-¡Porfin en casa! -gritó Justin entrando por la enorme puerta de la entrada.
-Si, Justin, si. Ya puedes ir acomodando todo que van a venir los abogados.- Dijo Jeremy subiendo las escaleras.
-¿En serio que aún no habéis acabado con eso? -dije cansada.
-No, _____. Tristemente alguien vino a robar a casa y no sabemos aún quien ha sido. - Pattie suspiró y acaricio mi pelo.
-Que gentuza. ¿Y os ha robado mucho?
-Si. Demasiado. Pero no lo suficiente como para dejarnos pobres.
-Buf, que mal, Pattie.
-Ya. Bueno vete a descansar que se te nota en la voz que estás cansada. Déjanos a nosotros ocuparnos de esto.
Asentí no muy segura y subí rápidamente las escaleras deseando darme una ducha y meterme en la cama a dormir. Pero más me gustaría dormir con Justin, abrazada a él y aspirando su aroma varonil en cada respiración.
Me duché rápido y me puse mi pijama de invierno. En Madrid era verano y aquí, en Canadá, era invierno. Vaya mierda, no me gustaba mucho el invierno.
Me acosté en la cama y me tapé con las mantas. Suspiré y metí las manos debajo de la almohada cerrando los ojos. Noté un papel debajo de mis dedos y lo saqué abriendo los ojos, mientras se formaba una mueca extraña en mi cara.
Era un papel amarillo doblado por la mitad. Lo abrí y empecé a leer una letra bastante familiar. Chillé cuando acabé de leerlo. Tapé mi boca mientras que de mis ojos salían lágrimas. No podía creer lo que acababa de leer. ¿En serio había sido capaz de hacer eso?
Escuché pasos acercarse a la habitación a toda velocidad. Metí mis manos debajo de las mantas escondiendo el papel entre ellas.
-¿Qué pasa, ____? -preguntó Justin entrando con una mueca de preocupación.
-Na...Nada -susurré limpiándome las lágrimas. Pero era inútil, salían más.
-¡Por la santa mierda, _____! -exclamó tirando de los extremos de su pelo- ¡Estás llorando! -se acercó ami y se sentó a mi lado pasando su dedo pulgar por debajo de mis ojos.
-En serio, cariño, no me pasa nada, no te preocupes.
-Sé que me estás mintiendo. Sueltalo nena.
Lo pensé un poco. Quizás era bueno que hablara con él sobre la nota, pero también podría decirle que no dijera nada. Aunque siendo sobre el robo, saldría corriendo a decírselo a sus padres y yo estaría en un buen lio. No sabía que hacer. Mordisqueé mi labio inferior y presioné uno de mis dedos en mi cien.
-Iba a echarme un poco a dormir cuando metí las manos debajo de la almohada y me encontré con esto -dije dándole la nota. Él la cogió con una mueca y la desdobló. Mientras él leía seguí hablando- Lo juro, Justin que no sé porque lo ha echo, pero necesito que no se lo cuentes a nadie, porfavor- supliqué.
Los puños de Justin se cerraron violentamente. Sus nudillos estaban blancos de tanta presión acumulada. Volvería a ver al Justin violento, y rezaba por no volver a verlo.
-¿Cómo quieres que no diga nada a nadie después de esta amenaza? -gritó enfurecido levantándose de la cama.
-Justin... Porfavor.
-Ni Justin no ostias -gritó de nuevo.
Sollocé. Me había calmado y las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos.
-Tengo que decírselo a mi padre.
-Pero la meterán en la cárcel -grité poniéndome de pie en la cama quedando más alta que él.
-¿Y tú la vas a defender después de lo que te hizo? -chilló.
-¡Si no lo hubiera echo tú y yo no nos hubiéramos conocido! -grité histérica.
Justin se quedó en silencio. Había estallado. Claro que iba a defenderla.
-_____, yo... No me referia a eso... -susurró arrascando su nuca- Me refería a que no ha tenido el valor suficiente de venir a verte nunca. Ni se ha preocupado por ti.
-Está bien, quizás tienes razón, pero es mi madre.
Justin agarró mi cintura, besó mis labios y me subió a su hombro como un saco de patatas. Pataleé un poco pero su mano palmeó mi culo.
-Estate quieta, nena. Tenemos que hablar con mi padre.
Asentí con pocas ganas y suspiré.
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Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.
Fanfiction[Próximamente habrá una descripción aquí]