Capítulo XXXVIII - "Te odio".

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¿Ya soy un vampiro?

Dios Normani, claro que no eres un vampiro. Eres demasiado estúpida como para ser un vampiro.

— Respira Normani, respira... — No sabía si hablar con el reflejo en frente del espejo era normal o si contaba como conducta de inestabilidad mental, pero lo estaba haciendo, y aunque no aclarara ni una sola de mis dudas, sentía que la presión en mis hombros y mi pecho disminuía. De alguna retorcida manera, mi subconsciente creía que esto ayudaba a liberar la tensión que crecía en mí y, además, que era una muy buena manera de afrontar lo que había pasado.

Y si se perdieron lo que pasó, bueno, un vampiro me mordió. Así de fácil. Sin contar que esa vampiro, es la chica con la cual me vengo besando hace más o menos un mes y medio, o más, y que además, me gusta jodidamente demasiado y no puedo controlar lo que siento por ella.

Seguía sospechando que Niall se había enfadado conmigo y había hecho uso de sus llamados poderes, para hacer que toda esa calentura saliera de mi cuerpo. Pero estaba segura que él no quería nada más que Dinah me mordiera; él buscaba otra cosa. Una cosa que iba más allá de simplemente lastimarme.

Cubrí mi cuello con maquillaje, porque resulta que si un vampiro te muerde, no solamente sangra y se notan las marcas de sus dientes, no. Para variar, se te hacía un increíble moretón que se confundía más como un chupón, y obviamente no quería que Lauren lo viera porque se volvería jodidamente loca y yo no podría aguantarla ni un minuto más. Así que desde ayer por la tarde, cuando Mila me dejó en casa, sin decirme ni preguntar acerca de nada, lo cual agradecí, había estado cubriéndome esta mierda con litros y litros de base, aunque todavía se notaba un poco si mirabas con atención. Es por eso, que no sacaba la bufanda de mi cuello y agradecía que fuera invierno porque si no, todo el mundo se daría cuenta que había algo raro en mí.

Maldita sea Dinah. La cagaste. Lo arruinaste muy feo.

Necesitaba que alguien me diera un buen cachetazo para que mi cerebro pensara con claridad otra vez y pudiera aclarar las malditas dudas que no me habían dejado dormir y me causaban grandes dolores de cabeza desde ayer.

Estaba asustada.

Estaba asustada porque yo no podía ser un vampiro. Simplemente no podía. ¿Qué era lo que le iba a decir a Lauren cuando se enterara? Porque definitivamente no podía ocultarle esto si me sucedía a mí. ¿Y si me la comía? No, definitivamente yo no podía ser un vampiro. No podía soportar odiar a Camila por instinto, ella era una de mis mejores amigas, prácticamente una hermana, al igual que Lauren. No quería ser un vampiro. No quería, no quería, no quería.

Está bien que todas las chicas alguna vez lo deseamos, pero Dinah no hablaba de ello como si estuviera feliz. Todo lo contrario, la entristecía y enojaba hablar de ello. Hasta la ponía incómoda. Yo no quería eso para mí; y si era posible, tampoco quería eso para Dinah, pero ella ya me había dicho que no había nada que pudiera hacer para revertirlo. Ya corría por sus venas.

Siempre todo lo peor tenía que pasarme a mí, maldición.

Sólo podía pensar en Dinah y en sus dientes clavándose en mi cuello. No sabía cómo sentirme con respecto a ella. Quiero decir, si Dinah me había mordido y terminaba siendo un vampiro, probablemente no se lo perdonaría jamás. O al menos mi orgullo no me dejaría perdonarla, porque definitivamente me habría cagado la vida. Y si no me convertía en vampiro e intentaba avanzar con nuestra relación, no quería vivir con miedo a que cada vez que me le acercara a besarla, ella terminara por morderme. Sé que en las películas no parece, pero duele como la mierda, y lo peor era que seguía doliendo. No quería estar con Dinah y vivir con miedo hacia ella. No era sano para una relación y no era sano para ninguna de las dos. Y sabía que ella no podía prometerme que no lo haría otra vez, porque estaría mintiéndome, porque eso iba contra su naturaleza. No beber sangre humana iba en contra de su naturaleza.

No digas que no te lo advertí. » NorminahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora