mi mente.
—Qué te importa —le dije sin mirarlo, como él lo ha hecho. Estamos discutiendo sin mirarnos. Los dos con los ojos en la televisión.
—Ah ¿Ves? Ves que te dio un papel —dijo riendo sarcástico.
—¿Y a ti qué te importa que me lo haya dado?
—Me importa —dijo serio.
Yo ahí lo mire, que le importara tanto...
No quería decirle que el papel decía "Te doy mi número a cambio de un beso"
Noooo nunca se lo diría.
—Nada, no tenía nada —dije seria. El rió.
—¿Ya se conocían? —siguió preguntando sin mirarme.
—Tal vez te lo diría, si me miraras a la cara —me acerqué a él.
Él miró hacia donde me acerqué.
Y me miró.
Su mirada prenetaba hasta mi alma, sus ojos color miel me mataban.
Fue mala idea decirle que mirara... no me resisto de besarle esos labios.
—Ahora dime ¿Se conocían? —dijo sin despegar su mirada en mí.
—No —el dejó de mirarme.—Solo...—volvió a fulminarme.—Solo hablé con él en una fiesta...
Él movía su cabeza de arriba hacia bajo sin dejar de mirarme.
Basta, no aguanto más.
—¿Y qué decía el papel? —dijo acercando más su cara hacia mí. Literal podía sentir su respiración rebotar en mi cara.
—Eso no te importa —dije mirándolo a los ojos, ahora yo acercándome más a él.
Podía jurar que nuestras narices se rozaban.
Shawn fijó su mirada en mis labios. Mi corazón empezó a latir demasiado rápido, no sabía que me pasaba... Yo solo esperaba que esos labios se juntaran con los míos.
Volvió su mirada a mis ojos y nuevamente fijó su mirada en la televisión con una pequeña sonrisa.
Creo que me enamoré de este hombre.
No puede ser, no puedo estar enamorada de Shawn. No podría... me voy con él dos semanas a New York. DOS SEMANAS, A SOLAS.
No, no, no. Esto no me puede estar pasando.
¿Y por qué Shawn hizo tal cosa? ¿Le habrán pasado cosas?

Yo me devolví a mi postura inicial para corroborar la hora. Y era la hora de hacer los ejercicios de Shawn.
—Shawn, es hora de ejercitar —dije poniéndome de pie.
—Bueno, hagámoslo —dijo dejando el control remoto en el sillón.
—Lo senté nuevamente en su silla y lo llevé al patio trasero. Obviamente alejados de la piscina.
—Bueno, trata de estirar la pierna —le dije al sacarle las pantuflas. Él la trató de estirar, hizo el mayor esfuerzo del mundo, pero no logró estirarla al máximo, solo pudo levantar un poco el pie.—¿Te duele? —le dije al notar que no podía.
—Un poco... cuando ya no puedo seguir levantándola me duele —dijo con cara de dolor.
—Bueno, te haré masajes en los pies y piernas —dije entrándolo nuevamente a la casa.
Subimos al cuarto de Shawn para poder acostarlo y hacerle los masajes.
—Ya, te acostaré para poder hacerte el masaje —dije sacando algunas almohadas de su cama.
—A las tres, te esfuerzas para ponerte de pie —puse su brazo sobre mi cuello.—Uno, dos, tres —Shawn logró ponerse de pie, pero no aguantó mucho y cayó a su cama, y yo caí sobre él...
Él quedó recostado en la cama y yo quedé encima de él, frente a frente.
Los dos nos quedamos mirando por unos segundos, hasta que yo pensé... no, Alissa, no lo hagas.
—Lo-lo siento —dije poniéndome de pie y acomodándolo bien en su cama.
—¿Fue un accidente no? —dijo mirándome.
De verdad que Shawn está muy extraño. Pensé que se enfadaría porque había caído encima de él.
Le sonreí.
—Ya, empezaré por los pies —dije sacando su calcetines para masajearlo.

Inválido Amor - Shawn Mendes  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora