Tarea

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Se acerca la semana de vacaciones que tenemos en febrero... por alguna razón. Acabamos de regresar de las vacaciones de navidad y tenemos otra semana. Los profesores aprovechan esta oportunidad para dejarnos mucha tarea, parece que quieren quitarnos nuestras vacaciones, tenemos muy pocas vacaciones como para que nos dejen tanta tarea. Eso es lo que dicen mis compañeros ante lo que tenemos hacer. 

La verdad es que tenemos más vacaciones que en otras escuelas. En mi anterior escuela no teníamos estas vacaciones y nos mandaban mas tarea que la que nos están dando; con sólo ejercicioes de mate, preguntas de historia, dos examenes y ya. O es que a lo mejor yo siento que es poca tarea porque yo no viajaré a ningún lado a comparación de ellos que viajarán por todo el mundo. 

No sé ustedes pero prefiero ir a la playa que ir a París o a Londres. Además de que en esta época del año hace mucho frío y yo soy amante del calor la playa es más divertida. Podemos nadar, podemos jugar con la arena, tomar el sol, comer mariscos... Y en las ciudades es nada más ver las mayores atracciones, y si quieres comprar algún recuerdo es carisímo. Mejor lo compro en el centro y me sale más barato. 

No sé si soy tacaña o ellos gastan mucho dinero. 

-¿A dónde saldrás de vacaciones Citlali?- me pregunta Emi cuando salimos de clases, Adam no vino porque está enfermo. 

-Al parque de mi casa- contesto, ambos reímos por mi mal chiste. 

-Yo iré a París a ver mi familia. Adam creo que ya salió de vacaciones a Estados Unidos, ¿No?

-No. Está enfermo, mañana se va a Estados Unidos, Houston, para ver a sus tías- contesto

-Se me olvidaba que ahora es a ti a quién le dice a dónde va. 

-¿Cómo?- pregunto fingiendo demencia.

-Admítelo, son más que amigos. 

-Sí. Mejores amigos. Yo aún no supero a Rafael, necesito vengarme para poder dejar atrás ese mal recuerdo- suspiro, aunque no me guste aún siento algo por él. 

-¿De verdad? Pensé que ya estabas del otro lado 

-No... 

-Si viniera hacia ti jurando que no volverá a hacer algo de semejante nivel y que te quiere y que seas su novia, ¿Lo aceptarías? 

No respondí. 



-¿Cómo sigues?- pregunto a Adam acostada en mi cama. 

-Mejor, necesitaba dormir. 

-Cuando estoy enferma mi mamá compra eucalipto y lo pone en la bañera. Crea un sauna que me destapa las narices y ya no quiero salir de ahí jamás. 

-No llego a tanto. Sólo necesitaba dormir... Te extrañaré cuando me vaya. No podré hablarte, mis tías viven en el campo y son extrañas pues dicen que el internet hace a las mujeres zorras y a los hombres gays. 

Reí por eso como cinco minutos. 

-Me tengo que ir, mi papá necesita el teléfono- se despide, le respondo y cuelgo. 

Adam me hace el día hablando con él aunque sea cinco minutos. 



-Adam, ¿Con quién tanto hablas al teléfono? No puedes simplemente hablar con esa persona por tu celular. 

-Es que ella no tiene internet- respondo, mi papá se me queda viendo sorprendido. 

-¿Ella?- su cara se convierte a una pícara. 

-Es mi mejor amiga, no te emociones por favor. 

-Así le dije a tu abuelo sobre tu mamá y mira como terminamos. Bien, te dejo, ¿Te doy un consejo? Cómprale un regale en Houston, así caerá en tus brazos. 

-¡Basta!- grito aventando un cojín. 

Escucho como mi papá se va riendo en voz baja. Si tiene razón y comprando algo para mi mejor amiga ¿Ella se enamorará de mí? No creo, ella no es una chica material, al contrario, ella lee demasiado y según mi mamá y mi hermana mayor es casi imposible enamorar a una mujer lectora por su inteligencia y que necesita un hombre de alto coeficiente intelectual. 

También me dijeron que cuidado con las chicas escritoras pues me provocan muchos sentimientos sin siquiera haber puesto un dedo encima mío.

No sé. Maldita sea... 



1 semana después...

El regreso a clases siempre es difícil. Normalmente no duermo, estoy en mi celular o en mi lap top. Pero estar con mis tías en el rancho, las burlas constantes de papá (que además le contó al resto de la familia, burla x1000) y la tarea me mantuvieron ocupado. Dormí más de lo acostumbrado. En la primera hora todos tenían cara de zombie pero no me di cuenta, un pequeño detalle me distrajo toda el día; Citlali no vino a la escuela.

Intenté averiguar con Emi y José en dónde demonios estaba ella pero ellos estaban peor de aspecto que un zombie, ni siquiera sabían que hora era. Parecía como si la tierra se hubiera tragado a Citlali. 

Sólo tenía una opción y era ir con su papá, la complicación de ese tema es que me daba pena preguntarle por ella. Algo que me sorprendió, normalmente yo no tengo pena o miedo de hacer algo. 

Excepto estar en el mismo lugar que un payaso. Me dan pavor. 

-¿Puedes ir con el padre de Citlali y preguntarle por ella?- le pregunto a Ortencia. 

-¿Por qué yo? Tú eres el que quiere saber acerca de ella Romeo. 

-Te veré en el infierno. 

La chica pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora