Dos semanas después

515 40 0
                                    

ÚLTIMOS CAPÍTULOS

Exactamente dos semanas después de ese sábado Leila estaba más nerviosa que nunca. Era mitad de junio y era hora de su examen final de secundaria. Sabía que este día llegaría tarde o temprano, desde que entró a secundaria sabía que tenía que pasar un gran examen para entrar a la preparatoria. Leila estudiaba todo el día y practicaba. 

El examen se separaba en dos partes: oral y escrito. 

En el oral Leila decidió presentar una pintura de Leonardo Da VInci, llamaba "La última cena". Adam y sus amigos también estaban estresados por el examen. El oral contaba 50% para pasar de año, el escrito también, el examen escrito y oral duraban dos días y eran en la misma semana. En el primer día del examen oral se presentaban la mitad de los estudiantes (en total son 350 alumnos de tercero de secundaria) y al día siguiente la otra mitad. Jueves era el primer examen escrito, era de Historia, Geografía, Civismo y Francés. Empezaba a las nueve y terminaba a las cinco el examen. El viernes era de biología, física y matemáticas. 

Leila escuchó todo eso de los labios de su profesor aterrada. Adam la tomo de la mano para darle apoyo como ella se lo dio el sábado. 

El lunes no iban a clases, Leila aprovechó este día para practicar, en total el oral tenía que durar 15 minutos, ella sabía que era mucho tiempo para hablar en otro pinche idioma. 

-Leila, ¿Estás bien?- preguntó su hermano entrando a su habitación. 

-No, la próxima semana son mis finales 

-Me dijo papá- Tomás se sentó y le tomo las manos-. Leila he visto como estás estudiando, y te estás esforzando demasiado. Hermana, no tienes que estudiar siempre, son las cuatro de la tarde. Descansa y mañana vuelves a repasar. No quiero que te satures, no descanses y a la mera hora del examen estés tan cansada que se te olvide todo. 

-Pero tengo que pasar 

-Lo sé, y lo vas a hacer. Eres muy inteligente. Pero tienes que saber que debes dejar a tu cerebro descansar, Leticia me dijo que no estabas durmiendo bien. 

-Está bien

Tomás tomó su mano y se fueron a la sala a ver una película en familia. Leila sabía que sus padres no quisieron que vinieran su nuera y su yerno porque querían estar juntos, los seis. No estaban ni a la mitad de la película cuando se durmió en las piernas de Leticia. Sus piernas estaban enredadas con las de su hermano. 

Necesitaba dormir. Tanto, que no despertó hasta el día siguiente con su alarma. 

Leila se bañó con agua caliente y su mamá le preparó un rico desayuno con chocolate caliente, Leila sólo toma chocolate caliente cuando está presionada. 



Leila no pasó hasta las tres de la tarde a presentar su oral. José y Adam pasarían mañana, hoy le tocaba a ella y a Emi. Estuvo con ellos en la mañana. Una chica linda se acercó a ellos a desearles buena suerte, era buena amiga de Emi al parecer. 

-Me llamo Addy- dijo ella abrazando a Leila 

-Leila- respondió al abrazo 

-Bien, me sorprende que una chica quiera estar con un trío de estúpidos- 

-¡Oye!- protestaron los chicos golpeandola juguetonamente 

En ese pequeño segundo sabía que Addy sería su nueva mejor amiga. 



A las tres Leila estaba sentada en el suelo moviendo con impaciencia su pie derecho. Adentro estaba un chico a punto de terminar su oral. Leila veía en su reloj como cada segundo avanzaba, poniendola más nerviosa. Exactamente a las 3:14 el chico salió, ella vio como el chico salió y dejó escapar unas lágrimas antes de irse al baño. 

Leila sintió un escalofrío y entró al salón de tecnología. Había cinco personas en ese lugar, Leila sintió sus hombros tensarse al reconocerlos. A la izquierda estaba el director de la secundaria, a su derecha estaba la prefecta principal de secundaria, a su lado estaba el director de la preparatoria, después la directora principal de primaria, secundaria y preparatoria para terminar de rematar el director de la escuela. 

<<Puta madre>> pensó Leila antes de poner su pintura en la computadora. 

Al final tomó valor y con la voz firme y segura abrió la boca y las palabras se deslizaron de su boca fácilmente. 



Leila salió de la sala suspirando y a punto de romper a llorar. Al escuchar que la puerta se cerró completamente su respiración se descontroló, sentía sus piernas como gelatina, temblaba cada músculo de su cuerpo, y las lágrimas salían de sus ojos. Vio a la otra chica viendo y corrió al baño lo más rápido que podían sus piernas. 

Leila recordó las palabras de su director. "Estuvo bien. La presentación no dejo ninguna duda" 

La prefecta principal no dijo nada. Tampoco los directores más importantes de su escuela. 

El director de la preparatoria murmuró un seco: "Bien".

Para ella había sido un total desastre. 

Después de calmarse salió del baño y fue a ver a sus amigos. Los chicos podían irse a su casa después de presentar el oral, Emi se fue sin despedir. Leila vio a Adam con José y Addy, lo abrazó. 

-¿Cómo te fue?

Sus amigos le preguntaron, Leila les contó como fue su presentación. Sus amigos la consolaron diciendo que a muy pocos les dicen que estuvo bien la presentación, la mayoría simplemente le marcaban los errores. Y que era mejor que los directores no hubieran dicho nada. Media hora después se fue con su padre, y con la sonrisa de Adam en su mente. 

La chica pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora