Viviendo Con Ellos

32| Lección: No te metas en casas ajenas

Hoy ya es Lunes, y hoy tengo que empezar las clases otra vez. Ha pasado una semana más o menos desde que Liam me ganó jugando a la play.

Salgo de la casa, hoy sola, Alisson ha ido más pronto porque tenía que recojer no me acuerdo que, Devon se ha quedado con Liam y Ian en la fraternidad porque dicen que tienen una resaca de la hostia y que no van a asistir a la primera clase.

Salgo de casa, no cierro la puerta porque estan los chicos dentro. Miro la casa de enfrente. Es la de los rebels. Miro mi reloj. Hoy voy demasiado pronto. Faltan 20 minutos para que empiecen las clases y en llegar al instituto tardo solo 5 minutos.

Me decido en lo que estaba pensando, y me acerco a la puerta de la casa de enfrente, la de los rebels.

Miro por la ventana, esta todo oscuro. Piso algo duro debajo de la pequeña moqueta que hay en la puerta de la casa. Me arrodillo. Levanto la moqueta. La llave refleja el sol y me da en toda la cara.

La cojo y dejo todo como estaba, no quiero tener luego problemas. Me pienso en si entrar a la casa, si me pillan podría morir esta noche. Puede que sea una exagerada, pero los rebels pueden llegar a hacer muchas cosas.

Siempre he pensado que si no me arriesgo en esta vida, no ganaré nunca. Y me quedaré siempre con la duda de que habría pasado, ¿No?

Asique con toda la valentía, abro cuidadosamente la puerta. Nose si hay alguien dentro de la casa, al parecer no porque todas las luces están apagadas, aunque las del piso de arriba no lo sé aún.

No se ve mucho, ya que las persianas están bajadas, pero por las ranuras entra un poco de luz del exterior.

La casa en totalmente normal, aunque esta muy desordenada; cojines por el suelo, tazas sucias en muchos lugares de la casa, ropa tirada... En casa pasillo o pared hay posters de chicas en bikini, y en una pared que ERA totalmente blanca, habían escrito "Rebelds" con grafiti. También había varios carteles pegados por la casa con lo mismo escrito.

- ¿Qué? ¿Es bonita la decoración de la casa? ¿O prefieres la tuya? - Dice Aiden detrás mío, con malicia. Doy un respingo y me asusto.

Mierda. La he cagado. Ahora si que tengo un problema. Intento no parecer asustada o nerviosa cuando digo:

- La verdad, prefiero mi casa.

Pongo tono egocéntrico y también una sonrisa desafiaante aunque lo único que quiero hacer es salir corriendo de aqui. Aunque noto que yo he cerrado la puerta al entrar, por lo cual necesitaría la llave. Y tardaría lo mío en abrirla.

Guardo la llave en el bolsillo trasero de mi pantalón sin que Aiden se de cuenta. En estos momentos no se si estamos solos aunque me parece muy raro que Aiden se haya quedado solo en su casa.

- Eres gilipollas, niñata. - Dice con asco.

- No te describas, porfavor.

- Te voy a matar. - Dice el gilipollas que tenía delante.

Estoy jugando con fuego, y el que con fuego juega se quema.

- Bro, ven porfa. - Gritó hacia las escaleras, el piso de arriba. Ahí es cuando me cagué de miedo.

Apareció un chico musculoso con tatuajes por la mayor parte de su cuerpo con una barra de hierro. ¿Me iba dar con eso? Empecé a sudar. Tenía mucho miedo. Las lágrimas cubrieron mis ojos en instantes.

Mi cojieron entre los dos y me taparon la boca con la mano. Intentaba gritar pero no se me oía, era imposible. Las lágrimas ya caían desenfrenadamente por mi rostro.

- Cállate, no vas a conseguir nada gritando nadie te va a escuchar. - Dice el el amigo de Aiden cansado.

Tiene razón, pero aún asi sigo pataleando.

- Ponle algo en la boca ahora para que no grite. - Dice Aiden a su amigo. Su amigo saca de el bolsillo de la chaqueta un pañuelo y me lo pone en la boca. No hago fuerza, me lo van a poner si o si. No tengo nada que hacer para evitarlo.

- Dale en la cabeza con esa mierda y acabemos con esto ya. - Dice Aiden si un tipo de empatía hacia mi.

- ¡Parar! - Oigo una voz masculina. Aparece un chico también con tatuajes. Es un rebeld, lo he visto muchas veces con Aiden, son muy amigos.

Lo que me sorprende es que él, le diga a ellos que paren. Pensé que él estaría de su parte... Que raro...

El chico que todavía nose su nombre, se acerca al otro amigo de Aiden (Un poco lío, lose) y le quita la barra de hierro, se acerca a mi y con preocupación en sus ojos, me quita el pañuelo de la boca lo que es una alivio para mi boca.

Le agradezco con la mirada, me coje de la mano y me lleva fuera de donde estabamos no me da tiempo a mirar hacia donde se habían quedado Aiden y su amigo. Ya estabamos en la puerta del instituto, aunque no había nadie.

- ¿Porqué me has ayudado? - Pregunta aliviada.

- No todos son como piensas, Maya. Algunos tenemos nuestros secretos, al igual que tu.

HOOLAA💞 QUE TAL TODO?? JO, GRACIAS POR TANTAS VISITAS🤗 SOIS LOS MEJORES. SINCERAMENTE NO TENGO PLANEADO EL FINAL DE ESTÁ HISTORIA O CUANTOS CAPÍTULOS MÁS TENDRÁ... SOLO DEJÓ Q LAS COSAS FLUYAN 😂

Perdon por la inactividad
ADIOOOSS😘