El último timbre sonó y caminé fuera del aula hasta el casillero que nos habían asignado a la hora del almuerzo. Guardé mis libros y saqué unos otros que necesitaba para los deberes de mañana.
Mierda. Mi cuaderno de Biología.
Resoplé y rodé los ojos.
¿Cómo puedes ser tan estúpida Mani? ¿Acaso prácticas?
— Muñeca, ¿Cómo te fue en Física? — Corrí mi mirada hacia la derecha y ví a Lauren sonriendo, mientras sostenía un par de libros en sus brazos y su bolso colgado de su hombro.
— Asquerosamente horrible. — Respondí con una sonrisa. — ¿Y a ti en Química?
— Estupendamente bien. — Dijo con una sonrisa.
— Y supongo que no se debe a que estamos separadas en esas clases, porque eso de verdad me heriría muchísimo. — Ella volvió a sonreír.
— No. Camila estaba en esa clase. — Cerré mi casillero y le sonreí con mis libros en los brazos.
— ¿Primer día y ya rompiendo corazones? — Ella rió fuertemente.
— Me invitó a sentarme al lado de ella y hablamos toda la clase. El profesor nos llamó la atención de lo distraídas que estábamos la una en la otra. — Tenía una estúpida sonrisa en el rostro y no pude evitar sonreír ante lo feliz que se encontraba.
— ¿Y qué sucedió? Porque me imagino, también, que no estás tan alegre por eso nada más. — Su sonrisa se hizo aún más grande, si es que eso era posible.
— Me invitó a recorrer la escuela con ella, ya sabes, hablar un poco más y contarme cómo son las cosas aquí y como son los profesores y todo eso... — Movió la mano restándole importancia. — No te molesta ¿Cierto? — Me miró atentamente.
— ¿Me estás preguntando, si me molesta que una chica realmente linda haya invitado a mi mejor amiga a conocer la escuela en el primer día de clases? — Sonreí y ella hizo lo mismo. — Está bien que odie caminar, pero un par de manzanas solas no están mal.
— ¿Estás segura que no quieres que le diga que no y te acompañe? — Fruncí las cejas. — O tal vez puedas venir con nosotras.
— Estás completa y totalmente loca Lauren, vete. Ella debe de estar buscándote. — Ella sonrió. — Voy a ir por mi cuaderno de Biología y nos vemos en casa. — Ambas sonreímos. — Y cuando llegues a casa quiero escuchar cada detalle de todo lo que pasó. — Lauren me abrazó fuertemente, me agradeció y se fue corriendo por el final del pasillo.
Mire a mi alrededor. Los pasillos estaban vacíos. Tomé mis libros firmemente entre mis brazos, suspiré y comencé a caminar hacia el aula de Biología.
El ruido de mis zapatillas contra el suelo me desconcentraba y luego de un par de minutos buscando el maldito salón de Biología, me di cuenta que tal vez, y sólo tal vez, estaba un poco perdida. Giré a la izquierda en uno de los pasillos que parecían no tener final y ví, a lo lejos, unas sombras de personas.
Tal vez me digan dónde está el salón de Biología.
Caminando firmemente y sin dejar que me intimidaran, seguí caminando hacia el final del pasillo. Eran chicos.
Perfecto, chicos de preparatoria con hormonas alborotadas. Per-fec-to.
Me acerqué un poco más hacia ellos y me paré a unos dos metros de distancia. Junté valor respirando y apreté más mis libros. Estuve a punto de hablar cuando sus miradas se fijaron en mí.
Santa mierda.
Me puse completa y totalmente nerviosa. Descartamos la teoría de esta mañana en la que los chicos de esta escuela eran feos. Descartémosla en este preciso instante.
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No digas que no te lo advertí. » Norminah
FanfictionADAPTACIÓN. Esta historia no es mía. Créditos a quién corresponda.