Quiero un milkshake

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Ya es regreso de clases y aún no sabemos cómo vengarnos del maldito de Rafael. Pensábamos difundir un chisme horrible acerca de él pero aún no sabemos qué chisme y a quién decírselo. Adam a propuesto algunos pero no son lo suficientemente horribles como para arruinarle la vida social tan alta que tiene. Bien, he pensado en uno pero sinceramente no creo que esté bueno, al contrario, es mediocre comparado con los que propuso Adam. 

-Jóvenes mañana hay examen sobre Dante, recuerden y estudien- dice mi profesora de español, últimamente se ha obsesionado con enseñarnos acerca de filosofo. 

-Oye, ¿estás bien? Pareces un poco apagada en clases- me dice Adam acercándose a mi banca. 

-Sí estoy bien, es sólo que necesito ya un chisme, porque no te puedes pelear otra vez con él. Te suspenderían- le digo a Adam acariciando su mejilla-, tenías una pestaña. 

-¿Por qué no?, lo puedo volver golpear como la última vez

-Porque te suspenderían y eso iría a tu hoja de vida... No quiero que algo así te perjudique Adam- él me sonríe.  

-Bien, que linda eres al preocuparte por mí

-Eres mi mejor amigo, ¿no? 

-Sí... Lo soy- contesta con una sonrisa apagada. 


-¿Sales a comer con nosotros Leila?- pregunta José empujando a Adam con el hombro, este se lo devuelve, ruedo los ojos... Estos chicos nunca cambian. 

-Debo pedirle permiso a mi papá- contesto, los chicos ruedan los ojos-, ya saben que si quieren que salga con ustedes a comer debo de pedir permiso a mi papá. El debe de saber lo que hago, me cuida, soy su princesa. 

-Pensé que eras su pequeña gladiadora- dice Adam mirándome extrañado. Los cuatro caminamos a la oficina de mi papá. 

-Soy su princesa pequeña gladiadora- contesto con una sonrisa. 

-¿Pequeña gladiadora?, ¿Qué pedo?- pregunta Emi 

-Es una larga historia, luego se las cuento- toco con mi puño la puerta, suena el pitido y entro. Los chicos entran riendo apenados, les da pena venir aquí a pedir permiso que me dejen salir a comer con ellos. 

-Señor, ¿Le puede dar la mano de Leila Citlali a Adam? El está profundamente enamorado de ella y ella de él... - dice Emi, los compañeros de mi papá ríen un poco

-Cállate- golpea Adam con el hombro a Emi 

-Vamos Adam, quieres casarte con Leila- dice José 

-¡Basta!- grito sorprendiendo a todos, incluso a mi papá (bien divertido con las burlas de mis amigos a Adam pero no importa)

-¿Qué pasó Leila?- pregunta mi papá con una sonrisa burlona

-¿Puedo ir a comer con ellos?- él asiente y me da un billete de cincuenta pesos. 



Al terminar de comer me doy cuenta de que sólo me quedó un peso de cambio para mi papá. Y los chicos quieren un postre de starbucks. ¿Cómo demonios voy  a pagar eso? Una malteada- o milkshake como ponen en el tablero-, cuesta 60 pesos. 

Demonios. Este pinche lugar si es caro. 

-¿Quieres un milkshake?- pregunta Emi, asiento pero digo 

-No tengo dinero

-No importa, yo te lo pago- contesta Emi sacando un billete de 500 

-No, ¿Cómo crees? Es mucho 

-No es cierto. Te lo compro y tu me ayudas en el examen de mañana de español, ¿trato? 

-Trato. Quiero un milkshake 

La chica pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora