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Habíamos vuelto de la gran excursión a la playa, nada fue como me lo imagine, todo supero mis expectativas. Primero, Iwa-chan se me lanza con un hambre voraz en medio de la playa, no me molesto, incluso, por mi hubiésemos llegado al final, pero no era él, y estoy seguro que no se debía al alcohol estas actitudes, había algo que lo tenía con la mente en otro lugar, algo lo estaba alterando. Principalmente por eso lo frene, de seguro el malinterpreto muchas cosas, me miraba como si acabase de intentar matarme, se disculpó un millón de veces hasta el cansancio.

Luego, vino todo el problema con Abril, todo por mi estupidez, solo quería evitar tener problemas con la ex novia loca, y termine por tener problemas con Iwa-chan, además de causarle problemas a Abril. Otra cosa que me sorprendió fue la forma en que él reacciono, estaba bastante alterado y termino por tratar bastante mal a Abril.

El camino de vuelta fue en un silencio absoluto, intente una y otra vez contactar con él, aunque tenía el teléfono apagado o simplemente ignoraba mis llamadas y mensajes. Me preocupe y mucho.

Entonces el comenzó a ignorarme y pedirme que me alejara momentáneamente. Una de las cosas que más amo de Iwa-chan, es lo sentimental que es y bueno conmigo, aunque demuestre lo contrario. Me pase días completos en el café de Abril, ella intentaba animarme, aunque no lo lograse del todo, me sugería cosas para poder hablar con él, pero, que digamos, el pasarme desde la ventana de Abril hasta la de Iwa-chan y allanar su departamento, esperarlo ahí y hablar con él, no me ayudaría para nada. Diría que todo lo contrario.

Pasaba tanto tiempo en el café de Abril que ya me sentía como una planta más entre la gran variedad que ella poseía. Estoy seguro que dentro de poco me dará por hablar con las plantas, como ella. Y me volveré loco.

Entonces sentí que alguien me abofeteaba, Abril para ser más precisos.

- Mírame a los ojos – me dijo casi en un grito, al parecer me estaba hablando pero yo no prestaba ni la más mínima atención.

- Lo estaba haciendo – replique rápidamente pero ella me abofeteo de nuevo

- Mentira.

- Por dios – exclame – contrólate. Estamos en publico

- No – otra abofeteada - tu contrólate – me dijo acercándose amenazadoramente con una taza de café en la mano – te falta muy poco para comenzar con el juego de niños sacando los pétalos de una pobre flor – ahora imito mi anterior posición en la silla. Con sus manos hacia como si estuviese sujetando algo que, pude deducir, debía ser una flor imaginaria y con la otra mano le quitaba los pétalos – "me quiere, no me quiere" – hizo una imitación, más grave de lo necesario, de mi voz – "amigo con beneficios, sin beneficios, con beneficios"

- Ya entendí – le grite casi en la cara.

- Personalmente creo que ese tipo de relación de amigos con beneficios no funciona, para nada en realidad. Tarde o temprano uno de los dos involucrara sus sentimientos, y con lo que paso ya sabemos quién fue el que cayo primero – dijo mientras proseguía a darle agua a las múltiples plantas que tiene por todo el local. Siempre que estoy aquí ella va de un lado para el otro sin descanso.

- Conozco a este tipo desde los cinco años, es diferente

- Lo que tú digas campeón – dijo distraídamente mientras acomodaba algunos maceteros – no digas que no te lo advertí.

- No lo hare – me levante de mi asiento, deje el dinero del café en el mesón y me encamine hacia ella. Estaba ahora sentada en el piso dedicándole atención a una de sus flores, no sé qué nombre llevara esta pero era muy hermosa, pequeña y de color blanco. En cuanto llegue a su lado levanto la vista, sonrió y me extendió su puño. Yo sonreí y extendí el mío también, chocamos los puños y me fui rápidamente.

Iridiscencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora