Casados por ley {Justin Bieber} (TERMINADA) EDITANDO.

Cap: 3 ~Tú ocúpate de cerrar el pico, ¿vale? ~

Me encontré con otros ojos marrones tan parecidos a los de Justin.

—¿Estás bien? —Habló el chico que tanto se parecía a Justin.

—Em... Si... Si... —Aclaré mi voz—.Lo siento, no ví por donde iba.

—No te preocupes.  ¿Tú eres la "prometida" de mi hermano?

—Sí. ¿Y tú eres su hermano, no? Te pareces mucho a él.

—Sí, soy su hermano pequeño. Tengo dos años menos que él. Me llamo Jaxon —Extiró su mano y cogió la mía. La besó delicadamente. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de la misma manera que me pasó con Justin—. Encantado.

—Lo mismo digo —Sonreí. Parecía mentira que este chico fuera hermano de Justin. Eran tan diferentes... Y eso que acababa de conocer a Jaxon—. ¿Has acabado en el baño? Me gustaría darme una ducha —Metí un mechón de pelo detrás de mi oreja, tímida.

—Claro que sí —Se agachó un poco y besó mi mejilla. A pesar de su edad, era más alto que yo. Sonreí ante su gesto—. Hasta luego.

—Adiós —Susurré.

Jaxon se apartó de la puerta y dejó que entrara. En cuanto cerré la puerta del baño me miré en el espejo: tenía los ojos rojos y el pelo echo un asco. No sabía en que momento me había despeinado, pero finalmente tenía la coleta media caída y algunos pelos se salían de las horquillas que me había puesto ésta mañana mi tía.

Me despojé de la ropa y me metí en la bañera después de llenarla con agua caliente.Solo quería relajarme antes de tener que lidiar de nuevo con Justin. Sabía que él no estaba de un muy buen humor que se diga y tenía que estar preparada para lo que podía llegar a pasar.

Después de salir de mi largo baño, el que nunca había tenido y tan bien me había sentado, me puse el pantalón rosa de chandál que cogí junto con la sudadera gris.

Faltaban diez minutos para las nueve así que me sequé el pelo con un secador que había encontrado en la maleta para no empaparme y coger un resfriado. Caminé tranquilamente hasta el comedor con un MP3 que había encontrado entre las cosas de la hija de Pattie. Al entrar por la puerta me encontré con el cuerpo de Jaxon.

—¿Tienes hambre? —Me preguntó haciendo que le mirara.

—Oh, hola Jaxon —Le sonreí tímidamente. Esto de vivir con desconocidos no era del todo cómodo—. Un poco si la verdad.

—Pronto estará lista la cena —Sonrió—. De mientras, ¿qué te parece si miramos la televisión?

Paseé mi mirada por el enorme salón. En medio, se situaba un enorme sofá con una mesa justo delante. A la izquierda había otro sofá, pero más pequeño y colocado de lado, mirando la mesa. En frente del sofá grande, estaba la chimenea pegada a la pared y la televisión justo encima de ella.

—Como quieras.

Jaxon cogió mi mano y me llevó al sofá grande donde se sentó y buscó el mando de la enorme pantalla. Me senté a su lado y descansé mis manos en mi regazo, sin saber que hacer o decir.

—¿Qué te gusta ver? —Preguntó una vez que la encendió.

—Me da igual —Hacía mucho tiempo que no veía la tv y menos en una tan grande como esa. En nuestra casa no nos podíamos permitir una y cuando íbamos a casa de mi tia, que era pocas veces, la veía.

Puso un programa de risa que estaban echando, donde podíamos ver caídas de personas o momentos graciosos que habían sido grabados por otras personas y colgados en Internet. Justin entró en el salón justó detrás de Desiré que entraba con una bandeja llena de cosas.