Los monstruos seguían esperando para atacar mientras nosotros intentábamos armar un plan de defensa, era obvio que nuestra única oportunidad era defendernos y no tratar de atacar primero.
No sabíamos como se mataban a estas cosas y mucho menos si nuestras armas les harían algún daño, aunque estaba seguro que un golpe suyo no sería nada bueno.
-¡Están hechos de piedra!-.
-¿Que demonios vamos a hacer?-. Clarisse no quitaba sus ojos de los cientos que nos veían desde el lago, llevaba puesto su casco y el brillo rojizo de la bendición de su padre casi la hacia parecer uno de ellos.
-No podemos comparar nuestra fuerza con la de ellos-.
-Podríamos huir- todos giraron la cabeza hacia Chris quien tenía una mirada sombría- se que es una acción cobarde pero al menos nos dará algo de tiempo-.
-¿Tiempo para que?- respondió uno de sus hermanos.
-De que alguien nos responda, nuestros padres o los romanos. Tal vez podamos...
-No podemos esperar a que alguien venga y nos ayude. Ninguna comunicación funciona, estamos solos y solo perderíamos tiempo intentando llamarlos-. Piper miraba a Annbeth intentando sacarle una idea con solo mirarla pero mi novia llevaba un rato callada, era obvio que su cerebro trabajaba a mil por hora, trataba de encontrar algo que nos ayudara pero no estaba funcionando.
-¿Entonces que haremos? ¿Rendirnos? Esa no puede ser una opción-. Preguntó un chico de la cabaña Afrodita, después de la última gran guerra, con el recuerdo de Silena y con Piper como su líder la cabaña diez era considerada guerrera como cualquiera de las otras.
-No- Había encontrado mi voz en medio de todo eso y no iba a perderla de nuevo- Nos separaremos, una parte de nosotros llevará a los más pequeños y a los nuevos fuera del campamento y buscaran ayuda mientras nosotros...
-¿Morimos?
-Intentamos detenerlos- continué ignorándolo- Tal vez encontremos una manera de hacerles daño-. Dije mirando a Annabeth rogando porque tuviera una idea.
-Concentraremos toda nuestra fuerza en ellos- Por fin, su mirada se encontró con la mía por un breve segundo para luego dirigirse a nuestros compañeros- roca contra roca, usaremos las catapultas y los mantendremos juntos. Si logramos separar a alguno de ellos podremos buscar su punto débil-.
Era el mejor plan que teníamos en ese momento y todos lo aceptamos.
Los romanos se unieron a nosotros mientras algunos se reagrupaban con los que saldrían del campamento, Quirón los lideraría y con algunas ninfas y sátiros e intentarían protegerlos.
Un gran número de semidioses fuera de los limites del campamento sería como un anuncio luminoso para monstruos.
-En cuanto logremos salir llamaremos a los dioses y los romanos-. Dijo el centauro mientras nos miraba con preocupación.
-Llamen a Thalia y las cazadoras, me dijo que estarían cerca de aquí en estos días-. Annabeth tocó su mano tratando de calmarlo un poco.
-Lo haré pequeña-.
.....
Todos los lideres de cabaña enviaron a sus segundos al mando con Quirón y los otros pero la mayoría se rehusó. Incluso los pegasos permanecieron con nosotros, cada uno con su jinete preparados para lo que se aproximaba.
Blackjack y yo estábamos listos, Jason había intentado llamar a Tempestad pero no había funcionado, se encontraba montado en Bludger con su espada lista a mi lado. Cada uno lideraría a un grupo de jinetes y pegasos y sus poderes eran nuestra principal esperanza contra los kuros.
Leo y la cabaña Hefesto ya estaban en sus puestos, teníamos catorce catapultas apuntando hacia el lago y una mezcla de semidioses, ninfas y sátiros se repartieron en varios grupos de ataque.
No podíamos estar mas listos.
Pero la batalla no empezaba.
-¿Que demonios esperan?-. Masculló Clarisse al tiempo que sus nudillos se volvían blancos por la fuerza con la que apretaba su lanza.
-¿Que eso no es bueno?-. Preguntó Travis haciendo que Clarisse gruñera y pusiera los ojos en blanco.
-No, mientras un enemigo demore en atacar significa que planea algo-. Annabeth respondió mientras con su espada detenía la lanza de la hija del dios de la guerra en su intento de pinchar a Travis con ella.
-Y eso si que no es bueno-.
-¿Annabeth segura que no hay información de como matarlos?-.
-Lo único que se menciona es el rayo de Zeus pero ahora eso es imposible a menos que decida bajar él mismo-.
-Utilizaré rayos normales, se que no son los de mi padre pero tal vez funcionen-. Jason estaba nervioso y no dejaba de mirar a Piper quien se había negado a ir en pegaso, sostenía su daga con firmeza, estaba claro que él estaba preocupado por ella pero la hija de Afrodita era tan terca como su madre.
Estaba por decirle que se concentrara pero un crujido llamó nuestra atención.
El sonido de roca resquebrajándose y de ojos moviéndose nos erizó el pelo a todos.
-Es hora-.
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Percabeth....ya no quiero pelear
RomanceNueva profecía? O nuevos problemas? Secuela de "Percabeth...tal vez no sea suficiente para ella"