Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.

Cap: 15~Siento haber destrozado vuestra familia ~

Mi corazón se encogió cuando esas palabras salieron de los labios de Pattie. ¿Qué Jaxon se iba a Miami con el tóo? No me jodas. No quería separar a una familia. Esa idea era horrible.

Me levanté de la cama y corrí hacia fuera buscando la habitación de Jaxon. Me choqué con un cuerpo el cual me rodeó con sus brazos en unos segundos. Supe enseguida que era Justin, por su infame aroma.

—¿A dónde vas con tanta prisa, nena? —Susurró en mi oído. Su voz era ronca.

Alcé la mirada centrándome en sus ojos. Tenía una mezcla de preocupación aunque sus labios dibujaran una hermosa sonrisa blanca.

—Justin, ¿te has enterado?

—¿De qué? —Preguntó él.

—De que tu hermano se va a Miami —Casi grité. Mi voz salió temblorosa sin darme cuenta. La idea de que estaba separando a una feliz familia amenazaba mi mente.

—Ya lo sé... —Suspiró Justin después de unos segundos.

—Pues dile que no se vaya, Justin. No puede irse. Joder, no puedo destrozar esta familia —Murmuré zarandeandole.

—Nena, ya hablé con él. No quiere saber nada de mi en unos años pero dice que volverá. Cuando deje de estar enamorado de ti.

Una lágrima deslizó por mi mejilla. Me la limpié enseguida.

—Ya vengo, Jus —murmuré apartando la mirada de él. Me sentía avergonzada por estar haciendo esto. He llorado, nuevamente delante de Justin, pero ésta vez ha sido por su hermano. Le había cogido mucho cariño, no podía irse. Tampoco podía irse porque me duele en el alma, haber destruído esta familia.

Me separé de los brazos de Justin y golpeé con mis nudillos la puerta de la habitación de Jaxon. No hubo respuesta así que asomé mi cabeza por ella.

—¿Se puede?

Jaxon se giró y bufó al verme. Metió una camiseta dentro de la maleta y se fue a por otra a unos de los cajones de su armario.

—Hola, Jaxon —Cerré la puerta detrás de mi.

—¿Qué quieres? —Preguntó él con fastidio.

—Pedirte que no te vayas.

—No te esfuerces, me voy a ir quieras o no.

—Pero Jaxon... —Él me interrumpió.

—No lo hagas más dificil, Aída. Me ha costado decidirme y voy a hacerlo.

—Pero Jaxon, no quiero separaros. En todo caso quien se tiene que ir de aquí soy yo, no tú. Ésta es tu casa. No la mía.

Jaxon me miró.

—No Él negó con la cabeza gacha—. Sé feliz con Justin. En unos años, quien dice que nos volveremos a ver. Justin te va a cuidar, lo conozco.

No dije nada más hasta que me acerqué a él.

—Buen viaje, Jax —Susurré.

Él abrió los ojos cuando rodeé su cuerpo en un abrazo. No lo correspondió, pero no me importó. Salí de la habitación corriendo, sin mirar atrás.

Los brazos de Justin enseguida me envolvieron dándome un calor agradable.

—No pasa nada, nena —Susurró en mi oído mientras acariciaba mi pelo.

—He destrozado una familia, Justin. Soy la peor persona del mundo —Sollocé en su pecho, agarré con fuerza su camiseta.

—Tranquila —Besó mi frente y secó mis lágrimas—. Vamos a descansar un poco, ¿quieres?

Negué con la cabeza.

Justin ignoró mis actos y me cogió en brazos. Lié mis brazos en su cuello y escondí mi cabeza en éste también. Sentí el cuerpo de Justin desplazarse. A los pocos minutos sentí el colchón debajo de mi espalda. Mi cuerpo se relajó en él. Justin destapó la cama y me tapó con las sábanas y después con el edredón. Besó mi frente y se giró para irse.

—No espera. No te vayas —Susurré agarrando su mano para impedir que se fuera.

Sus ojos se encontraron con los míos.

—¿Porqué? —Aclaró la voz y volvió a formular la misma pregunta ya que había salido muy apagada de sus labios carnosos.