— ¡YOU WILL REMEMBER ME!
Cada día me convenzo más de que eres un jodido fenómeno Normani.
Seguí saltando en la cama y cantándole a mi público imaginario con mi precioso micro-peine de color verde con diseño de sapitos.
No soy tan inmadura como parezco, lo juro.
—¡REMEMBER ME FOR CENTURIES! — Lauren apareció de la nada, descalza, con unos cortísimos pantalones de pijama y un buzo que le quedaba gigante. Con sus brazos en alto, gritó a todo pulmón la letra de la canción mientras se unía a mí.
Amaba tener una amiga como Lauren.
La música seguía sonando mientras nosotras saltábamos, reíamos y cantábamos con fuerza cada oración de la canción que sonaba por todo el departamento.
— ¡LOS VECINOS! — Le grité a Lauren para que pudiera escucharme.
— ¡A LA MIERDA LOS VECINOS! — Me contestó mientras seguíamos riendo. Era inevitable que no te pararas y bailaras ésta canción hasta que te sangraran los pies. O al menos para mí lo era.
— Estoy exhausta. — Le sonreí a Lauren mientras ambas nos tirábamos a la cama con fuerza luego de que Centuries acabara. Nos quedamos en silencio mientras veíamos el techo sin hacer nada, porque no teníamos nada para hacer. Era fin de semana y ya habíamos hecho nuestras tareas y habíamos limpiado la casa porque ya era un desastre, lleno de ropa por todas partes y ropa interior de Lauren colgada en cualquier maldito lugar en el que tuviera oportunidad de hacerlo. Me irritaba y me hacía reír al mismo tiempo. — ¿No ibas a salir con Mila? — Le pregunté nada más que para hablar de algo.
— Sí. — Me dijo subiendo las cejas. — Pero llamó hace dos horas para decirme que no podía. Estaba algo preocupada o enojada y le dije que no importaba. — Se encogió de hombros. — Últimamente nos estamos viendo demasiado, está bien un descanso, ella tiene sus amigos y yo te tengo a ti. — Sonreí.
— Entonces estás tratando de decirme que dejaste de salir con una chica jodidamente caliente porque querías estar conmigo... — Ella sonrió. — ¿Qué mierda se te cruzó por la cabeza Lauren? —Golpeó mi brazo mientras se levantaba de la cama.
— No lo sé, pasar tiempo contigo es un martirio, pero a veces debo tener un poco de dolor en mi vida... Ya sabes, para saber si sigo viva o si simplemente estoy soñando. — Lancé una almohada a su cara mientras reía.
— ¡CURSI! — Caminó hasta la puerta de mi habitación.
— ¿Quieres ver una película? — Asentí con la cabeza. — ¿Cuál? — Me encogí de hombros.
— Elige tú. Pero que no sea ningún cliché, ninguna película predecible y nada que me haga llorar porque te voy a golpear. — Salió por la puerta mientras la escuchaba reír.
— ¿Qué tal algo de lobos? — Mis ojos se abrieron como dos gigantescos platos mientras caía de la cama por mi movimiento brusco.
¿Había escuchado bien? ¿¡HABÍA ESCUCHADO BIEN!?
—¿¡Qué dijiste!? — Le grité desde el pasillo. Me dolía la rodilla por la caída.
— Lobos. — Siguió caminando. — Ya sabes, por la luna llena... ¿Qué pasa Normani? ¿Temes no poder dormir porque el pequeño lobito vendrá por ti? — Me metí a mi habitación sin contestarle.
Camila. Luna llena. Lobos.
Empezaba a hilar los cabos sueltos en mi cabeza y no me gustaban para nada las imágenes que se estaban formando allí adentro.
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No digas que no te lo advertí. » Norminah
FanfictionADAPTACIÓN. Esta historia no es mía. Créditos a quién corresponda.