El caos se desató

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- ¿Como esta? -

Habían pasado horas desde el ataque y los heridos sobrepasaban la capacidad de la enfermería, los menos graves habían sido llevados al comedor para hacer espacio a los que tenían las peores heridas. La mayoría tenía golpes y rasguños, pero había varios huesos rotos y contusiones, la más grave era sin dudas Annabeth.

-Tiene muchos golpes, una contusión de segundo grado, una fractura en el brazo izquierdo, un esguince de tobillo y debido a la electricidad que atravesó su cuerpo tiene algunas quemaduras de primer grado, está inconsciente porque su cuerpo está exhausto, pero debo ser honesto contigo, Percy- Michael suspiró- Aun para un semidios tan fuerte como Annabeth, cuyo cuerpo es más resistente que el de un mortal... ella debería estar muerta-.

-Pero...

-Realmente no lo entiendo, pero considerando el mundo en el que vivimos, no es algo que me sorprenda, pero no sé cuándo despertará o si ella tendrá alguna secuela-.

-Pero hay personas, mortales a los que les ha caído un rayo y resultaron ilesos, ¿eso podría pasar no? - la voz de Jason dejaba claro que él se sentía completamente responsable por la condición de Annabeth.

-Si, claro. Existen casos documentados, pero con todas las lesiones que tiene y la cantidad de electricidad que la golpeó... tenemos suerte de que ella siga respirando-.

Michael no me dejó entrar a verla después de que la metieron a la enfermería, no dejó que nadie entrara.

- ¿Tenemos bajas? - no había notado que los líderes de cabaña se habían reunido alrededor de mi frente a las escaleras de la enfermería. Esa era la pregunta que todos nos hacíamos pero que nadie quería responder.

-Ninguna- un suspiro de alivio colectivo recorrió el grupo.

-Gracias a los dioses- dijo Katie desde la parte de atrás del grupo.

-No- saltó Clarisse apretando los puños- Es gracias a nosotros mismos, vamos, todos lo pensamos. Estábamos completamente solos ahí afuera, ninguno sentimos nada de ellos, no consejos, no poderes, nos dejaron solos-.

-Es cierto-.

Después de un rato en el que la mayoría de los heridos menos graves se recuperaron continuamos con el protocolo de daños que Annabeth había redactado, primero daños humanos, recuento de campistas, tercero daños materiales.

-Quienes faltan? - 

-Los que se fueron con Quirón, Dare, falta la lista de los que están en la enfermería, pero Michael dice que me la dará en cuanto...

-Esperen- interrumpió Clarisse- donde están los romanos? - varias cabezas girando mirando hacia los lados, yo no recordaba haber visto a ninguno de ellos durante el ataque. Claro, estábamos concentrados en los Kuros pero un grupo de romanos en nuestro territorio no era difícil de notar, sobre todo si entre ellos se encontraba Reyna, ella jamás se haría a un lado en una batalla.

-Esos cobardes! - Clarisse soltó insultos y maldiciones contra ellos. La verdad era que todos lo pensábamos, ellos nos dejaron solos en un ataque de monstruos antiguos que nadie sabía cómo vencer, criaturas que se relacionaban con la profecía que también los afectaba a ellos, teníamos decenas de heridos, Annabeth había sido usada como pararrayos humano y yo casi me ahogué. Lo que me recordaba que tenía una charla pendiente con Los 4 fantásticos una vez que ella despertara.

-Malcolm Malcolm!- la pequeña voz de Evan se escuchó venir desde el bosque, los campistas más pequeños corrían detrás de él, Quirón no se veía por ninguna parte, los había alejado de la pelea, pero ¿Por qué regresaban solos?

Percabeth....ya no quiero pelearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora