capitulo 15

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Era un jardín lo suficientemente grande para todos los alumnos pero no todos pasaban el rato aquí. Había unas cuantas sillas de picnic y mesas puestas en toda la extensión las cuales los deportistas y las porristas habían hechos suyas. Los otros estudiantes podían tener lo que fuera que sobrara. 

Nos sentamos en nuestra mesa esperando que sonara el timbre para el primer periodo. Kance sacó un espejo compacto y comenzó a arreglar su cabello. 

―Eso es lo que ha estado diciéndole a sus amigas. Dijo que tiene más oportunidades de conseguirlo que tú. 

La irritación me sobrecogió y mordí mi labio. 

―¿Quién se cree que es? No era nadie hace unos años. ¿Recuerdas cuando tenía frenillos y ese desagradable cabello? 

―Creo que necesita que la pongan en su lugar. ―Kance movió su espejo y miró alrededor, su expresión iluminándose―. Arregla ese fruncimiento. Los chicos vienen. 

Siguiendo su mirada, noté que Oliver y un montón de sus amigos estaban dirigiéndose hacia nuestra mesa. Entre ellos estaba Bennett Anderson, mi buen amigo de la primaria. Ayudaba ser amiga de un deportista que salía con Oliver. De esa manera, siempre obtenías todos los detalles del chico que estabas intentando conquistar. 

Benett no siempre había sido popular o atleta. En la primaria, había sido callado e incómodo hasta que lo había acogido después de perder a Justin, pensando que él podía llenar el vacío. Mi lógica no funcionó, Ben no era para nada como Justin sin embargo gané un buen amigo. Ben pasó de ser gordo, cubierto de acné y tan interesante como un papel tapiz a convertirse en uno de los chicos más lindos de la escuela. Y todo era gracias a mí. 

No éramos tan cercanos como solíamos serlo, Ben siempre estaba con los chicos pero sin embargo nos cuidábamos. Rápidamente enderezo mi atuendo, preguntándome por qué decidí usar un vestido en vez de una falda y me pongo de pie cuando los chicos llegan hasta nosotros. Los ojos de Oliver se mueven hacia Kance y finalmente descansan en mí. Bajo su mirada azul intenso, un calor se esparce por mi cuerpo por la atención. Está bien, tal vez el vestido fue una buena decisión después de todo. 

―Hey, ¿qué pasa? ―dijo Oliver mientras todos los chicos se sentaban. 

Se veía increíble como siempre, en jeans que abrazaban todos los lugares adecuados y una ceñida camisa blanca que enviaba mi imaginación en caos. 

―Muy bien ―dijo Kance, una sonrisa acechando sus labios. 

Ugh. Odiaba cuán compuesta siempre estaba con él, mientras yo perdía completamente mis nervios. 

―Sí, ustedes se ven muy bien ―molestó Bennett. 

Él alzó una taza hacia sus labios e hizo una mueca a lo que fuera que contenía. 

―¿Café? ―pregunté, atrapando la mirada de Ben. 

Matthew Sutton lo codeó en las costillas y se rió. 

―Sí, está tratando de ser maduro y sofisticado para impresionar a una chica. 

Ben le devolvió el codazo. 

―No es cualquier chica. Su nombre es Hadie. 

Hadie. El nombre tocó un recuerdo en mi mente. Hadie, no estaba en nuestro círculo pero la reconocía. Había estado en mi clase de arte en segundo año y parecía una chica agradable. Ben no se merecía nada menos. 

Me reí y le hice pucheros a Ben ―Aw, y yo pensando que teníamos algo. 

Bennett sonrió y me puso en su regazo. 

―Claro que lo tenemos, ____. Nunca te engañaría de esa manera. 

Noté a Oliver prestándonos atención y no pude evitar sentirme feliz. Todos sabían que Bennett y yo solamente éramos buenos amigos y siempre bromeábamos con salir. En verdad, teníamos una relación muy platónica pero amábamos molestarnos. Era la forma como operábamos pero era bueno ver que le estaba llegando a Oliver. 

Riéndome, me puse de pie y vi a dos personas que acababan de entrar al patio. Justin y Elly. De repente, me sentí nerviosa al preguntarme de qué hablaban. Por favor, por favor, no dejes que él le cuente sobre el beso. Estaba tan cerca de conseguir a Oliver. La última cosa que necesitaba era un escándalo como ese. Codeé a Kance, que estaba en una conversación con Oliver y asentí en dirección a Justin y Elly. Los ojos de Kance se oscurecieron cuando los vio. 

―No podemos tener eso ahora, ¿verdad? 

―No, no podemos ―estuve de acuerdo y estudié la taza de Bennett en su mano―. Hey, si no vas a beber eso, ¿me lo puedo tomar? 

―Sí, pero sabe a mierda ―advirtió Bennett. 

―Y mancha como una perra ―murmuré entre dientes mientras tomaba la taza de sus manos.

Impossible (justin y tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora