Hasta que la mañana del sábado llego, Oikawa había pasado la noche en mi casa y ahora estábamos los tres a las afueras del departamento, caminando por el estacionamiento. Abril afirmo que se había asegurado de que la van estuviese en perfectas condiciones, incluso que había ordenando un poco pero que no esperáramos la gran cosa.
Entonces la vimos, era grande, verde y con flores blancas. Inconfundiblemente era de Abril. Estaba bastante limpia y en buen estado, por lo que se veía desde afuera.
- Les presento a mi fiel Margarita – dijo ella mientras abría una de las puertas de atrás y comenzaba a subir su bolso, Oikawa la ayudo y guardo también el mío y el suyo en una especie de mini compartimiento.
- ¿se llama Margarita?
- ¿le pusiste nombre? – dije de inmediato.
- Claro que si – ella me miro como si yo fuese el demente aquí
Por dentro tenía una mesa con dos hileras de asientos con forma de L, sobre la mesa había un pequeño macetero con un cactus, alrededor habían dos muebles, de seguro contenían lo que serían cosas de hogar, y en la una esquina al fondo torres de libros, las ventanas contaban con pequeñas cortinas blancas con diseño de flores verdes pequeñas. En cuanto entre y me senté inundo mis fosas nasales el olor de incienso y café.
- Bien, aquí atrás hay un montón de cosa que ya casi he olvidado. Pero cuenta con todo lo principal que tiene una cocina – dijo mientras abría un mini cooler y metía algunos refrescos ahí – hace mucho que no conduzco así que recen por no morir hoy – dijo ella mientras cerraba la puerta y subía al asiento del conductor.
- Si hoy muero, tu tendrás absolutamente toda la culpa – le dije de inmediato a Oikawa
- Yo no voy a manejar – me dijo protestando,
- Todo esto fue tu idea, así que, tienes la culpa
Y en cuanto escuchamos
- Iwaizumi – hice un ruido para que entendiera que la escuchaba – bajo tu asiento hay un cajón con un tocadiscos ¿sabes usarlo? – de inmediato mire abajo y, efectivamente había un cajón ahí, lo abrí y encontré una pequeña maleta color celeste, supuse que era eso. Lo tome y lo deje sobre la mesa, lo abrí y si lo era.
- Lo intentare – dije mientras comenzaba a examinarlo.
- Oikawa, bajo tu asiento están los discos, escoge uno y ponlo.
- ¿dejaras que él escoja la música?
- Yo solo tengo buena música, así que, no hay nada de qué preocuparse.
Oikawa comenzó a examinarlos, había una gran cantidad y escuchamos diferentes géneros de música durante el viaje. Él se pasó la primera hora revisando los diferentes compartimientos y lugares secretos que habían a nuestro alrededor, yo me dedique a ojear algunos libros de Abril.
Ella manejaba bien, no pareciese que hubiese dejado de conducir hace mucho, todo lo contario, pero supongo que el hecho de viajar en esta van, quien sabe cuánto tiempo, no hará que se olvide jamás el cómo conducir.
- Abril comienzo a pensar que vendes drogas – dijo de la nada Oikawa – tienes esta genial van y tu propio café.
- La única droga que vendo es el café, mi querido amigo – dijo ella sonriendo.
Luego de eso vi como Oikawa se acomodaba a mi lado, me daba la mano y reposaba su cabeza sobre mi hombro, yo me moví para que él se acomodara mejor y acaricie su cabello que se deslizaba suavemente entre mis dedos, esto, junto con la música, el olor a incienso y el paisaje de un hermoso bosque en la carretera, me hicieron relajarme.
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Iridiscencia.
FanfictionDos años luego de su graduación, y haber perdido contacto por completo con su mejor amigo, Iwaizumi decide ir a estudiar a la ciudad de Tokio, en donde pasa por experiencias completamente nuevas, pero una de las mas importantes es un reencuentro ine...