Adam

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Los fines de semana suelen ser tranquilos en mi casa, mis padres no van a trabajar (algo que agradecemos mis hermanos y yo, casi nunca están en la casa por eso), y desayunamos juntos. Después cada quién se va a su cuarto hasta la hora de la comida. Tengo dos hermanos mayores, Daniela y Justin y un hermano menor Juan Bautista. 

Mis hermanos mayores son mellizos, van en la misma generación, tercero de preparatoria y Juan Bautista está en quinto de primaria. Amo a mis hermanos, pero eso no quiere decir que después de mi mamá sean las personas que más me vuelven loco. 

-¿Tus hermanos te vuelven loco Adam?- pregunta mi mamá, es extraño verla sin maquillaje. 

-Algo

-Pero ahora no son sólo ellos quién lo vuelve loco- comenta mi padre, lo veo mal, ahora toda mi familia se enterará de Citlali. Y yo que la veo como amiga, o más bien, ella sólo me ve como amigo. 

-Cállate por favor papá. Mejor les digo que necesito comprar cosas para inglés, se me acabó el cuaderno y hay que hacer una maqueta- No es mentira, pero mi nana ya me dio el dinero. Haré la maqueta con Citlali y el idiota de Emiliano. 

-Ay hijo, déjame contarles a tus hermanos que te gusta una chica. 

-Si quiere sabe que existes, ¿verdad?

Todos soltaron una carcajada "discreta"

-Tú cállate Juan Bautister 

-¡Mamá! Dile a Adam que se vaya al infierno. 

Esta vez sólo los hermanos mayores se rieron. Era tan chistosos burlarse de los demás... Pero, ¿Por qué de mí? 

-Y Adam... ¿Conozco a la chica?- digamos que mi hermana es muy popular entre mi generación, así que conoce bastantes personas. 

-No, es nueva- contesto.

-Ah... Mañana haré todo lo que pueda para conocerla, a menos de lejos. ¿Cómo se llama?

-Leila Citlali- contesta mi padre, yo no quería darle su nombre. 



Leila POV

Bien, hace mucho calor. Es extraño, apenas es febrero. ¿No les dije? Al parecer tengo una semana de vacaciones en febrero, que me mata. Para los demás es genial porque van a salir de vacaciones pero yo no, me quedaré en mi casa encerrada. Mis padres y mis hermanos siguen en la escuela, supongo que me quedaré con los mellizos pequeños en la casa. 

-¿Oye, ¿Conoces a una chica llamada Leila Citlali?- unza voz me saca de mi libro. Era una chica rubia, de pelo largo y lacio y aunque se nota que se pone mil cosas en el cabello en el fondo es una cabello rebelde. Como el de Adam.  

-Soy yo- contesto insegura. 

-¡Ay eres tú!- exclama, yo asiento, esto ya no me gusta-. Bien, fue un gusto conocerte. 

Y así como apareció, se fue. 

Guardé mis cosas y me fui del lugar, creo que por miedo a que otras personas me busquen. No sé quién era la chica pero da igual. No me da espina la gente que me habla así, o la gente, o la gente rica. No sé, aún no formo una opinión sobre eso. 

Nota mental: Formar opinión sobre la gente rica. 

Hablando de ella, hace mucho que no veo a Ortencia. A lo mejor es porque peleábamos mucho. Ella era diferente a mí, era mucho más femenina, pero no la puedo culpar, por lo que sé de ella su madre trabaja en una agencia de modelos. No le puedo pedir que sea como yo. Yo, con mis jeans, botas y playeras simples.  

Soy diferente a muchas personas aquí, se ve desde el modo de vestir al modo de hablar. 

Emi me ha dicho que hablar conmigo no era igual a hablar con las demás chicas. Las demás tenían chismes, ropa o chicos, y conmigo era más sobre libros, historietas o películas. No sé si eso es bueno o malo, si insultarme o halagarme. 


-¿Sabes que entrará una chica de otro salón?- me dijo José sentándose a mi lado, quise decirle que era el lugar de Adam pero me callé, quiero a mis amigos por igual. 

-No. Apenas me enteré de que Gema y Ken son novios- sí, Ken. En cuánto supe que se llamaba así no pude evitar reír sin parar. 

-Llevan más de dos meses eso si es estar retrasado en chismes- reí, llegó Adam, miró mal a José, luego me sonrió y se sentó con Emi, deben tener tiempo de chicos. 

-¿Cómo se llama la nueva en el salón?- pregunto Emi volteando a vernos, ¿Por qué el profesor aún no llega? 

-Paloma- Adam abrió los ojos sorprendido. 

-¿Por qué la cambiaron?- preguntó 

-No sé, según porque tuvo problemas con una chica, que hasta se pelearon. 

-¿Y no deberían entonces cambiarla a ella?- pregunto yo sacando mis cuadernos, necesito estudiar. No recuerdo nada de lo último que vimos en clase. 

-Las cambiaron a las dos, en horarios dónde sea posible que no se vean. Y tener clases de psicología juntas. 

Una chica entró hablando con el profesor. Me sorprendió lo guapa que era, y sobretodo su manera de vestir. Era mi misma manera de vestir pero con ropa de marca. Jeans, botas y playeras simples, se veían más caras que las mías. Me sentí pobre. Pero lo que más me sorprendió era su cabello; era rizado, tan rizado como los chinos africanos, el pelo lo llevaba en los hombros, sus lentes eran de pasta gruesa marcando sus ojos verdes. Su pelo rubio no necesitaba un peinado para resaltar, el hecho de ser chino y rubio llamaba la atención. 

Era guapa. Adam la veía sonriendo. Sentí algo en el estómago que no me agradó. Lo reprimí y lo guardé lo más dentro de mí que pude. 

La chica pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora