Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.

Cap: 4 ~Con tus amigos al parque~

Después de conversar con Jazzy, nos fuimos las dos a sus respectivas habitaciones.

Antes de meterme en la cama decidí ir al baño a lavarme los dientes. Lamentablemente cuando llegué al baño me acordé que de no tenía un cepillo y volví a caminar hacía mi habitación. Pero cuando llegué una melodía me detuvo. Era hermosa y provenía de la habitación de Justin.

La puerta estaba encajada así que asomé un poco la cabeza, para encontrarme con un concentrado Justin tocando la guitarra. Sonreí para mis adentros. Era increíbe. Sus dedos se desplazaban por las cuerdas con tanta delicadeza, lo poco que podía ver de su rostro expresaba pasión... Cuando acabó con la melodía dejó la guitarra a un lado así que decidí dejar de espiarle e irme a mi habitación.

A las 8 y media de la mañana ya estaba en pie. No era capaz de dormir porque simplemente no podía quitarme de la cabeza todas las cosas que estaban sucediéndome en tan solo un día. Me quité el pijama que me había puesto la noche anterior y me puse algo abrigado ya que hacía bastante frío. Me asomé por la ventana, el viento movía con fuerza los arbustos y árboles que había por la zona. Rápidamente la cerré antes de que me congelara.

—Buenos días —Dijo Pattie entrando en la cocina—. He ido a tu habitación a coger unas cosas y me he fijado en que has guardado toda la ropa. ¿Te ha gustado? —Sonrió antes de besar mi mejilla.

—Sí —Sonreí—. Muchísimas gracias por la ropa, Pattie. No tenías porque dármela —Alcé mi taza la cual contenía un chocolate caliente que había preparado en unos breves minutos—. Espero que no te importe que me haya preparado esto, es que me apetecía y no encontraba a Desiré. La casa es enorme, y me pierdo —Me disculpé.

Pattie soltó una carcagada.

—No tienes porque disculparte. Es normal que quieras hacerte tus cosas —Me lanzó una tierna mirada—.  Y que te pierdas también, no importa. Poco a poco te irás acostumbrando.

—Bueno, gracias... —Susurré.

—Por cierto, Aída. Dentro de unos días es Nochebuena y va a venir mucha gente. Seguro que no estás acostumbrada a pasar las navidades rodeada de gente que no conoces. ¿Cómo celebras tú la Navidad? —Preguntó ella curiosa.

Escupí todo el contenido que tenía en mi boca manchando el suelo blanco de marrón. Me limpié la boca con una servilleta y tosí falsamente, intentando cubrir la tensión que se había formado a mi alrededor. Agarrando otra servilleta me agaché para limpiar el estropicio que había formado.

Nunca había celebrado la Navidad. Mi familia nos dejó de lado a mi madre, a mi hermano y a mi. Desde que tenía los tres años no lo celebraba y no me acordaba de nada absolutamente.

—Pues no sé, lo habitual, ¿no? Reunión familiar, un buen pavo, muchos bombones... —Sonreí falsamente—. La verdad, no le doy mucha importancia a las fiestas. No me gustan mucho.

—¿Ah no? Aquí adoramos la Navidad. Es preciosa.

Me encogí de hombros restándole importancia.

—Le diré a Jazzy que te lleve de compras ésta tarde. Así os buscais algo que poneros y de paso, que te explique como lo celebramos nosotros. Y ya que estáis, os hacéis amigas.

—Si, al fin y al cabo, vamos a ser cuñadas, ¿no? —Dije sin ganas pero con una sonrisa sobre mis labios.

Pattie asintió entusiasmada. Ella precía más entusiasmada que su hijo.

Justo en ese momento entró Justin por la puerta. Tal y como dice el dicho: "Hablando de Roma, por la puerta asoma".

Él iba ataviado con unas bermudas arrascándose la nuca. El pelo revuelto lo hacía bastante sexy. Pude ver que tenía un tatuaje en la cadera y otro en el pecho. También tenía algunos en sus brazos, pero no los distinguí bien.