Miré a Drew fijamente. Él hizo lo mismo conmigo. Y nos quedamos así unos segundos.
— ¡PESTAÑEASTE! — Grité señalándolo con una sonrisa. Él lanzó su paquete de gomitas hacia mí, gruñendo. — Gracias. — Metí cinco en mi boca y reí. —No debes retar a Normani Hamilton, nunca. — Él gruñó otra vez y cruzó sus brazos como un niño pequeño.
— ¡Hiciste trampa! — Reí con fuerza.
Oh chico, soy mejor que tú, acéptalo.
— Llevo haciendo trampa unas diez partidas. Hay dos opciones. O eres demasiado tonto y no te has dado cuenta de mi técnica para superarme, o, y esta es la verdadera, no puedes vencerme. — Drew negó con la cabeza.
— Deberías ir al médico. No es normal estar tanto tiempo sin pestañear y que tus ojos no se irriten ni un poco. — Pasé una gomita por su rostro y el frunció su ceño mientras la metía en mi boca.
La victoria sabe jodidamente dulce.
— Envidia, niño mimado. — Suspiré y miré por los pasillos asegurándome que nadie viniera, ni siquiera un profesor. — Esto es divertido. — Sonreí. — Dime por qué no lo habiamos hecho antes. — Me acosté al lado de Drew mirándolo con mi hermosa cara de interrogación. Él sonrió mirando el pasto de la cancha de fútbol que teníamos en frente.
— Porque no está bien faltar a clases. Y porque pueden castigarnos. Y porque podría perder mi promedio perfecto por esto y Dios Normani, tenemos que volver. — Tomé su brazo antes de que pudiera tocar su mochila y me levanté del suelo. — No sé cómo mierda hiciste para convencerme, en serio. — Reí.
— Eso es porque soy jodida e irresistiblemente adorable y convencedora, sin contar mi belleza y mi gran inteligencia, por supuesto. — Drew suspiró y vi su ceño fruncirse aún más. — ¿Quieres relajarte? Es la única manera que tenemos de pasar tiempo de calidad sin que nadie enloquezca al vernos juntos. O piensen que te la chupo, o que estamos juntos, o que me vendes droga, o que estamos planeando asesinar a alguien, hasta incluso he oído de nuestros malévolos planes de conquistar Oklahoma. — Drew me miró y luego rió.
— ¿Oklahoma? ¿De qué me serviría eso? — Hice un gesto gracioso con mis manos.
— Exacto, mi amigo. — Imité a la perfección el acento okie haciéndolo reír aún más. Ambos nos acostamos en el suelo otra vez.
— ¿Y cómo van las cosas con Dinah? — Rodé los ojos y gruñí.
— ¿Cómo que 'Cosas'? Somos amigas. Nada más. — Mentí con la mejor cara de loca mentirosa e indignada que podía poner.
— Sí, claro. Amigas que se besan.. Constantemente.
Oh, mierda. Olvidé lo de su casa. Maldición.
— Ya. Un beso. Nada más. Uno que nunca debería haber pasado. Nos dejamos llevar por la situación. — Drew volvió a reír.
— Y en el bosque también se dejaron llevar por la situación, supongo.
Oh, mierda. Eso también se lo conté.
Nota mental: No contarle a Drew cosas embarazosas con las que podrá torturarme luego.
Nota mental 2: Dejar de hacer estúpidas notas mentales que luego olvidaré o no cumpliré porque mi segundo nombre es imbécil. O lo hubiera sido si alguien me hubiese puesto un maldito segundo nombre.
Nota mental 3: Dejar de hacer esto, parezco una desquiciada y retrasada mental.
— ¿Otro error? — Dije dudando de lo que estaba diciendo, Drew me miró con sus cejas levantadas. Lo golpeé con mi codo mientras reía. — Ya. No somos novias, ¿Quedó claro? Somos amigas. Con una extraña amistad, pero amigas. Estamos conociéndonos. La vida es difícil, deja tus malditas preguntas con estúpidas respuestas que no sé cuáles son.
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No digas que no te lo advertí. » Norminah
FanfictionADAPTACIÓN. Esta historia no es mía. Créditos a quién corresponda.