Iridiscencia.

17.

Mentiría si dijese que no me sentía nervioso por el vuelo. Las veces que he subido a un avión han sido contadas con una mano y jamás a lugares tan lejanos. En cuanto estuve sentado en mi asiento repase lo que llevaba en mi mochila, más que nada por lo alterado que estaba, no llevaba nada relevante. Ni siquiera había cambiado a dólares, ni siquiera sabía dónde estaba ese estadio o donde se encuentra Oikawa con exactitud, ni siquiera se hablar bien inglés, no del todo. Estoy frito.

Entonces comencé a pensar en él, en la transmisión habían dicho que fue una herida grave, pero no aclararon que tan grave, ¿estará bien él? me removí inquieto en mi asiento, lo peor de todo esto es que tendré que quedarme sentado todas estas horas, moví mi pierna insistentemente y continúe dándole vueltas al asunto, apenas llevamos dos horas de viaje y yo ya he hecho un sinnúmero de probabilidades de lo que debe estar pasándole a Oikawa. Algunas son bastante optimistas, en otras ya estaba dándolo por muerto.

¿Qué le diré a su padres? Siento que vomitare en cualquier minuto y que el avión pase de vez en cuando por turbulencias solo lo empeora. Comienzo a respirar profundo, pero algo llama mi atención, estoy sentado junto al pasillo, de vez en cuando pasa la azafata ofreciendo algo para comer o beber, noto como ella se detiene a mirarme con atención, no tengo idea de que expresión debo tener en mi rostro, pero sé que ella no se me queda mirando porque piensa que soy atractivo, claro que no, ella debe pensar que estoy al borde de un ataque de pánico y debe detenerme antes de que explote.

Entonces me ofrece algo para beber, de inmediato sugiriéndome algo que contenga alcohol, admito que me siento tentado a beber algo, pero, de inmediato desecho la idea, necesito tener la mente despejada ahora más que nunca. Termine por pedirle una soda.

Puedo resumir mi estadía en ese avión en una sola palabra. "infierno". Luego de un rato de pensar decidí prestar atención a la película que pasaban por una pequeña pantalla. Bueno, intente prestar atención lo que más pude, me esforcé, sin embargo me distraía bastante fácil.

Las catorce horas más largas de mi vida.

Y cuando aterrizamos, sentí que la carrera comenzaba. Salí de los primeros del avión, y me desoriente de inmediato. Primero que todo, aunque esto es obvio, todos hablaban inglés fluido y yo, bueno, digamos que se me hacía mucho más fácil el inglés de forma escrita, lo cual, es completamente inútil en esta situación.

Seguí los carteles que decían "exit" e implore encontrar a algún japonés en las calles. Mentiría si dijese que no me sentía algo asustado, pero en esos minutos, quedarme sin hacer nada o tomarme un respiro no era una opción, para nada.

Camine rápidamente con la intención de salir lo antes posible del aeropuerto, el lugar estaba completamente lleno, y estaba anocheciendo. Escuche que me llamaban, pero de inmediato no preste la mayor atención, después de todo, no es la primera vez que siento que me llaman desde lejos pero resulta que es solo mi imaginación, pero cuando escucho fuerte y claro el llamado me paro en seco, recibí unos cuantos empujones pero no me importo, la voz no la reconocía, mire a mi alrededor buscando a la persona que me llama insistentemente.

Entonces un chico de ojos verdes y cabello claro ondulado se me acerco, tenía en sus manos un cartel con mi nombre. De inmediato comenzó a hablarme en inglés, maldecí en voz baja, claro que no le entendía la mayoría de las cosas. Definitivamente en cuanto llegue de vuelta a Japón de inmediato entrare a un curso de inglés.

"i dont understand" fue todo lo que dije, el rio, yo fruncí el ceño, no tenía tiempo para esto, necesitaba ir con Oikawa de inmediato, me gire con la intención de continuar mi camino. Pero el me detuvo, dijo fuerte y claro el nombre de Oikawa, así que, él lo había enviado.