Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.

Cap: 26~¿Estás celoso?~

Una embestida. Otra seguida de esta. Y una tercera. Algo me decía que tenía que despertarme, pero algo no me dejaba hacerlo. ¿El qué? No lo sabía.


Narra Justin:

-Necesito entrar a verla. ¿Me vas a dejar o tengo que tirar la puerta abajo? -crucé mis brazos sobre mi pecho, arto de discutir ya con esa enfermera.
-Lo siento señor, Bieber. Pero la señorita ______, aún no se ha despertado. Los médicos están haciendo todo lo posible.
-Es que no me lo puedo creer. Eso no le tenía que haber pasado a ella -me quejé alzando la voz.
-Lo siento, Justin. Pero baje la voz, no está en su casa está en un centro médico.
-Me importa una mierda en donde esté - grité enfurecido.

La enfemera volteó los ojos y se fue. Golpeé la pared blanca de alli y busqué con la mirada a alguien familiar. Pude ver como Jazzy y un chico de ojos verdes.
Caminé hacia ella enfurecido. ¡Ella tenía la culpa de todo! ¡DE TODO!

-¡Tú! ¡Tú tienes la culpa de que ____ esté aquí! ¿Cómo has podido?- grité enfurecido.
-Justin, yo no tengo la culpa de nada.
-Si, si que la tienes.
-No. Si no me hubierais seguido nada de esto hubiera pasado. Ahora si me permites, apartate de mi camino.
-No pienso dejar que la veas hasta que no me expliques que coño hacías. Sé que tienes algo que ver con la cocaína y que llevabas contigo una puta navaja. ¿O prefieres que llame a papá y a mamá para que se enteren y ellos te castiguen?

Jazzy tragó saliva. Apretó la mano del chico que la acompañaba.

-Álex, déjame hablar con mi hermano -dijo ella sonriendo levemente.
-¿Estás segura?
-Tío, soy su hermano pequeño, por más que ahora quiera matarla, le quiero y no le haría daño, ¿vale? Ahora lárgate que tú no pintas nada aquí.
-Justin, no le hables así.
-Yo le hablo como me sale de los cojones.

Jazzy suspiró y frotó con sus dedos sus cienes. Dejó un pequeño beso en los labios del chico y éste salió por la puerta por donde habían entrado.
Ella agarró suavemente la mano de su hermano y lo guió hasta una silla donde se sentaron.

-Lo siento muchísimo Justin. Pero es que me sentía sola. Tú estabas con _____, Jaxon se había ido y papá y mamá siempre estan fuera. Nadie me hacía caso entonces me fui con Cristina un día a dar un paseo y nos encontramos con un viejo amigo. Empezamos ha hablar y él nos dijo que vendía droga entonces nosotras, decidimos hacerlo. ¿Porqué no íbamos a ayudarle? Él quería nuestra ayuda y se la dimos. ¿No era mala idea no? -Jazzy suspiró- Poco a poco nos fuimos metiendo más en el negocio, hasta nos dieron navajas por si alguien no queria pagarlo, le asustaramos con ellas. Nada más. No pasó nada más. Lo que no sé es porque ese coche nos quiso atropellar. Álex dice que es uno de otra banda que vende drogas y dice que le estamos robando a sus clientes. Jamás la llegamos a consumir y hacemos las ventas por la noche.

Los ojos de Jazzy se ahogaron. La abracé con fuerza.

-¿Me prometes que te vas ha deshacer de eso y vas a dejarlo? -susurré. -Mira como ha acabado nuestra ____ por querer sacarte de allí.
-Si, lo prometo- sollozó ella.
-Te quiero, sis.
-Y yo atí, bro.

Las horas pasaban y _____ no había despertado aún. Ya estaba demasiado histérico. El médico que la atendía salía cada hora para comentar como está.

-¿Justin?

Alcé la mirada.

-Dime.
-Se ha despertado.

Sonreí porfin. ¡Porfin se había despertado! Era lo que más quería.

-Pero tenemos una mala noticia.
-¿Cuál? -dije levantandome de la silla en la que estaba sentado.
-Se ha quedado paralítica.
-¿QUÉ?
-Lo sentimos...
-¿Pero ella lo sabe?
-Si... No ha sentido las piernas y se ha puesto a llorar como una histérica... Pero igualmente, cuando haya pasado una semana, os pasaís por aquí y empezamos ha hacer pruebas.
-Es decir, ¿rehabilitación?
-Si.
-¿Y por cuanto tiempo más o menos?
-No sé, segun como evolucione. Puede ser un mes, os meses o un año. Es depende de la persona.

Asiento y suspiro. Entro casi corriendo y me siento a su lado. Sus ojos estaban mojados de haber llorado.

-Cariño, que susto me has dado.
-Lo siento muchísimo, Justin.
-No pasa nada, lo importante es que estoy bien.
-No, Justin. No estoy bien. NO puedo caminar -y estalla en llanto.

Envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo.

-Mi amor, he hablado con el médico y te vas a meter en rehabilitación para que puedas volver a andar.
-¿Y si no puedo Justin?
-Si que vas a poder. Ya verás que si. Eres muy fuerte.

Agarró mi cuello, y nos fundimos en un dulce beso.
La puerta se abrió dejando paso a Christian con un ramo de flores en su mano. Se acercó a nosotros y sonrió.

-Hola chicos, ¿cómo estás, _____?
-Bueno... Más o menos... -susurró secandose las lágrimas rapidamente.
-¿Y esas flores? -le dije mirandolo mal.
-Ah si, son para tí -extendió el ramo hacia _____.
-¿Para mí? -dijo sorprendida.
-Si, para tí.

____ agarró el ramo y olió las rosas. ¿Qué hacia este idiota dándole rosas a mi chica? ¿Quién se creia que es?

-Son muy bonitas, gracias Chris.
-De nada, guapa.

¿Y de llamarla guapa? ¿Pero bueno? ¿No sé da cuenta de que su novio está delante.

-Si muy bien, ahora fuera, estaba hablando con ella -le señalo la puerta.
-Vale, tranquilo fiera.- se inclina hacia delante y besa la mejilla de _____, la cuál se sonroja.
-Chao, Chris. Y gracias por venir.
-Si necesitas algo, llámame.

___ asiente. Chris salió bajo mi desafiante mirada. Se ha pasado cincuenta pueblos y medio.

-¿Qué te pasa? ¿Porqué lo has echado así?
-¿Yo? Por nada.
-¿Estás celoso?
-¿Yo? ¿Celoso? ¿De qué?
-De que Chris me haya traído flores y haya sido tan dulce conmigo.
-No.
-Nooo que va-sonrió.

Sonreí y besé sus labios.

-¿Te quiero, vale? -susurró.
-Y yo atí.



-Vamos, ______, ¿no tengas miedo vale? Yo estoy aquí.
-Es que es la primera vez que voy a rehabilitación.
-No pasa nada. Todo saldrá bien.
-Eso espero.

Juntos entramos en el hospital. Aún no se había acostumbrado a eso de ir en sillas de ruedas, pero poco a poco se acostumbrada. La guié por una cuestecita que había para los minusválidos y caminamos hasta la puerta que el doctor me había dicho ésta mañana cuando hablé con él.

Llamé a la puerta y esperé a que abrieran. El médico sonrió al vernos.

-Hola, _____. ¿Cómo se encuentra hoy?
-Un poco mejor -dijo ella.
-Bueno, pues Justin puedes venir a recogerla en dos horas.
-Está bien -respondí.

Un chico de ojos azules salió por la puerta. Era bastante joven. Su pelo estaba echado hacia un lado y esbozó una sonrisa infame.

-¿Eres ______? -sonrió.
-Sí -respondió ella atónita.
-Yo te ayudaré con la rehabilitación.
-Oh, que .... Guay -dijo al fin.
-Bueno cariño, yo mejor te espero aquí -besé sus labios mirando al chico con superioridad.
-Son muchas horas, mi amor, mejor vete a casa.
-No no, yo te espero.
-Bueno, ¿vamos? -dijo el chico cuando me separé.
-Si, vamos.

Y _____ arrastró la silla de ruedas hasta quedar dentro con él. Dios mio, tendría que aguantar la situación durante mucho tiempo. Pero ella no va ha hacer nada; solo quiere volver a caminar.