Mason me había conducido a un lugar que no conocía y que jamás había visto. No era la fábrica de la vez que me habían secuestrado, pero se parecía. Se notaba que era un lugar abandonado, por todo el polvo y el hecho de que todo estaba desparramado por todas partes. Parecía una de esas bibliotecas comunitarias, porque no era tan grande como una verdadera biblioteca, y porque en las paredes había un sinfín de estantes vacíos. Había unas cuantas mesas en el centro, maltratadas, al igual que las sillas, que no eran de la mejor calidad. En el momento en que me había sentado, se había doblado y casi había caído para atrás. Mason me había atajado, por supuesto, y yo le había dicho que estaba bien, y que no era necesario que él me protegiera. Se había reído como si fuera comediante y hubiera sacado mi mejor material sólo para deleitarlo. Luego de eso, me senté en otra silla, que sí sostuvo mi peso, y Mason encendió unas luces de emergencia, junto con unas velas. Todo tenía un aspecto macabro que me ponía la piel de gallina, y aún más si él estaba sentado frente a mí, jugando con un encendedor, y observándome tan fijamente que parecía que podía ver a través de mí. Me abracé a mí misma, esperando que eso no fuera posible. Louis no estaba por ninguna parte, y no me animaba a preguntarle en dónde se encontraba. Prefería esperar a que él fuera el primero en decir algo.
— ¿Niall te contó? — Preguntó con sus ojos achicados. Asentí con la cabeza apenas. — Típico. — Resopló con sus labios.
— ¿Qué cosa? — Mi voz había salido algo temblorosa, y no sabía si era porque pensaba que estaba cometiendo una equivocación al venir aquí, o porque, en realidad, sentía todo lo contrario. Mason negó con la cabeza, sin despegar sus ojos de los míos.
— Dejar las cosas sin completar. No poder controlar las situaciones. — Parecía querer seguir, pero se interrumpió así mismo. — Louis tendría que estar por llegar. ¿Puedo saber por qué quieres verlo?
— ¿Puedo saber por qué eres el encargado de protegerme? — Responder a una pregunta con otra pregunta, era algo que odiaba y me irritaba cada vez que alguien lo hacía conmigo, pero aun así, no sabía si podía confiar en Mason. Ni siquiera sabía si podía confiar en Louis, y él era, supuestamente, mi hermano. Me parecía mucho más apropiado hablar de mis asuntos con la persona que sabía las respuestas, aunque no sabía desde cuando hacía lo apropiado. Mason sonrió con la arrogancia que hacía tiempo no veía en su rostro. Había estado muy serio y callado todo el camino.
— Porque tu hermano es un paranoico. — El hecho de que él dijera "tu hermano", me causó escalofríos. Sabía que me costaría adaptarme a la idea.
— ¿De qué quería protegerme? No es como si hubiera muchos riesgos. — Él achicó sus ojos una vez más, y unas pequeñas arrugas se formaron alrededor de ellos. El encendedor dio una chispa de luz y luego se volvió a apagar.
— Creo que subestimas tu posición, Normani. Si sigues viva, es todo gracias a mí. — Sonrió y acercó su rostro al mío, a pesar de que estábamos enfrentados, y una mesa nos separaba, se acercó más de lo que quería. — Aquí entre nosotros, jamás había visto a una persona querer morir tanto como tú. — Me guiñó un ojo en la penumbra, y terminé por cruzarme de brazos mientras volvía a alejarse. — ¿De verdad crees que una humana en el medio de una familia de siete vampiros y una manada de lobos, terminaría viva? En todas las cuentas, la respuesta es no, a menos que me agregues a mí como el factor clave, claramente la ecuación cambia. — Lo había perdido en el momento en que había hablado de matemáticas.
— No soy humana. — Le respondí, como si el hecho de que esa oración fuera cierta no me confundiera para nada. Él sonrió con arrogancia.
— Pero eso es algo que ellos no sabían. Te podrían haber matado en un santiamén, si es que yo no hubiera estado siguiéndote como un completo lunático.
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No digas que no te lo advertí. » Norminah
FanfictionADAPTACIÓN. Esta historia no es mía. Créditos a quién corresponda.