Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.

Cap: 16~¿Dónde estará Justin?~

Todo empezó mintiendo. Todo empezó diciendo que nos íbamos a casar para tener dinero, pero al final, he acabado enamorandome de él. ¿Qué voy ha hacer cuando mi madre quiera que les lleve a la ruina y quedarnos con todo el dinero? No voy a poder hacerlo. Tendré que darle algo de dinero, pero no puedo llevar a esa fantástica familia a la ruina.
Sus ojos mieles. Sus carnosos labios rosados. Sus grandes y suaves manos. Sus musculos bien trabajados. Él. Justin.
Cada vez que estaba cerca de él era un torbellino de sentimientos. Me hacía enfadar, reir, gritar, llorar, sonreir. Me hacía feliz. No puedo perderlo. No. Puedo.

Un ruido me sacó de mis pensamientos. Los tacones resonantes de la chica me avisaban de que se estaba acercando ami.

-¿Qué haces aquí? -dijo seca y mirandome con desprecio.
-¿Y tú? ¿Qué haces aquí? -crucé mis brazos sobre mi pecho.
-Vengo a buscar a Justin. ¿Y tú? ¿Sigues esperando a que se case contigo?

Solté una carcajada.

-Eso no es de tu incumbencia, guapa. Sal por donde has venido- señalo la puerta.
-Le voy a pedir a Justin que se venga a vivir conmigo a L.A. ¿Qué te parece? ¿Un buen sitio para vivir?



Sentada en el sofá con Selena en frente, en el sillón donde Justin se solía sentar, según ella, cuando estaban juntos. Desiré estaba de pie al lado del sofá, mirandome con preocupación.

-¿Está segura de que no quiere que llame al señor Bieber? -preguntó ella con su dulce voz.
-No, ya estarán al llegar, no se preocupe.

Se acercó amí.

-¿No quiere que la eche? -susurra.
-Como se entere Justin, me mata.
-Quien la va a matar va a ser Jazmyn cuando le vea.


Sonreí ante la imagen de la última vez que la chica esa estuvo en casa. Jazzy la echó a patadas.

-Eso quiero verlo -sonreí.

Desiré también sonrió. La puerta se abrió. Froté mis manos juntas. La fiesta empieza.
Selena y yo nos levantamos a la vez cuando vimos a Justin entrar en el salón.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Justin abrazando mi cintura.
-He venido ha hablar contigo - cruzó sus brazos por debajo de su pecho.
-Pues habla - Justin deja un casto pico en mis labios.
-Vente conmigo a L.A, deja a esa tia y vente conmigo. Allí seremos felices -le suplica.

Un poco de pena me dió en ese momento, pero no iba a permitir que se llevara  a Justin.
Aunque cuando iba ha hablar, alguien se adelantó.

Jazzy la agarró del brazo y la echó de casa. A empujones. Selena no paraba de decir gilipolleces, pero nadie le dió importancia.

-Buenas noches a todos -dijo ésta, después de cerrar la puerta. Y con una sonrisilla en sus finos labios, desapareció.




Unos meses después...


-¡Bien! -grita Jazzy desde el pasillo- Chicos, que nos vamos a la piscina -dice más emocionada colgandose la bolsa con su toalla, ropa, bikini y más...
-Veo que te gusta mucho la piscina, pero no hay tiempo de piscina, ¿no crees? -miro por la ventana del pasillo.
-¿Cómo que no hace? ¿No ves el sol tan precioso que hace? -habla espiritualmente- Aquí, en Canadá, hace muchísimo calor en Abril -se apoya en la pared mirando con lujuría el sol que brilla allí arriba.
-¿No me digas? Pensé que yo había vivido en China toda mi vida -dije con ironía.

Justin soltó una carcajada. Se sentó en la ventana, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás.

-Amo la sensación del sol, amo esa tranquilidad que hay a las 4 de la tarde, un día así.
-La verda, hay una tranquilidad un tanto rara, ¿no creeís?

Justin y Jazzy me miran a la vez. Los dos con extrañeza.

-¿Porqué lo dices, _____? -Justin se baja de la ventana y se pone sus gafas negras de sol. No me había fijado en que llevaba unas bermudas rojas y unas chanclas, su torso estaba al descubierto.
-Normalmente se suelen escuchar coches, gente hablar y eso... -me encojo de hombros.
 
Los hermanos se encojen de hombros a la vez.

-¿Vamos a la piscina? -pregunta Jazzy.
-¿Porqué no vamos a la del jardin? Es más privada.
-Es que asi ella puede lucir su cuerpo y ligar -ríe su hermano.

Jazzy le mira sonriente.

-Y él quiere mirar los cuerpos de las chicas -alza las cejas.
-¿Eso es verdad, Justin? -alzo las cejas intimidando a Justin.
-¿Qué? ¡No! -niega rápidamente- Ami me encanta tu cuerpo, aunque aún no lo haya visto sin ropa -muerde su labio- pero este no es el caso, el caso es que no voy a la piscina para mirar el cuerpo de las demás.

Jazzy y yo le mandamos una mirada asesina.

-Espérame aquí, me voy a cambiar y bajo - subo corriendo las escaleras.
Me pongo un bikini celesta con rayas negras. Me recojo el pelo y me pongo mis chanclas negras. Cubro mi cuerpo con un pantalón pirataa vaquero y una camiseta morada de mangas cortas. Meto en un bolso de playa: ropa para cambiarme, la crema aunque no sé si va a quemar mucho el sol, el MP3 y me pongo mis gafas blancas de sol.

-Ya estoy, ¿vamos? -pregunta Justin que ya se ha puesto el bañador y ha cojido sus cosas.

Las dos asentimos y vamos corriendo al coche.


Reimos.

-Justin, deja de mirar a esa chica que tiene novio, porfavor -reímos sin para Jazzy y yo que nos hemos dado cuenta de que lleva 20 minutos mirandola.
-Es que su novio no para de mirar a mi chica -muerde su labio- Joder, te ha mirado descaradamente el trasero cuando te has quitado la ropa. Y después se mordió el labio y se tocó el paquete.

Jazzy y yo estallamos en risas. No podíamos dejar de reir. Es como en esas ocasiones en las que te da la risa floja y no puedes parar.

-Ya vuelvo chicas, voy a por mi móvil al coche -besa mis labios y alborota mi pelo mojado. Le miro con fastidio y me peino -Cómete ese helado que se te va a derretir, mi amor -me guiña un ojo y señala el helado de chocolate con su barbilla.

Sonrío y muerdo el helado.

-¿Dónde estará Justin? -me sobresalto al escuchar un ruido. Hacía como 10 minutos que se había ido y el coche no estaba tan lejos, en el aparcamiento de enfrente de la piscina.
-Vamos a buscarlo - sugiere su hermana. Se pone su vestido playero y sus gafas de sol. Agarra sus cosas y me ayuda a recoger lo mio.

Me pongo la camiseta y cojo mi bolsa donde Jazzy me metió todo rápidamente.
Caminamos a paso rápido hasta el aparcamiento. Estaba lleno de gente, pero solo en una parte, alrededor de algo. Nos miramos extrañadas y nos acercamos corriendo.

Mi corazón se heló cuando ví a Justin allí tirado. Un chico estaba llamando a la ambulancia. Su rostro estaba destrozado. De su nariz brotaba sangre. Su mejilla estaba morada. Su cuello tenía una herida. Pero lo peor de todo era que de la parte trasera de su cabeza, también manaba sangre. ¿Ese era su fin?