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Esperaba que mi día fuese algo tranquilo, tal vez estar con Oikawa y ver alguna serie o película que él quiera, ir a tomar un café y visitar a Abril, reunirse con Mattsun y Makki, no lo sé, algo normal. Que ingenuo fui, con Oikawa nada es normal y no se puede llevar una rutina.

Al menos ya ni siquiera discutíamos, bueno, siempre discutimos pero ninguna es en serio, son más discusiones que tienen como objetivo molestar al otro. La última discusión que tuvimos rozando la seriedad fue cuando Oikawa tenía la intención de llevarse a Maat de mi departamento, yo le deje en claro que ella no quería irse y que estaría mejor conmigo, además, me negaba rotundamente a dejar que se fuera ahora que ya la consideraba como mía. Me dio pelea pero termino por aceptar.

Así que pasaba mis días con esa gata y Oikawa en el sofá, no sé por qué, pero él se negaba rotundamente a que fuésemos a reunirnos a su departamento, bueno, puedo hacerme una idea de porqué. Y la verdad es que me gustaría que el decidiese venir a vivir a mi departamento de forma definitiva. Ya hasta había sacado una copia a la llave, la cual, tenía el llavero de un alien y la mantenía siempre en mi bolsillo delantero del pantalón, por si acaso. No podía ponerle en el bolsillo trasero ya que el idiota suele dejar su mano ahí, ni siquiera buscando algo en este, solo mete la mano en el bolsillo y la deja ahí.

Pero no quiero apresurarlo ni forzarlo a nada. Bueno, más de una vez he tomado su fractura en la mano como una excusa para sugerirle que se quede a dormir debido al cambio de vendaje y otras cosas, él va al médico con recurrencia y ha mejorado de forma rápida, dentro de poco solo le quedara comenzar los ejercicios de la rehabilitación y luego de eso se juzgara si puede continuar compitiendo o siquiera jugando voleibol, pero eso no me preocupa, yo sé que él continuara, sé que esto no lo detendrá.

Como sea, ya casi vivíamos juntos, a veces llegaba a creer que en mi departamento habían más cosas de Oikawa que mías, no me molestaba eso, lo que me molestaba era que no me animaba a pedírselo claramente, no aun. Entonces un suceso hizo que algunas cosas cambiaran.

Estábamos tranquilamente los dos junto a Mattsun y Makki bebiendo café en una de las mesas de Abril, esta tenía un pequeño cactus en el centro, el día estaba algo soleado pero la temperatura no estaba excesivamente alta, era un día agradable, era. Hasta que Oikawa se fijó en algo que yo hubiese pasado por alto durante días sin problema.

Un pequeño accesorio en las manos de ambos chicos sentados frente a nosotros en la pequeña mesa redonda de madera. De verdad, yo no me hubiese dado cuenta, para nada, pero Oikawa si se fija, mucho, en todo tipo de cosas, a veces cosas sin importancias, pero él les presta atención, bueno, en este caso, si era algo con importancia. Y mucha.

- ¡no puedo creerlo! – grito Oikawa, se atraganto con su café y yo le di pequeños golpes en la espalda, cuando este volvió a respirar normalmente continuo hablando, mientras tanto, ninguno había dicho ninguna palabra y ese par frente a nosotros estaba bastante sorprendido - ¡¿se casaron y no nos invitaron?!

Entonces lleve mis ojos a las manos de ellos y vi el anillo. Bueno, de inmediato pensé que eso no significaba que habían hecho una fiesta o algo por el estilo, la verdad es que creo que ellos celebrarían eso de forma más privada, sin embargo, cuando no se trata de este tipo de cosas, esos dos son capaces de hacer una fiesta descontrolada sin problemas.

- No hicimos ese tipo de compromiso, idiota – dijo Makki

- Que aburridos son – dijo de inmediato Oikawa – yo haré una enorme fiesta e invitare a todo el mundo

- Siento pena por el novio – dije en forma de broma, intentando dejar en claro que el novio en cuestión no sería yo

- Así que tu no me lo pedirás – dijo Oikawa – no me sorprende, después de todo, ni siquiera me dejas quedarme más del tiempo necesario en tu departamento, solo me dejaste entrar para quedarte con mi mascota y luego desecharme

Iridiscencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora