- ...Entonces le dije que era una idiota... Pero después me pidió perdón, y yo también lo hice porque yo había sido la idiota. Así qué nos besamos y la pelea se terminó... ¿Crees que soy muy flexible? ¿O estuve bien?
Sinceramente no estaba escuchando nada de lo que Lauren decía sobre sus problemas con Camila, me aburrían, pero no quería decírselo.
- Esta bien, tú tienes razón. - Asentí y ella siguió hablando. Llegamos a nuestros casilleros y tomé mis libros y los metí en mi mochila. Los lunes siempre eran los peores días. Y más si Dinah no aparecía y yo no tenía que no soportar su mirada acosadora y arruinaba el ambiente con mis preguntas estúpidas.
Camila apareció de repente al lado de Lauren, mientras le succionaba un poco la cara con sus labios.
Asco.
Cerré mi casillero con un gran estruendo que hizo que se separaran.
- Basta, es muy molesto que estén comiendo pan en frente de los pobres. Calmen sus hormonas de una vez. - Camila, ya acostumbrada a mis comentarios, sonrió.
- Siempre es un placer hablar contigo Mani. - Hice una reverencia y ellas volvieron a besarse.
Dios, necesitaba una novia urgentemente.
Tomé los libros de las clases de Lauren y los puse en su bolso y luego lo cerré, sin interrumpirlas esta vez.
Qué buena amiga era, por el amor de Dios.
- Y cómo van a ignorarme, porque me odian, como todo el mundo, voy a decirles en este momento que sé que piensan que se ven lindas mientras se besan, pero en realidad no es así. Parecen dos aspiradoras. Aspirándose la cara la una a la otra. - Lauren se separó de Camila y me miro mientras esta dejaba besos en su mejilla.
- Estas celosa porque estás sola y nadie te quiere. - Me cruce de brazos.
- A diferencia de ti, yo no necesito una mujer para saber que soy hermosa. Así qué cierra tu boca. - Ella volvió a besar a Camila. - Literalmente. No quiero que te atragantes con su lengua o algo así.
- JA JA JA, muy graciosa. - Cada día amaba más mis comentarios.
Rodé los ojos con una sonrisa y divise una cabellera entre rubia y castaña a lo lejos.
Drew.
Bien, esta era mi oportunidad.
Estaba apurado, se notaba porque veía su reloj y caminaba muy rápido. Deduje que se dirigía a su casillero.
Perfecto.
- Los veo en clases. Tengo que ver algo con una compañera de Matemática. - Camila y Lauren se separaron y me miraron mientras caminaba hacia atrás - ¡ADIÓS! - Prácticamente corrí para alcanzarlo y mantenerme a una distancia prudente.
La campana sonó y leí de sus labios unas cuantas groserías que una señorita no debería repetir.
Aunque no era una señorita. Pero ese no era el punto.
Todos los alumnos comenzaron a caminar en dirección contraria a mí, es decir que iban a aplastarme.
Di codazos, patadas y empujones y hasta creí que iba a perderlo, pero nadie puede contra Normani Hamilton.
Doble en un pasillo vacío, y lo vi allí sacando libros de un casillero. Camine lo más rápido que pude hacia él, tomando con fuerza mi bolso.
No sabía por qué, pero algo corría por mis venas. Enojo, furia, adrenalina, lo que sea. Antes de que llegara a su lado el levanto la cabeza y me miro. Cerró rápidamente el casillero y camino rápido, intentando deshacerse de mí, otra vez.
- ¡LAWRENCE! - Grite y corrí hacia él. Dio media vuelta y me abalance sobre él haciendo que cayéramos.
Definitivamente, eso había sido un tackle. Tenía que inscribirme a rugby, con un poco de práctica podía ser muy buena.
Era obvio que él podría haberme esquivado, pero por alguna razón había dejado que lo empujara. Tal vez sabía que se lo merecía.
- Normani, ¿Qué estás haciendo? - Tomo mis hombros para levantarme un poco y poder ver mejor mi cara. Sus cejas estaban levantadas y había una sombra de sonrisa en su rostro. Fruncí mis ojos ante lo lindo que era.
Concéntrate Mani, sé firme.
- No voy a dejarte ir hasta que respondas todas mis preguntas. - Lo apunte con mi índice y él sonrió debajo de mí.
- Sabes que puedo levantarme e irme cuando quiera, ¿Cierto? Por si no sabías soy mucho más fuerte que tú.
Probablemente lo era, pero yo tenía lo mío y no iba a dejarlo ir hasta tener lo que quería.
- No te hagas el listo conmigo niño. Voy a golpearte muy fuerte y no vas a saber de dónde vino. - Sonrió.
Dios, la próxima vez, intenta que su sonrisa sea menos perfecta así no me derrito como una idiota.
- Todo esto te resulta muy gracioso, ¿Eh? - Drew asintió.
- Un poco, sí.
- Pues no es gracioso. Quiero saber que sucede con ustedes. - Hizo una mueca con sus labios y me miro a los ojos subiendo sus cejas.
- ¿Al menos podemos pararnos? - Negué con mi cabeza.
¿Para qué? ¿Para qué pudiese salir corriendo y así me evitara nuevamente? No señor, no era tan idiota.
- Bien. - Saco sus manos de mis hombros y las paso por detrás de su cabeza.
Dios, sus bíceps.
Concentración Hamilton. Concentración.
Sacudí la cabeza. - Quiero saber que sucedió con Dinah.
- ¿Con Dinah? - Era un muy mal mentiroso.
- Si tarado, con Dinah.
- Nada, no pasó nada con Dinah.
- ¿Y por qué un día antes de que desapreciara se volvió loca y me trato como una desquiciada mental?
- Tiene problemas de ansiedad. - Se encogió de hombros como si fuera poca cosa. Entrecerré mis ojos.
Mentiroso.
- ¿Y por qué desapareció?
- Esta en un campamento para personas con problemas de ansiedad..
Sí, claro.
- No te creo absolutamente nada. - Él se encogió de hombros y se levantó del suelo llevándome con él.
- No es mi problema. - Tomo sus cosas y comenzó a caminar. Me crucé de brazos y tense mi mandíbula.
Maldito mentiroso.
Se dio vuelta como sí pudiera haberme escuchado.
- ¿Puedo darte un consejo Mani? - No dije nada. Nunca había pensado que Drew fuera capaz de mentirle a alguien. Parecía tan bueno. Pero eso solo aumentaba el sentimiento de saber por qué mentía. - Sólo porque me caes muy bien Normani... Deja de ser tan curiosa, ¿Sí? Olvídate de lo que sea que tengas en la mente, porque eso solo te traerá problemas. - Se dio media vuelta y se fue. Bufé fuertemente.
"Está bien papá, haré lo que digas."
Sí, claro.
ESTÁS LEYENDO
No digas que no te lo advertí. » Norminah
FanfictionADAPTACIÓN. Esta historia no es mía. Créditos a quién corresponda.